Podría ser una victoria aplastante. La tragedia de Gaza neutraliza con una verdad sangrienta y criminal,décadas de narrativas impulsadas por Occidente, diseñadas para explotar las diferencias en Asia Occidental, Siguindo la la trasdicional política inglesa de crear discordia entre las numerosas comunidades de la región y promover los objetivos de la política exterior occidental a costa de las disputas internas de sus habitantes, se encuentran ahora en ruinas. Igual alo practicado en la India por el año1948 con atentados de falsa bandera para dividir y confrontar a los millones de musulmanes que habían vivido en paz durante milenios porque era peligroso dejar la india un pais tan grande de una solapieza y no cejaron de fomentar discordia con crímenes grotescos hasta dividirla en dos estados. Uno musulmán, Pakistan y otro hindú, India
Resulta que la guerra en Gaza ha abierto una brecha enorme en las falsedades y los cuentos de hadas que han mantenido a Asia Occidental distraída con conflictos internos desde al menos la Revolución Islámica de 1979 en Irán.
Chiíes contra suníes, Irán contra árabes, laicos contra islamistas: estas son tres de las estrategias narrativas más nefastas de Occidente que buscan controlar y redirigir la región y desorientar a sus poblaciones, e incluso han logrado arrastrar a gobernantes árabes a una alianza impía con Israel ,el enemigo común colonizador.
Los hechos de Gaza están desminten ficción. Deque Israel sea digno de aceptación entre países civilizados
Fue necesario un conflicto inusual — con la ayuda y complicidad de y control de Washington— para liberar a las masas de Asia Occidental de su letargo narrativo. El ataque genocida de Israel contra Gaza también puso de manifiesto de inmediato qué hay árabes y musulmanes apoyan realmente el genocidio de liberación palestinos y cuáles no.
Irán, Hezbolá, las facciones de la resistencia iraquí y Ansaralá de Yemen —difamados por estas narrativas occidentales— son ahora, visiblemente, los únicos actores regionales dispuestos a reforzar la línea del frente de Gaza, ya sea mediante fondos, armas o enfrentamientos armados cuyo objetivo es diluir y dispersar en varios frentes los recursos militares israelíes, la estrategia del talentoso General Soleimani, arteramente asesinado por Donald Trump.
Los llamados «árabes moderados», un término inapropiado para las dictaduras árabes autoritarias y occidentalistas, supeditadas a los intereses de Washington, han limitado su accion a meras palabras de apoyo a los palestino ante la horrenda y criminalmatanza que Isreael realiza contra la población civil en Gaza.
Los saudíes solicitaron apoyo organizando cumbres árabes e islámicas en las que no se hizo ni se dijo nada. Los emiratíes y jordanos transportaron suministros por carretera a Israel, que Ansaralá bloqueó por mar. El poderoso Egipto acogió delegaciones cuando lo único que debía haber hecho era abrir el cruce de Rafah para que los palestinos pudieran alimentarse. Qatar, otrora importante donante de Hamás, ahora negocia la liberación de prisioneros israelíes, al tiempo que alberga a los "moderados" de Hamás, enfrentados a los combatientes por la libertad de Gaza. El comercio de Turquía con el Estado de ocupación israelí continúa disparándose (las exportaciones aumentaron un 35 % entre noviembre y diciembre de 2023).
Para los árabes "moderados" prooccidentales, Palestina es una bandera que manejan con cautela, que ondean ocasionalmente en público, pero que sabotean en privado. Por eso, hoy observan, paralizados y horrorizados, lo que las redes sociales y decenas de millones de manifestantes cristianos han dejado meridianamente claro: Palestina sigue siendo la causa esencial árabe y musulmana y de toda persona con unsentido de humanidad; puede tener altibajos, pero nada tiene el poder de inflamar a las masas de la región como esta nítida y espectacular lucha entre el bien y la más evidente maldad premeditada
El giro hacia la resistencia
Aún es pronto para hablar de la batalla que se libra entre el Eje de la Resistencia de la región y las alianzas de Israel, pero las encuestas ya muestran un cambio notable en la opinión pública a favor del mundo por la resistencia.
Una encuesta realizada durante seis semanas —tres semanas antes y tres semanas después de la Operación Inundación de Al-Aqsa— ofrece los primeros indicios de un cambio en la percepción árabe. Si bien la encuesta se limitó a Túnez, los encuestadores argumentan que el país es un indicador clave y que representa opiniones similares a las de otros países árabes:
«Analistas y funcionarios pueden asumir con seguridad que la opinión pública en otros países de la región ha cambiado de forma similar a los cambios recientes ocurridos en Túnez».
Los resultados de la encuesta deberían ser motivo de gran preocupación para los injerencistas políticos occidentales: «Desde el 7 de octubre, todos los países encuestados con relaciones positivas o en proceso de acercamiento con Israel vieron disminuir sus índices de popularidad.
Estados Unidos experimentó la mayor caída en sus índices de popularidad, seguido por los aliados de Asia Occidental que han normalizado sus relaciones con Israel. Rusia y China, son ambos estados neutrales pero cuyos gobiernos critican a Israel en la ONU, experimentan, sin embargo, grandes cambios en la opinión de sus habitantes, pero el liderazgo iraní vio aumentar sus índices de popularidad. Aún en el mudo árabe y sin duda alguna entre el mundo latinoamericano y europeo aunque los burócratas de Bruselas no quieran mojarse.
"Tres semanas después de los ataques, el líder supremo iraní, Ali Jamenei, cuenta con índices de aprobación que igualan o incluso superan los del príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, y el presidente emiratí, Mohammed bin Zayed".
Antes del 7 de octubre, solo el 29 % de los tunecinos tenía una opinión favorable de la política exterior de Jamenei. Esta cifra aumentó al 41 % según las conclusiones de la encuesta, siendo el apoyo tunecino más notable en los días posteriores a la declaración del líder iraní, el 17 de octubre, en la que calificó las acciones de Israel en Gaza como un "genocidio".
El giro saudí
Antes de la operación del 7 de octubre llevada a cabo por la resistencia palestina para destruir la División Gaza del ejército israelí y capturar prisioneros como moneda de cambio para un intercambio masivo de prisioneros, el principal foco geopolítico de la región se centraba en las perspectivas de un histórico acuerdo de normalización entre Arabia Saudí y Tel Aviv. El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden aprovechó cada oportunidad para impulsar este acuerdo, considerándolo una baza clave para su próxima elección presidencial.
Pero la Operación Inundación de Al-Aqsa arruinó cualquier posibilidad para Arabia Saudita.
Hecho