Donald Trump dio un giro radical en su postura sobre la guerra en Ucrania, dejando claro que ya no buscará mediar ni involucrarse directamente en el conflicto. En un tuit y declaraciones recientes, Trump afirmó que Ucrania, con el apoyo financiero y militar de la Unión Europea —y no de Estados Unidos ni la OTAN— está en condiciones de recuperar todo su territorio original con tiempo y paciencia.
Sin embargo, el presidente se desmarca del papel activo y adopta una posición pasiva, responsabilizando a Europa de la reconstrucción y el esfuerzo bélico, mientras Estados Unidos se limita a vender armas a través de la industria armamentística para equilibrar su balanza comercial.
Además, Trump criticó duramente la situación económica de Rusia, que lleva más de tres años y medio en una guerra que, según él, debería haber ganado rápidamente y que ahora solo evidencia la debilidad del país.
Denunció la falta de resultados en su relación con Vladimir Putin para lograr una mediación y calificó la situación como un “punto y final”.
El presidente advierte que el conflicto seguirá mientras Europa y la OTAN sigan suministrando armamento, pero deja claro que Estados Unidos ya no gastará más esfuerzos en buscar una solución diplomática directa, marcando un cambio significativo en la política exterior estadounidense respecto a Ucrania.