Desde el mes de septiembre en Haití el pueblo se mantienen en protestas exigiéndole al presidente Jovenel Moise que dimita, tras haber sufrido escasez de alimentos y combustible de manera prolongada, una pronunciada devaluación de su moneda y acusaciones de corrupción gubernamental.
El pasado viernes 11 de octubre miles de manifestantes se enfrentaron a la policía mientras se dirigían a la residencia presidencial a buscar la carta de renuncia de Moise. Una barricada policial bloqueaba la única calle de acceso al lujoso vecindario de Puerto Príncipe impidiendo el paso a la movilización.
La policía lanzó gas lacrimógeno e hizo tiros al aire para disuadir la protesta. Por su parte, los manifestantes quemaban cauchos y advertían que las acciones de calle se intensificarían.
La oposición en Haití denunció que al menos cuatro personas murieron y decenas resultaron heridas durante las manifestaciones en Puerto Príncipe y otras ciudades del país.
También rechazaron el llamado a diálogo realizado por el presidente. Exigen que se investigue a Moise y todos los funcionarios del gobierno, aparentemente involucrados en una operación de malversación de fondos por más de 2.000 millones de dólares de ayuda proveniente de Venezuela entre 2008 y 2018.
Hay que destacar que estas protestas han paralizado prácticamente toda actividad, especialmente en áreas rurales en las que el transporte de mercancías básicas como agua, alimentos y medicamentos se ha vuelto casi imposible.
Estas protestas tienen su origen en una escasez de combustible nacional que se dio a finales del mes de agosto y al resultado de la elección presidencial de hace dos años que ha sido calificada ampliamente como "dudosa".
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