Introducción
Cuando pasaba por los exilios de Tanzania y Praga (tras su derrota en el Congo) el Che escribió un voluminoso libro en el que comentaba casi párrafo por párrafo (después de transcribirlo literalmente) el Manual de Economía Política de la Academia de Ciencias de la URSS. Ese libro se publicaría en Cuba solo 4 décadas más tarde, con el título de "Apuntes Críticos a la Economía Política" (en adelante referido como "ACEP").
En estas líneas nos proponemos seguir en parte y de forma mucho más modesta su método, comentando varias ideas centrales de la Carta (en lo que sigue referida simplemente como "Carta") que el Che le dejó a Fidel el 26 de marzo de 1965 (antes de partir al Congo), no sin antes destacar algunas diferencias muy importantes entre su trabajo y este.
La primera gran diferencia estriba en que el Che, además de Guerrillero Heroico, fue un joven genio en su intento de aplicación de la crítica que Marx había hecho al capitalismo y de las pocas ideas genéricas que el pensador de Tréveris había esbozado acerca del orden comunitario que aspiraba que lo sucediese, a saber el Comunismo, mientras que quien esto escribe, a los 74 años no pasa de un viejo Filósofo y docente universitario jubilado.
La segunda estriba en que mientras el Che hacía sus reflexiones a la luz de una riquísima experiencia de conducción en el intento de construir en Cuba una sociedad socialista encaminada hacia el Comunismo, quien escribe nunca tuvo posibilidades y responsabilidades similares a aquellas que el Che (y el joven grupo de dirigentes revolucionarios que lo acompañó en el triunfo de 1 de enero de 1959) tuvo en sus manos y sobre sus hombros al disponer de un país entero como campo de transformaciones (contando con ingredientes esenciales para las mismas, como los que reclama un buen cocinero para elaborar una receta, aunque le falten otros, que también le faltaban al Che y a la joven Cuba revolucionaria, y teniendo que enfrentar una mínima oposición y crítica interna pues, por un lado, la contrarrevolución no disponía de un apoyo masivo, y por otro, las instancias de control social externo al grupo dirigente estaban en pañales, y a veces, en 1965 ni siquiera existían, como es el caso del nuevo sistema de Derecho que se plasmaría solo una década después).
La tercera gran diferencia, muy vinculada a las anteriores, estriba en el hecho de que mientras el Che reflexionaba de a cara los cambios concretos que esperaba ver acontecer en Cuba, quien esto escribe, por no vivir en aquel país, por falta de datos de la historia de la Cuba revolucionaria, y por la convicción de que opinar sobre lo que hace y debe hacer ese país es asunto que compete a l@s cuban@s, lo único que se propone es decir cómo le gustaría que fuese (en especial en Nuestramérica) un orden comunitario-ambiental que fuese dejando atrás al capitalismo, al caminar rumbo al Ecomunitarismo. (Sobre este último, ver la bibliografía mínima indicada al fin de estas líneas).
Una vez señaladas esas diferencias y en función de varias cuestiones que serán aquí abordadas, quizá se podría agregar que las únicas semejanzas existentes entre el Che y quien esto escribe estriben en el hecho de que ninguno de los dos posee formación académica en el área de la Economía y que ni él ni yo éramos/somos especialistas en el conjunto de la obra conocida de Marx (aunque se sabe que Guevara conocía bien El Capital y otras obras del pensador de Tréveris, como su Crítica al Programa de Gotha, al que el Che alude en la Carta, y quien esto escribe ha leído buena parte de la obra publicada de Marx).
Ahora, en estas líneas también tendremos el atrevimiento de disentir aquí y allí con Guevara, en especial a la luz de nuestra propuesta ecomunitarista.
La Carta y mis comentarios
El Che le dijo a Fidel que en la referida Carta abordaría, por su orden, cuatro tópicos, a saber, I) Errores en la Política Económica, II) El Sistema de Financiamiento Presupuestario (que en otros escritos el Che llamó el Sistema Presupuestario de Financiamiento), III) La Función del Partido (y del Estado, agregamos), y, IV) Recomendaciones Generales.
I) Errores en la Política Económica
La Planificación
"Al empezar todos nosotros el aprendizaje de esta marcha hacia el comunismo, establecimos, con la ayuda de los checos, la Junta Central de Planificación [Juceplan]. Creo que está claro para todos que la planificación es una categoría implícita al socialismo y también a este período de transición que estamos viviendo. Lo malo es que hasta ahora, no hemos podido organizar una planificación que sea realmente un canal conductor y no una válvula loca que a veces deja pasar libremente los gases y otras se cierra herméticamente poniendo en peligro de explotar la caldera".
Con Marx y el Che, y en el contexto de nuestra propuesta ecomunitarista, comparto la idea de que el orden comunitario-ambiental que suceda al capitalismo debe tener una economía planificada; porque solo así se crea el marco en el que es posible realizar el principio rector del Ecomunitarismo que reza: "De cada un@ según sus capacidades y a cada un@ según sus necesidades, respetando los equilibrios ecológicos y la interculturalidad".
Si como notó el Che, el capitalismo más desarrollado de los Trusts opera con planificación, el capitalismo en su conjunto es una máquina ciega que guiada por el afán de la mayor ganancia en el menor tiempo posible, al sabor de una competencia despiadada, produce-distribuye-consume sin un plan global, dejando de satisfacer las necesidades básicas de cientos de millones de seres humanos (empezando por la comida suficiente y sana), al tiempo en que mata por exceso a muchísimas personas (como por el consumo de comida chatarra y/o de drogas lícitas y/o ilícitas, y la angustia provocada por el desempleo real o posible, y la violencia generalizada que reina en la sociedad capitalista, a la par de una mutua indiferencia entre humanos); y todo ello mientras destruye a buena parte de la vida no humana y de los sistemas abióticos en el Planeta, por los efectos de la devastación y/o contaminación irreversible de tierras, aguas y aires, generadas por la producción-distribución-consumo capitalistas.
Ahora bien, la gran cuestión es cómo ha de hacerse y practicarse esa Planificación de la economía (y la vida) poscapitalista, en perspectiva ecomunitarista.
El Che, en el párrafo inicial citado ya llama la atención para dos extemos indeseables en los que puede incurrir una Junta Central de Planificación (cuya labor debe abarcar, por lo menos, un país entero). El uno es una permisividad que sabotea la propia planificación, y el otro es el de un encorsetamiento que impide satisfacer convenicntemente las necesidades humanas (y ecológicas, agregamos nosotros).
Y sigue diciendo el Che: "Se entiende que el Gobierno crea las ideas económico-políticas de desarrollo, ideas que parten de iniciativas de los dirigentes y también, si es posible dadas las condiciones, de la propia población. Estas deberían pasar a la Junta que las analizaría y compatibilizaría, dando luego una recomendación. El Gobierno aprobaría o corregiría estas cifras, encargando ya la confección del plan y la Junta confeccionaría el plan, en discusión con todos los organismos, cuando se tratara de un plan anual, pero sobre la base de un plan perspectivo en el cual pudieran tomarse en cuenta los principales organismos como asesores".
