31/7/2025
Haz click aquí para sumar tu firma a la campaña internacional
Luego de intensas y ejemplares jornadas de lucha del movimiento obrero y popular panameño, hoy éste enfrenta el peor ataque a las libertades democráticas del siglo. El gobierno dirigido por el ultraderechista José Raúl Mulino, delfín del Presiente más corrupto de la era republicana en Panamá, Ricardo Martinelli, llegó al poder casi de manera espuria, con el 33% de los votos válidos.
Mulino ha declarado públicamente que su gobierno, es un gobierno empresarial y en función de esa definición ha comenzado a aplicar un plan de ajuste de forma brutal, judicializando y criminalizando la protesta social contra las medidas impopulares que adopta, entre estas, la reciente reforma de la seguridad social para modificar el régimen de pensiones y entregar a la burguesía a través de sus empresas administradoras de pensiones (AFPs), la banca, el imperialismo yanki y las IFIs, los fondos de la Caja de Seguro Social, que son de las personas pensionadas y que, en un futuro cercano alcanzarán la astronómica suma de 200 mil millones de dólares (apetitoso botín para la mafia empresarial).
Esta contrarreforma de las pensiones generó una huelga que duro casi 80 días y que fue encabezada por el principal sindicato de la construcción (SUNTRACS), además de gremios y sindicato de educación, los cuales, junto a los pueblos originarios de Bocas del Toro, fronterizo con Costa Rica y Arimare en Darién, fronterizo con Colombia. Por los cuál dirigentes y activistas están procesados penalmente, de forma amañada, encarcelados, exiliados, perseguidos, lisiados y asesinados, por el régimen de represor de Mulino.
Lo anterior, incluyó la intervención de la cooperativa de trabajadores del SUNTRACS y la solicitud de disolución del sindicato, hecho histórico jamás referenciado en Panamá, según los especialistas en derecho laboral.
Mientras que por el lado de los docentes que estuvieron en huelga, a manera de venganza, se inició, sin prueba alguna, investigaciones disciplinarias en contra de los dirigentes más aguerridos en el proceso de huelga, haciendo suyas, la Ministra de Educación, las palabras esbozadas por Mulino, en su cadena nacional de los jueves, en donde indicó que había que crear un precedente duro, y ese precedente, es dejar sin empleo a casi 700 educadores que expusieron su vida y su trabajo por la salud de los panameños y panameños.