Por nuestra parte notamos, que a diferencia de otros escritos (por ejemplo en un pasaje de ACEP), aquí el Che no cogita la posibilidad de que la base de toda Planificación sea una consulta a la población en general sobre qué necesidades desea ver satisfechas prioritariamente (y eventualmente, en qué plazos). En el contexto de la Política de Tod@s que es una de las dimensiones interligadas del Ecomunitarismo (como se sabe, las otras son la Economía Ecológica de base comunitaria-cooperativa, la Educación Ambiental Ecomunitarista socialmente generalizada tanto en la educación formal como en la no formal, la Comunicación horizontal y simétrica, la Estética de la liberación, y el Ateísmo no militante), postulamos que tal consulta debería ser el punto de partida de la Planificación poscapitalista. Es a partir de sus resultados que debería iniciarse la cadena apuntada por el Che. Pero con un eslabón agregado, que consiste en que después de recibir el resultado de la primera consulta, los dirigentes, asesorados por técnicos especializados, deberían informar a la población acerca de las necesidades prioritarias que pueden ser satisfechas con los recursos disponibles (e informándola de los plazos previsibles de satisfacción). Entonces una nueva consulta ajustaría los resultados de aquella primera, y estos segundos resultados serían la base con la que trabajaría la cadena propuesta por el Che. Así se llegaría a un Plan (anual, quinquenal, etc.) de Producción-Distribución-Consumo Ecomunitarista, que la población evaluaría, corregiría o cambiaría en plazos predeterminados (un año, cinco, etc.), en función de la experiencia cosechada y/o de nuevas circunstancias. Y al tiempo que lo hace, en el marco de la Política de Tod@s, confirmaría o relevaría a los dirigentes que a cada nivel llevaron adelante el Plan vigente y/o coordinarán el Plan subsiguiente.
Como una muestra limitada y que debe ser ampliada y corregida de lo que acabamos de proponer, vale la pena recordar críticamente la experiencia brasileña del Presupuesto Participativo (Orçamento Participativo), que se aplicó por más tiempo en el municipio de Porto Alegre y el Estado de la que es capital, Rio Grande do Sul. El Presupuesto Participativo (PP) fue adoptado, sin cobertura legal explícita, a fines de los años 90 e inicios de los 2000 en ciudades gobernadas por el Partido de los Trabajadores, PT, (y por pocos años en el Estado de Rio Grande do Sul, cuando el PT lo gobernó en aquellos tiempos); la idea básica del PP era que la ciudadanía reunida voluntariamente en Asambleas municipales (apoyadas en asambleas menores) que, además de discutir-votar sobre asuntos locales, elegían delegados para la instancia estadal, decidiese acerca de sus prioridades sobre el uso del dinero público (prioridades que luego el poder institucional debería respetar). A pesar de su gran valor intrínseco para el desarrollo de la democracia directa y/o participativa, se calcula que el volumen de los dineros en discusión no superaba el 5% del total, pues su casi totalidad ya estaba comprometida de antemano para el pago de salarios de los funcionarios públicos, la amortización de deudas preexistentes, y la financiación de inversiones ya decididas. La misma reserva cabe respecto a la Consulta Popular que en Rio Grande do Sul sucedió al PP bajo gobiernos de derecha, aunque contó con la novedad, que me parece de primera importancia para el desarrollo futuro de la democracia directa y/o participativa, de habilitar la participación y votación a través de internet (para lo que cada interesado recibe una contraseña que le permite votar desde su casa). Hay que registrar también que, tras el entusiasmo inicial generado por el PP entre la gente más politizada y los movimientos sociales (aunada sin duda a la esperanza depositada en el poder transformador que se atribuía en la época al Partido de los Trabajadores), el número de participantes tanto en las discusiones-votaciones del PP como en la Consulta Popular fue reducido en comparación con la totalidad del cuerpo electoral (quizá, por lo menos en parte, precisamente al percibirse la reducida eficacia del instrumento a partir del poco dinero público efectivamente sometido a la decisión ciudadana); en su primer año, 1999, el PP reunió en Rio Grande do Sul a 190 mil personas, y en su último año, 2002, reunió 378 mil, de un universo total de electores que en el 2000 ya superaba los 7 millones.
Ahora, prosigue el Che: "…en la práctica, ¿qué sucedía?: el pretendido traslado de ideas de desarrollo por el Gobierno era simplemente una recopilación de algunas ideas sueltas que la Junta armonizaba poniendo las propias y elevaba al Gobierno. Tras un análisis extremadamente superficial, se aprobaban estas líneas de desarrollo, a veces cambiando determinadas cosas, siempre sobre un plan anual ya que todos los planes perspectivos han fracasado antes de comenzar. La Junta comenzaba a hacer sus planes con la idea de restringir el desbalance pero, al mismo tiempo, recibiendo las presiones de todos los organismos productivos y no productivos. De tal manera, el plan quedaba muy desbalanceado, se hacía tarde y había que correr al extranjero a pedir desbalances, ayudas, comprensión, etc., etc. Luego la Junta se encargaba de complicar las cosas con sus propios errores".
De lo aquí dicho destacamos dos cosas. En primer lugar, que es indeseable y aun incomprensible que determinados "organismos productivos o no productivos" puedan presionar-desvirtuar el Plan (si éste ha sido bien construido), luego de que el mismo haya sido elaborado según la dinámica antes reseñada. Y en segundo lugar (y esto lo decimos para oponernos a gobiernos de Nuestramérica autointitulados neoliberales o "progresistas", tanto da, que incesantemente aumentan la Deuda Pública que pesa sobre la generación presente y las futuras de su población) que el Ecomunitarismo se inspira de la máxima artiguista que reza; "Nada podemos esperar sino de nosotros mismos"; ese llamado a no depender de las "ayudas extranjeras" que el Che menciona, no significa negar la solidaridad mutua que el Ecomunitarismo predica y aspira a que se practique permanentemente, sino que constituye un llamado a hacerse responsable al máximo posible por la satisfacción de las propias necesidades con el propio esfuerzo (así como un adulto aprende a ganarse la vida que le fue regalada cuando fue niño).
Continúa el Che: "Creo que hemos cometido muchos errores de tipo económico. El primero de ellos, el más importante, es la improvisación con que hemos llevado a cabo nuestras ideas que ha dado por resultado una política de bandazos. Improvisación y subjetivismo, diría yo. De tal manera que se daban metas que conllevaban crecimientos imposibles… Por esto también se han realizado una serie de inversiones no justificadas que variaban o suprimían antes de finalizar, pero también sin una justificación adecuada".
Ni hay que decir que esos errores no caben en la Planificación tal como la hemos esbozado antes. Y lo peor es que cuando las metas no se alcanzan, cunde en la población el desánimo y la desconfianza en que el nuevo orden comunitario-ambiental en construcción logre satisfacer sus necesidades de forma duradera en parámetros mejores a lo que lo hacía el capitalismo. Y si esas decepciones se repiten, el capitalismo está siempre al acecho para volver desde el desván de la Historia.
Ahora, el Che agrega: "Muchas veces, se suma el tener una tecnología muy atrasada, por ejemplo, los radios polacos. Para colmo íbamos a cometer el mismo error en la televisión, hasta que lo paramos. Todas estas son inversiones que hay que pagarlas y pagarlas caras".
Aquí, a riesgo de divergir con el Che, a la luz del Ecomunitarismo consideramos que hay que discutir qué se considera una "tecnología atrasada" en el marco de las líneas directrices del Ecomunitarismo y del efecto que tal o cual tecnología produzca en las personas y en el Planeta. Por ejemplo, y sin nunca caer en una anti-tecnicismo absurdo, a diferencia de la "quimificación al máximo" que el Che propondrá poco después en la Carta, hoy hay un gran consenso planetario a favor de la agricultura ecológica en detrimento de la impulsada a base de fertilizantes artificiales, transgénicos y agrotóxicos, tanto por los mejores efectos benéficos de la primera para la vida humana y el Planeta, como por lo muchos efectos maléficos que sobre ambos tiene la segunda. Y en Nuestramárica, la agropecuaria "atrasada", que resulta ser mejor alternativa sostenible, es la que nos enseñan nuestros pueblos originarios, a la luz de milenios de experiencia. Simultáneamente y contra el consumismo capitalista, hay que destacar que un celular, una computadora o una máquina puede perfectamente satisfacer las necesidades de un determinado contingente humano (que puede ser de millones de personas), sin que haya que dar el salto hacia otro modelo más "adelantado" de tales mecanismos (como lo hace siempre frenéticamente el capitalismo en su ansia de lucro, echando a la basura a mecanismos todavía útiles y suficientes para muchos usos de muchísima gente, despilfarrando ingentes "recursos naturales", que es el nombre que el capitalismo le da ni más ni menos que a nuestra Madre Tierra ).
Y más adelante dice el Che: "Además, se tomaban líneas de acción general falsas. Podíamos [sic] citar en la industria, el caso de la sustitución de importaciones, que fue la primera política llevada a cabo por nosotros; la pretensión de un autoabastecimiento ilusorio por ahora; los conocidos errores de la demolición de la caña, del pienso importado para vacunos y cerdos. Creo también que la compra de fertilizantes a precios fabulosos responde a una política no bien meditada y la supresión de algunas exportaciones que habitualmente hacíamos y que fácilmente podríamos haber mantenido…".
Aquí destacamos el "por ahora", cuando el Che se refiere al autoabastecimiento, pues es una directriz pétrea del Ecomunitarismo la concreción de la Soberanía Alimentaria. No solo porque en la construcción del poscapitalismo la garantía de una comida abundante, sana y sin faltas ni escaseces para toda la población y a todo momento es un imperativo irrenunciable que justifica y fortalece el rumbo ecomunitarista, sino también porque así se está prevenido de cualquier amenaza externa que quiera rendir por hambre y decepción al país que emprende aquel rumbo. Ahora bien, otro punto de ese párrafo refiere a la producción, incluso de alimentos, que no sea posible asegurar con recursos propios (contrariando la máxima artiguista aquí citada y el principio de la Soberanía Alimentaria); por ejemplo, si un país no es vegetariano pero no dispone de los recursos para abastecer a su población con ganados, entonces deberá proveerle las proteínas animales con carne de aves alimentadas con los alimentos vegetales que ese país pueda producir mediante la agroecología con sus propios recursos (y la población consciente del por qué de tal opción de producción y consumo, modificará si fuera necesario sus hábitos alimentarios en pro de la obra mayor que significa un contexto con mejor y gratuita educación, salud, vivienda, transporte público, artes, esparcimiento, etc,).
Organización: centralización y descentralización
Dice el Che, tras mencionar deficiencias organizativas: "Los niveles de decisión están muy indefinidos; personalmente esta ha sido una de mis preocupaciones en todo el período de ministro de Industrias, pero realmente solamente hemos tenido éxito aquí hasta la definición del nivel de Director y, en algunos casos, Jefes de Departamentos; más abajo, en los centros de producción, ha habido bastante indefinición que nosotros hemos resuelto por la vía de centralización administrativa, muchas veces excesiva".
No cabe duda de que la cuestión de los niveles de decisión, con la resolución simultánea de la relación centralización-descentralización, reviste la mayor importancia no solo en el contexto aquí considerado por el Che, sino en cualquier otra esfera de actividad social, política, educacional, sanitaria, administrativa, etc. Como se sabe el Che defendió repetidas veces una postura centralizadora (creo yo que inspirado por su experiencia de jefe guerrillero), aunque en el pasaje recién citado reconoce que puede ser a veces excesiva. Por nuestra parte venimos de una experiencia en la que en la práctica del Movimiento político-militar en el que militamos en nuestra juventud se defendió el equilibrio entre centralización y democracia; así, por ejemplo, en la planificación de una acción de propaganda armada el jefe del grupo oía las propuestas de cada uno de sus integrantes; y luego de un intercambio de ideas en el grupo, el jefe tomaba la decisión final, indicando el plan y el rol que cabría a cada miembro del grupo. Esa dinámica fue postulada, bajo el principio del centralismo democrático, como una guía para lo que debería ser el mecanismo de decisión de las líneas políticas estratégicas y de grandes momentos tácticos del rumbo adoptado por el conjunto del Movimiento; así se disponía que cualquier miembro podría hace llegar opiniones y propuestas a la Dirección máxima del Movimiento (el Comité Ejecutivo), y que a pedido de un cierto porcentaje de miembros, además de las Convenciones Ordinarias del Movimiento, podrían realizarse Convenciones Extraordinarias, para re-discutir y ajustar estrategia y tácticas. Infelizmente, tanto las condiciones de clandestinidad en las que operaba el Movimiento, como el gran crecimiento del número de sus integrantes, hizo que las instancias democráticas globales se redujeran a una mínima expresión, y que se impusiese el centralismo (o sea el poder de decisión de las instancias de jefatura máxima e intermediaria, a saber, del Comité Ejecutivo y los Comandos y Subcomandos de las Columnas en las que se dividió el Movimiento para poder absorber a todos los nuevos integrantes y crear mejores condiciones para la compartimentación, indispensable a la clandestinidad, en especial en contextos urbanos).
En nuestra experiencia administrativa de jefatura en la esfera de la docencia universitaria de posgrado intentamos reproducir la dinámica del centralismo democrático. Pero constatamos la verdad del adagio popular que dice "Si quieres conocer a alguien dale poder", pues verificamos que algún(a) colega que asumía alguna responsabilidad de dirección no raramente quería resolverlo todo por sí mismo, de manera inconsulta con sus pares y alumn@s. Y vimos repetirse lo mismo en uno de nuestros trabajos de extensión universitaria en un barrio pobre cercano al Campus de nuestra Universidad; resultó que la señora que allí asumió por decisión asamblearia de los vecinos la responsabilidad de jefatura en la Asociación de Vecinos, quiso empezar a decidir por sí misma todos los asuntos, incluso los relativos al uso que se daba a la sede de aquella Asociación (que habíamos ayudado a construir con nuestro apoyo financiero e incluso participando en las tareas de albañilería de construcción de aquel modesto predio barrial).
Al mismo tiempo nuestra experiencia política y administrativa nos permitió constatar cómo les resulta difícil a muchas personas que ejercen posiciones de jefatura, delegar decisiones en subordinados que se supone habilitados para tomarlas; así vi frecuentemente que un jefe no respetaba la esfera de decisión de un subjefe o encargado de un sector, queriendo decidir permanentemente por ellos. Un enfoque pedagógicamente adecuado aconseja, por el contrario, que cuando la cuestión en juego no es vital, el jefe debe, aún dando un parecer, dejar que el subjefe o encargado de sector aprenda con los errores de su experiencia, para que madure en el proceso que lo llevará en su debido momento a la condición de poder ejercer la jefatura. Porque siempre creí que una tarea fundamental de un jefe es preparar lo antes posible a las personas capaces de sucederlo, en vez de considerarse indispensable e inmortal.
Ahora, sigue diciendo el Che en lo que respecta a este rubro: "A todo esto hay que agregar los errores de la Junta Central de Planificación. Como ya dijimos, el error primero ha consistido en copiar de los checos su sistema organizativo (ellos hoy lo han desechado pero a nosotros eso no nos debe preocupar, porque lo han desechado por uno mucho peor y claramente capitalista, pero sí el hecho de que se consideraba la posibilidad de control extremo de toda una serie de índices que la organización cubana no estaba en posibilidades de hacer)".
Aquí consideramos que el Che aborda la cuestión fundamental de la construcción con cabeza propia (en cada país y contexto regional dentro del país) del nuevo orden comunitario-ambiental que se pretende poscapitalista (en especial, ecomunitarista). Nuestramérica (plurinacional desde la época pre-colonial) es rica en pensadores que han defendido la "creación heroica en vez de la copia y el calco", y, como lo refiere el Che, está comprobado que cada imitación ciega y descontextualizada conduce inevitablemente al fracaso. El Movimiento político-militar en el que milité en mi juventud llevó a tal grado la máxima de "pensar con cabeza propia" que desacató la mismísima opinión del Che, que había juzgado que en el país donde actuó aquel Movimiento no había condiciones para la lucha armada.
Lo que dice el Che acerca de los checos se explica por el hecho de que considera que no ha trascendido el capitalismo un sistema económico que practica el intercambio mercantil entre empresas estatales, y otros mecanismos dinerarios como el crédito bancario (con intereses). El Che reafirma esa convicción al decir: "..hay una buena parte de la economía burguesa de la cual se pueden extraer herramientas de cálculo que hasta hoy la economía socialista ha ignorado y de la cual ha ido a extraer solamente el más negativo y significativamente capitalista, como es la herramienta del control por el mercado".
Sobre esta cuestión volveremos en lo que sigue, cuando abordemos el conjunto de categorías capitalistas que según el Che estaban vigentes, en la época en la que escribe, en la URSS (sobre todo después de la Nueva Política Económica, NEP, implementada por Lenin). Pero por nuestra parte ya destacamos que algunos políticos e incluso intelectuales que se definen como "socialistas", y en algunos casos incluso "marxistas", están sosteniendo en los días de hoy que el "mercado" no puede superarse; así uno de ellos llegó a afirmar "el mercado ha existido siempre, y siempre existirá". Antes de proyectarnos hacia el futuro ecomunitarista que deseamos, cuestiono desde ya esa afirmación cuando se refiere al pasado y al presente. Y lo hago con un ejemplo concreto. En la sociedad xavante (pueblo originario del actual territorio de Brasil), el "mercado" no existió ni existe (mientras ese pueblo se mantuvo al margen del contexto capitalista que lo fue y va ahogando). Allí la satisfacción de necesidades de cada membro de la tribu se da a través de un sistema de regalos recíprocos, sin que medie una medida de "valor" (volveremos en lo que sigue sobre esta categoría clave de la Economía Política burguesa, y luego de la teoría de Marx) que compare los bienes regalados; y ese sistema se completa con otro que estipula que cada cazador, lejos de acapararse el producto de su labor, debe distribuir el producto de su caza entre un conjunto de personas previa y rigurosamente especificado (detallándose las partes del animal cazado y la entrega de cada una de las mismas a determinada persona, en función de su relación de parentesco-clánica). Así los xavante se aseguran de que nadie en la tribu pasará hambre. Y han establecido la regla que estipula que el único que en sus comunidades no tiene derecho a casarse es el egoísta (lo que revela una especie de intuición de que el egoísmo puede ser hereditario, y, así, destruir la cohesión solidaria del grupo).
Cuando habla de "la posibilidad de control extremo de toda una serie de índices que la organización cubana no estaba en condiciones de hacer", no sabemos a qué se refiere concretamente; pero como después en la Carta afirma "…la revolución técnica ha llegado también a la economía: los nuevos métodos matemáticos permiten análisis mucho más profundos", ello nos permite suponer que los métodos matemáticos actualmente disponibles y las herramientas computacionales ya existentes serían capaces de hacer aquella medición rigurosa de índices, que se revela como indispensable para una correcta Planificación ecomunitarista (a los efectos de trazar y realizar realistamente Planes, metas y plazos).
Aún en el tema organizativo y volviendo a la Juceplan dirá el Che: "El individualismo más absoluto y la política de camarillas han deformado totalmente la estructura de la Junta".
Nuestra pobre experiencia avala la nocividad para la tarea colectiva tanto del individualismo como de las camarillas. El uno y la otra son por definición contrapuestos al espíritu y la propuesta ecomunitarista. Además, en un responsable, el individualismo se transforma rápidamente en autoritarismo y pretende dar el salto hacia el culto a la autoridad (fatal para el socialismo que se quiere orientado hacia el comunismo defendido por Marx). Y las camarillas acaparan poderes y se protegen mutuamente, marginando a compañer@s y vecin@s en general que no hacen parte de las mismas, de las instancias de decisión (violando así la base de la Política ecomunitarista de Tod@s).
Y más adelante dirá el Che: "Otro de los capítulos más importante de nuestros errores es el que corresponde a Comercio Exterior [MINCEX]".
Sin entrar a considerar los errores concretos del MINCEX cubano referidos por el Che, me permito, por un lado, compartir la idea guevariana de que el Comercio Exterior debe ser monopolio estatal, para que, mientras duren los intercambios mercantiles entre países, todo lo que el país pueda exportar para obtener a cambio recursos que beneficien a su población (en todos los rubros no cubiertos por la Soberanía Alimentaria) sea maximizado (respetando la salud humana y los equilibrios ecológicos); y, al mismo tiempo, para que lo que sea indispensable importar cueste lo menos posible y tienda con el tiempo a reducirse a una mínima expresión (y siempre privilegiando los rubros esenciales, como, por ejemplo, los productos energéticos, y/o materiales de construcción, sanitarios, educativos y de transporte público). Claro que en el contexto de la Política de Tod@s toda la población debe estar al tanto de cuánto y por qué el Estado (mientras exista Estado) está exportando e importando, y en qué y cómo se usan los respectivos recursos; ese control popular sistemático (aunque ejercido en plazos determinados, por ejemplo anuales o trianuales) evitaría los errores gruesos, como el de los casos referidos por el Che en la Carta, de productos que después de importados dormían años en almacenes o al aire libre (me imagino que a veces echándose a perder en esa larga espera inútil).
II) El Sistema de Financiamiento Presupuestario (SFP)
Aquí llegamos al corazón de la teoría socialista-comunista del Che, en especial en materia económica.
Recordemos que en el resumen que el Che le dedicó a ese sistema, antes de la Carta, decía que es "un concepto global" aplicado a "todos los aspectos de la economía", donde el Ministerio de Industrias "tiene también autoridad para mover los medios básicos entre distintas empresas (y) los fondos no tienen carácter mercantil, solamente se hace la correspondiente anotación de los libros, dándoles de baja de un lado y de alta en otro"; y aclara: "Nuestro concepto fundamental es que en todo este proceso el producto va adquiriendo valor por el trabajo que se ejerce sobre él, pero que no hay ninguna necesidad de relaciones mercantiles entre empresas…" (Guevara 1970, p. 278-279). Como cuarta ventaja del SFP anota el Che: "…integrado en un sistema único de normas, hace de todo el Ministerio (de Industrias), en un caso, y de todos los Ministerios, si fuera posible, una sola gran empresa estatal en la cual se puede pasar de un lado a otro e ir ascendiendo en ramas distintas y en lugares distintos sin que haya problemas salariales y simplemente cumpliendo una escala de tipo nacional"; y agregaba: "Es importante señalar que se va creando en el obrero la idea general de la cooperación entre todos, la idea de pertenecer a un gran conjunto que es el de la población del país; se impulsa el desarrollo de su conciencia del deber social" (ídem p. 283); y remataba: "Con respecto al interés material, lo que queremos lograr con este sistema es que la palanca no se convierta en algo que obligue al individuo o a la colectividad de individuos, a luchar desesperadamente con otros por asegurar determinadas condiciones de producción o de distribución que lo coloquen en condiciones privilegiadas. Hacer que el deber social sea el punto fundamental en el cual se apoya todo el esfuerzo del trabajo del obrero, pero vigilar la labor consciente de sus debilidades, premiar o castigar, aplicando estímulos o desestímulos materiales de tipo individual o colectivo, cuando el obrero o la unidad de producción sea o no capaz de cumplir con su deber social" (ídem p. 284).
Ahora en la Carta el Che empieza por recordar los puntos de vista centrales de Marx y Lenin. Y dice: "Marx establecía dos períodos para llegar al comunismo, el período de transición, también llamado socialismo o primer período del comunismo, y el comunismo o comunismo plenamente desarrollado. Partía de la idea que el capitalismo en su conjunto se vería abocado a una ruptura total después de alcanzar un desarrollo en el cual las fuerzas productivas chocarían con las relaciones de producción, etc. y entrevió ese primer período llamado socialismo al que no dedicó mucho tiempo, pero en la Crítica del Programa de Gotha, lo describe como un sistema donde ya están suprimidas una serie de categorías mercantiles, producto de que la sociedad completamente desarrollada ha pasado a la nueva etapa. Después viene Lenin, su teoría del desarrollo desigual, su teoría del eslabón más débil y la realización de esa teoría en la Unión Soviética y con ello se implanta un nuevo período no previsto por Marx. Primer período de transición o período de la construcción de la sociedad socialista, que se transforma después en sociedad socialista para pasar a ser la sociedad comunista en definitiva". Y poco después manifiesta su discordancia con el hecho de que la NEP haya reintroducido en la URSS dinámicas capitalistas, para afirmar su creencia de que si Lenin hubiera vivido más tiempo hubiera dado marcha atrás a la NEP. Según el Che la NEP dio "entrada nuevamente a viejas relaciones de producción capitalista", que configuraron en la URSS lo que Lenin llamó un "capitalismo de Estado", y/pero que para el Che era un capitalismo premonopolista.
Algunas páginas después de la introducción teórico-histórica, Guevara formula muy clara y sintéticamente las ideas centrales que dan base a su SFP: "Tratamos de ir a la eliminación, en lo posible, de las categorías capitalistas, por lo tanto nosotros no consideramos un acto mercantil el tránsito de un producto por fábricas socialistas. Para que esto sea eficaz debemos hacer toda una reestructuración de los precios". Y agrega: "Eso está publicado por mí, no tengo más que agregar a lo poco que hemos escrito, salvo que hay que investigar mucho sobre estos puntos", en una observación que no sé exactamente a cual escrito se refiere. Pero lo que quiero destacar aquí es la posición de Che acerca de a ley del valor (recordando que Marx en el primer tomo de El Capital, distinguiéndolo del "valor de uso" de una mercancía, que es su capacidad como objeto para satisfacer alguna necesidad humana, reservó el término de "valor" sin más para el "valor de cambio", definido por él como el tiempo socialmente necesario para producir dicha mercancía; y luego definirá al precio como la expresión monetaria del valor). Dice el Che en la Carta: "…la ley del valor es la ley fundamental del capitalismo; ella es la que acompaña, la que está íntimamente ligada a la mercancía, célula económica del capitalismo". Es a partir de esas consideraciones que Guevara criticará el hecho de que en la URSS y los países del llamado "Campo socialista" de Europa (después de la NEP implementada por Lenin) "se mantienen las viejas relaciones capitalistas, se mantienen las viejas categorías del capitalismo, es decir, existe la mercancía, existe, en cierta manera, la ganancia, el interés que cobran los bancos y, naturalmente, existe el interés material directo de los trabajadores". Y remata: "En mi concepto todo este andamiaje pertenece a lo que podríamos llamar, como ya he dicho, un capitalismo premonopolista". A partir de esta última opinión creemos oportuno hacer dos consideraciones. En primer lugar recordar que en el tercer tomo de El Capital se ve que Marx cambiará su tesis sobre la relación valor-precio defendida en el primer tomo, para proponer la categoría de "precio de producción"; y dice que ese precio, que es por el cual se vende efectivamente la mercancía, incluye la suma del capital constante y del capital variable, más la ganancia media, y que el importe dinerario que recibe cada capitalista es proporcional a la parte con la que contribuye su capital al total del capital social. Y como la ganancia (y la ganancia media embutida en el precio de producción) es producto de la plusvalía que el conjunto de la clase capitalista le arranca al conjunto de la clase trabajadora, Marx concibe la sociedad capitalista como una estructura en la que cada miembro de la clase capitalista recibe un importe dinerario proporcional al porcentaje con el que su capital contribuye al capital social social global, en una situación, agregamos nosotros, que se asemeja a la de una Sociedad Anónima en la que sus miembros se reparten los dividendos en cuotas proporcionales al número de acciones que posee. Notamos que en la época de Marx esa hipótesis no podría ser verificada, por la cantidad de datos que habría que considerar; quizá hoy, en la época de los supercomputadores y de la internet, sea posible (los economistas lo dirán) hacer un cálculo aproximado que permita someter a test aquella hipótesis marxiana. (En todo caso, como lo hemos reiterado varias veces, ni nuestra crítica al capitalismo ni la alternativa ecomunitarista que proponemos, dependen de la teoría de la plusvalía de Marx, y sus derivados, como los referentes a la ganancia y la ganancia media, y se mantienen en pie aun en caso de que esas hipótesis marxianas se revelasen falsas).
En segundo lugar queremos recordar que el Che defendió la arrojada tesis de que en un dado país (en su caso, Cuba) era posible y necesario en la edificación del socialismo, para atender necesidades de las unidades productivas y de las personas, apartarse de la observancia estricta de la ley del valor en los intercambios, desde que la misma fuera respetada en el balance general de dichos intercambios. Por nuestra parte concordamos con esa posición, pues caminando rumbo hacia el Ecomunitarismo la ley del valor necesita ser domada mediante el mecanismo propuesto por el Che para priorizar siempre la satisfacción de las necesidades humanas y las de la preservación-regeneración de la Pachamama.
En óptica ecomunitarista adherimos a la idea guevariana de constituir todo un país (y luego un Continente y la Humanidad entera) como una gran unidad de producción-distribución-consumo de "valores de uso" planificados, para hacer viable, mediante una permanente antreayuda solidaria recíproca entre comunidades (desde la local hasta la planetaria) el principio rector ecomunitarista ya citado que reza "De cada un@ según sus capacidades y a cada un@ según sus necesidades, respetando los equilibrios ecológicos y la interculturalidad". En ese contexto, al tiempo en que las personas rotan en sus funciones productivas para desarrollarse como individuos comunitarios-universales-cósmicos en jornadas productivas de duración mínima (la necesaria para poner en práctica aquel principio), ha desaparecido el salario y el dinero. Porque habrá desaparecido la "mercancía", y los intercambios se darán entre "valores de uso" entre organizaciones productivas y entre las personas y aquellas, y no ocurrirán en un "mercado", que también habrá desparecido.
Mas el Che observa: "Nosotros tenemos una gran laguna en nuestro sistema; cómo integrar al hombre a su trabajo de tal manera que no sea necesario utilizar eso que nosotros llamamos el desestímulo material, cómo hacer que cada obrero sienta la necesidad vital de apoyar a su revolución y al mismo tiempo que el trabajo es un placer; que sienta lo que todos nosotros sentimos aquí arriba… Si la solución estuviera en la posibilidad de desarrollo de ese mismo obrero en el sentido material, estaríamos muy mal".
La primera cuestión es capital en la construcción de un orden comunitario- ambiental poscapitalista. Y sobre ella volveremos de inmediato para manifestar una discrepancia con el Che. Pero ahora me ocupo de su afirmación final, que reitera su rechazo a la palanca del estímulo material individual directo como herramienta de la construcción de la nueva sociedad, porque tal mecanismo mantiene el egoísmo capitalista, y su apuesta a la combinación del estímulo moral como recompensa de la buena labor (a través de reconocimientos públicos y diplomas, por ejemplo) y del estímulo material indirecto (por ejemplo premiando a los colectivos de trabajo, o a un trabajador con un curso de cualificación que después le permitirá ejercer una función superior a la anterior, mejorando su salario porque contribuye ahora más con su comunidad nacional). Por nuestra parte compartimos esa apuesta, sin dejar de recordar que "no solo de diplomas vive el hombre", y que toda Revolución con sentido ecomunitarista no puede perdurar si las necesidades materiales básicas de la población (en materia de alimentación, salud, educación, vivienda, transporte público) no son satisfechas al cabo de un determinado tiempo (que los sucesivos Planes deberán fijar con metas y plazos claramente definidos).
Ahora voy a la primera idea recién citada. Para tanto transcribo estas otras expresiones de Guevara: "…se nos critica el que los trabajadores no participan en la confección de los planes, en la administración de las unidades estatales, etc., lo que es cierto, pero de allí concluyen que esto se debe a que no están interesados materialmente en ellas, están al margen de la producción. El remedio que se busca para esto es que los obreros dirijan las fábricas y sean responsables de ellas monetariamente, que tengan sus estímulos y desestímulos de acuerdo con la gestión. Creo que aquí está el quid de la cuestión; para nosotros es un error pretender que los obreros dirijan las unidades; algún obrero tiene que dirigir la unidad, uno entre todos como representante de los demás, si se quiere, pero representante de todos en cuanto a la función que se le asigna, a la responsabilidad o el honor que se le confiere, no como representante de toda la unidad ante la gran unidad de Estado, en forma antagónica. En una planificación centralizada, correcta, es muy importante la utilización racional de cada uno de los distintos elementos de la producción y no puede depender de una asamblea de obreros o del criterio de un obrero, la producción que se vaya a hacer". Y poco después dirá: "…nuestra práctica nos ha enseñado dos cosas para nosotros axiomáticas; un cuadro técnico bien situado puede hacer muchísimo más que todos los obreros de una fábrica y un cuadro de dirección colocado en una fábrica puede cambiar totalmente las características de ellas, ya sea en uno y otro sentido".
Pero/y concluirá: "¿Cómo hacer participar a los obreros? es una interrogante que no he podido responder. Considero esto como mi obstáculo más grande o mi fracaso más grande y es una de las cosas para pensar porque en ello también está implicado el problema del Partido y del Estado, de las relaciones entre el Partido y el Estado".
Creo que en toda esta cuestión el Che extrapola erróneamente a la esfera de la producción su experiencia de jefe guerrillero. Asimila a éste al cuadro insertado en la fábrica. Y no confía en el poder de proposición, ejecución consciente y control-corrección del colectivo de trabajadoras-es. En base a lo que antes expusimos sobre la concepción ecomunitarista de la Planificación y la Política de Tod@s, juzgamos no solo posible, sino también indispensable para la formación del nuevo individuo comunitario-universal-cósmico que se perfecciona simultáneamente con el nuevo orden comunitario-ambiental poscapitalista, el hecho de que l@s trabajadoras-es de cada unidad productiva deliberen (por ejemplo mensualmente) sobre la mejor manera de realizar la parte que le cabe a esa unidad dentro del Plan, y evalúen y corrijan los resultados obtenidos. Eso no instala un clima de asambleismo permanente, pues entre una asamblea y otra tendrán que cumplir sus respectivas misiones especializadas aquellas personas que el colectivo ha designado para esos roles (representantes que el propio colectivo podrá revocar en cualquiera de sus deliberaciones mensuales, cuando juzgue que el responsable no está cumpliendo satisfactoriamente su función). Creo que esa es la respuesta a la pregunta y confesión de frustración cuando Guevara manifestaba: "¿Cómo hacer participar a los obreros? es una interrogante que no he podido responder. Considero esto como mi obstáculo más grande o mi fracaso más grande".
III) La función de Partido (y el Estado)
Como dijimos en la Introducción, creemos que lo manifestado por Guevara en ese apartado (que escribe meses antes de que se funde oficialmente el nuevo Partido Comunista de Cuba) es competencia de l@s cuban@s. Por nuestra parte nos limitaremos a reiterar brevemente la posición ecomunitarista en materia de Organizaciones políticas y sociales.
Tenemos claro que la democracia ecomunitarista (basada fundamentalmente en la democracia directa, ejercida mediante asambleas, plebiscitos y referendos, pero incorporando también formas participativas y el mínimo indispensable de formas representativas) tiene necesidad y construirá incesantemente, más allá de las esferas de la producción-distribución-consumo ecológicos, una rica red de organizaciones comunitarias (provisorias o durables). Las mismas tendrán muy diversos caracteres, articulaciones y funcionamiento, según cuál sea su cometido, sea éste, por ejemplo, de corte más educativo, sanitario, ambientalista, cultural, deportivo, de esparcimiento, etc. (aunque/y muchas áreas podrán ser encaradas simultáneamente en una y/u otra actividad). Así vemos la sobrevivencia transformada y renovada de muchas organizaciones sociales y/o no gubernamentales ya existentes en la actualidad (pero que habrán superado toda desviación actual que las atan a intereses financieros, o personalistas, o de lobbys egoístas, etc.) al tiempo en que se verá nacer a muchas otras (que la propia comunidad juzgará dignas de permanecer o fenecer, luego).
Ahora bien, la permanencia de los actuales Partidos políticos no aparece como una necesidad inherente al Ecomunitarismo; ello porque una vez superada la división entre clases, la rica diversidad humana puede vehicularse a través de las organizaciones comunitarias y de los medios de comunicación bajo su control, sin necesidad de los Partidos en su forma actual. En el período histórico de transición hacia el ecomunitarismo consideramos que cada país (mientras existan los países) decidirá si esa extinción partidaria se dará en una evolución que puede ir del pluripartidismo hacia el monopartidismo provisorio, o si se dará directamente a partir y en sustitución, sea del pluripartidismo o del monopartidismo actualmente existente.
Consideramos que más allá de los Partidos y las ONG’s (entre las que habrá que separar la paja del trigo, pues hay muchas que juegan dentro de las reglas capitalistas y son instrumentos de sobrevivencia, y a veces de buena vida, de algunos grupos de individuos avivados) la realidad ya pone sobre la mesa la forma organizativa ciudadana "red". En una red (que a veces se crea para enfrentar un tema socioambiental preciso): a) hay reunión libre de personas a partir de una convergencia de valores y objetivos, b) cada integrante mantiene su autonomía de pensamiento-acción y es libre de entrar/salir a/de la red, c) cada integrante sólo hace parte de la red en la medida en que participa efectivamente de ella, d) cada integrante es co-responsable por la acción de la red, e) las decisiones no obedecen a un poder central sino que se toman de abajo hacia arriba y de forma descentralizada, f) la comunicación es horizontal y libre entre los integrantes de la red, y en los temas que ella así lo decida por consenso, también hacia afuera de la misma, g) la red admite sin restricciones la creación en su interior de sub-redes por tipo o modalidad de acción, h) la red no admite jefes fijos sino líderes provisorios-rotativos, i) la red se auto-reproduce, ampliándose o transformándose sin trabas; cada nudo, al establecer una conexión nueva, ayuda a esa conducta autopoiética, j) la red se orienta por el principio de solidaridad entre sus miembros y hacia afuera. Las redes demuestran hoy que la actividad "política" es mayor que la política partidaria, recobrando su sentido griego de "organización de la ciudad-estado a manos del conjunto de los ciudadanos". En la democracia ecomunitarista todas las personas (a partir, pongamos, de los 11 años, que es la edad en la que según Piaget alcanzan madurez las operaciones lingüísticas formales y la fase superior de la moral) se involucran activamente en las deliberaciones y decisiones (de preferencia de manera directa, o al menos participativa).
Para impulsar la Política de Tod@s el Ecomunitarismo promueve la articulación de un gran Bloque que reúna a los pueblos originarios (fieles a su modelo de Buen Vivir comunitario-ecológico), los campesinos que cuidan la tierra practicando la agricultura orgánica y/o la pecuaria sostenible, los pescadores artesanales que evitan la sobrepesca, las cooperativas verdaderas y sostenibles, y por lo menos parte de los movimientos sindicales de asalariad@s, del estudiantado (aún no absorbido en la maquinaria productiva capitalista), de ambientalistas, de feministas, de negros (y otras minorías étnicas), y a un mosaico que incluye a partes de los excluidos del mercado y del consumo capitalista, de las víctimas (y sus parientes) de las guerras/masacres causadas por el capitalismo, de asociaciones de vecin@s, y también a individuos y/o grupos de las capas medias (como intelectuales, docentes, artistas y comunicadoras-es alternativ@s). Claro que la composición de ese Bloque varía de país a país según sus características. Ahora, en la lucha ecomunitarista son indispensables las coordinaciones continentales, e incluso, planetarias.
En el plano internacional, y mientras existan países y Estados, la Política del Ecomunitarismo incluye la defensa de la cooperación pacífica y solidaria entre todos los pueblos de Abya Yala y del mundo, ayer y hoy en busca del Buen Vivir y que quieren verse libres de cualquier Imperio. En ese marco la propuesta ecomunitarista defiende el desarme mundial (empezando por el desarme nuclear y la eliminación de todas las armas de destrucción en masa), y la constitución, en lugar de la actual ONU, de la Organización de los Pueblos Unidos, OPU, en la que decide la Asamblea General de los Pueblos (directamente a través de plebiscitos planetarios, y cuando sea inevitable a través de sus representantes en la OPU), y no existe más, como sucede en la ONU, un grupo privilegiado de naciones que detenta el real poder decisorio en un Consejo de Seguridad dominado por tan solo cinco países que son sus miembros permanentes, y que, "casualmente", tienen armas nucleares y derecho de veto. Como en toda red, en la OPU no hay cuadrícula ni nudo que tenga más importancia que los otros, sino que su mutua articulación en condición de igual valía es lo que la constituye y le da solidez y permanencia. Con esa estructura ve la Política ecomunitarista la configuración futura de la convivencia e intercambio solidario e intercultural y cero-polar ecomunitarista entre todos los pueblos, que son hijos de la Madre Tierra. Y en esa estructura ha de realizarse cotidianamente el principio rector ecomunitarista ya citado, que reza: "De cada un@ según sus capacidades y a cada un@ según sus necesidades, respetando los equilibrios ecológicos y la interculturalidad".
La lucha ecomunitarista reviste formas pacíficas, semipacíficas y, cuando ambas no son posibles o suficientes, y no cabe otro remedio, formas no pacíficas.
Entre las primeras se destacan las varias formas de resistencia pacífica activa, que comienzan ya en la perseverancia de los pueblos originarios en la manutención y defensa de su forma de vida comunitario-ambiental protectora de cada persona y respetuosa de la Pachamama. También se incluyen en esas formas pacíficas las acciones de resistencia de los campesinos familiares en defensa de sus tierras y de su producción agroecológica o de ganadería sostenible; y las de los pescadores artesanales que practican la pesca sostenible, y las de las cooperativas verdaderas y sostenibles. Y las luchas sindicales, estudiantiles, feministas, antirracistas, ambientalistas, vecinales, etc., con sus manifestaciones rurales o callejeras, huelgas, boicots, sus actos públicos, sus "sentadas" en la vía pública, sus volanteadas y "performances", sus programas en medios alternativos, sus campañas a través de las redes digitales (imprescindibles para llegar a l@s jóvenes), y otras actividades similares. Y también se inscriben en este rubro las disputas electorales, aunque la lucha ecomunitarista actual sabe que los dados electorales están cargados en la pseudodemocracia pseudorrepresentativa capitalista porque los capitalistas tienen en sus manos los grandes medios de comunicación-propaganda, y también el aparato represivo policial-militar, que les permite incluso dar Golpes de Estado cuando el resultado electoral no les agrada. En ese contexto también saben l@s ecomunitaristas que los triunfos electorales con rumbo claramente ecomunitarista solo serán teóricamente posibles tras muchas y continuadas luchas populares que se traban fuera de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial instaurados por el capitalismo y que están al servicio del capitalismo. Así, consciente de todo eso, la lucha ecomunitarista prioriza la promoción de asambleas, plebiscitos y referendos, para que el pueblo decida directamente sobre su vida. Y cuando se trata de elegir representantes (políticos y/o jurídicos) desde el nivel local hasta el Presidente del país, la lucha ecomunitarista decidirá caso a caso sobre la pertinencia de participar o no en esas contiendas, y la mejor manera de hacerlo.
Entre las vías semipacíficas se pueden contabilizar, por ejemplo, las ocupaciones de terrenos, campos, vías públicas y/o de edificios públicos o privados (como centros de estudio o de trabajo) y los piquetes, que imponen un control de la situación o de la circulación en determinado punto, con dinámica ecomunitarista; así, por ejemplo, la ocupación de latifundios (muchas veces propiedad de dueños que viven en la ciudad) por campesin@s sin tierra, se guía por la consigna "tierra para quien la trabaja, para producir alimentos sanos y cuidar de la Pachamama"; y la ocupación de edificios vacíos por parte de personas sin techo se amparará en la exigencia de dar a cada familia una vivienda digna.
Y porque la Historia ha demostrado que las formas de lucha antes mencionadas no siempre son suficientes para dar el salto que conduce hacia un más allá del capitalismo, poniendo proa hacia el Ecomunitarismo, la lucha ecomunitarista actual no reniega de las luchas no pacíficas, en especial para resistir y vencer el ataque armado de las bandas "legales" (léase policías y ejércitos) o no legales que sirven al Capital. La experiencia de los pueblos les ha enseñado a practicar tanto la autodefensa comunitaria armada como la guerrilla urbana y la guerrilla rural, y las guerras populares de autodefensa (por ejemplo ante una agresión imperialista); y la lucha ecomunitarista habrá de servirse de esos instrumentos cuando sean indispensables. Sobre todo en tiempos en los que el capitalismo usa bandas del Narcotráfico y del Crimen Organizado en general, para atacar a las comunidades y a las y los luchadoras-es que las defienden, y a todas las personas que se oponen al capitalismo; esa práctica capitalista ha llegado al punto de que se han constituido NarcoEstados, donde se mezcla la dominación capitalista "institucional-legal" con la opresión abiertamente criminal. Claro que, ateniéndose a la tercera norma fundamental de la Ética (que nos exige preservar-regenerar la saçud de la naturaleza humana y no humana), la/el luchador-a ecomunitarista que se vea obligad@ a recurrir a formas no pacíficas de acción, habrá de buscar la neutralización y no la muerte del adversario, y, si éste resultara herido, lo cuidará esmeradamente para que recupere lo antes posible su salud.
En perspectiva ecomunitarista no negamos las diferencias individuales en materia de iniciativa, coraje, capacidad organizadora, creatividad, habilidades manuales y otras, etc. De ahí que la acción comunitaria siempre habrá de reconocer las destrezas que hacen nacer y justifican el liderazgo de ciertas personas. No obstante las tres normas fundamentales de la ética (además de la tercera, ya citada, las dos primeras nos exigen, respectivamente, luchar para garantizar nuestra libertad individual de decisión y realizar esa libertad en la búsqueda de consensos con l@s demás, notándose que la aplicación plena de esta segunda norma solo será posible en una comunidad sin clases antagónicas) y el perfil del Ecomunitarismo apuntan a que esas destrezas se extiendan a todos los individuos en una u otra esfera de acción, de manera a que, por lo menos en una de esas esferas, toda persona ocupe alternadamente funciones de liderazgo. La concepción ecomunitarista del liderazgo, parafraseando a los zapatistas, consiste en "dirigir obedeciendo", o sea, orientar a partir y oyendo siempre a l@s demás. En esa desafiadora transformación las experiencias indican que será siempre necesario cuidar para que las personas que provisoriamente y/o por un tiempo se desempeñan como líderes, no caigan en la trampa, denunciada por Paulo Freire, de la "introyección del opresor". Tal introyección ocurre cuando el responsable temporal por una función sucumbe al individualismo, al mandonismo, a la "reeleccionitis" (queriendo eternizarse en un cargo porque se juzga indispensable) y a la tentación del culto al dirigente.
Es en todo ese contexto, y por el período histórico en el que aun la Humanidad necesite del Estado, que creo que cobra plena validez la exhortación de Guevara cuando dice: "Tenemos que crear una base investigativa seria que esté capacitada para responder interrogantes muy complejos y comience a estructurar un nuevo Estado Socialista, de corte totalmente distinto a los actuales. Pero no sé más sobre el tema: lo dejo en ese grado de vaguedad". En mi opinión el intento más serio y prometedor (después de la fugaz experiencia de la Comuna de París de 1871) de creación de un nuevo Estado "de corte totalmente distinto a los actuales", lo constituyó la estructura vigente en los primeros años de la Revolución rusa de 1917, que se apoyaba en el poder de los Soviets. (Lenin llegó a decir: "El socialismo es el poder de los Soviets más la electricidad"; como sabemos, infelizmente después el poder de los Soviets de obreros, campesinos y soldados se transfirió de hecho al Partido Bolchevique-Comunista, y luego al Secretario General de ese Partido). Creo que aquella iniciativa de rearticulación estatal desde abajo hacia arriba y desde lo local a lo nacional, debe inspirar los intentos ecomunitaristas en materia de invención estatal. Y si el Che dijo en la Carta refiriéndose al nuevo Estado necesario y por crear "…no sé más sobre el tema: lo dejo en ese grado de vaguedad", no será el que escribe estas líneas quien pueda ir más allá de la vaguedad.
IV) Recomendaciones generales
De este parte final de la Carta retendremos solo muy pocos puntos.
En lo referente a la Política Económica, comienza diciendo el Che: "Creo que un pequeño grupo de gente debía dedicarse a estudiar la Economía Política de este período, pero no debemos esperar por ellos ni pensar que lo puedan resolver fácilmente. Muy poca gente de esa capacidad habrá en Cuba, si es que hay alguien, porque estas son tareas que las han hecho pocos en la historia y quizás Marx fuera el único que la hiciera completa".
Aquí hay que recordar en primer lugar que el Che sostenía que en la URSS no se había hecho la Economía Política de la transición al socialismo, al tiempo que se habían generalizado como invariantes de esa transición algunas particularidades que eran solamente ruso-soviéticas. Dicho eso, y a fuer de parecer pedante, habría que notar que el subtítulo de El Capital es "Critica de la Economía Política", ya que Marx consideraba que tal rama del conocimiento servía, desde por lo menos Smith a Ricardo, para justificar a la sociedad capitalista. Siendo así las cosas, quien diga inspirarse de Marx no debiera reivindicar la Economía Política, sino proseguir la crítica que le dedicó Marx. Y a ese respecto hay que notar también que es totalmente falso que Marx haya hecho esa crítica "completa", pues según el propio plan que bosquejó, no pudo terminar sino una pequeña parte de la obra que se proponía; y esa pequeña parte tuvo como expresión publicada en vida de Marx solo el primer volumen de El Capital (ya que los otros dos son fruto de una recopilación hecha por Engels de manuscritos que Marx había dejado esparcidos y a veces sin terminar). Dos ejemplos de esa inconclusión de su obra madura son los hechos de que Marx no pudo llegar a analizar el mercado mundial, y dejó solo un párrafo dedicado a las clases sociales.
Aún sobre la esfera económica dirá el Che: "Hay que invertir en la industria, dentro de esta hay que tomar la industria más moderna… Hay que dedicarse a la química del petróleo, del azúcar, la química básica, incluidos fertilizantes en ella; hay que quimificar al máximo. Hay que automatizar, única forma de competir. Hay que atender al problema inquietante del mantenimiento preventivo".
Comparto la idea de que el camino hacia el Ecomunitarismo requiere el aporte industrial, pero, como el propio Che lo advirtió, hay que discutir (y yo agrego, con toda la población) qué tipo de industria queremos y no queremos, y por qué. En esa discusión se vería, por ejemplo, que la química del petróleo y el propio petróleo y los combustibles fósiles no deberían ser ni la matriz energética predominante ni una apuesta a futuro, pues una y otra debería residir en las energías limpias y renovables (como la eólica y la solar, por ejemplo); también, defendiendo la agricultura ecológica, se cuestionaría el uso de los fertilizantes artificiales, y, como ya lo advertimos antes, el llamado a la "quimificación al máximo". A su vez, comparto el llamado a la automatización, pues en el Ecomunitarismo la misma no crea desempleo y la consecuente angustia para lograr la satisfacción de las necesidades personales y familiares, sino que libera a las personas de las actividades penosas y les deja más tiempo libre para desarrollarse como individuos comunitarios-universales-cósmicos más allá de la esfera estrictamente productiva (dedicándose, por ejemplo a las actividades comunitarias de ayuda, a las artes, los deportes, o al simple ocio que permite gozar más la vida). Y coincido totalmente con Guevara acerca de la importancia del mantenimiento preventivo, pues el mismo ayuda a la práctica de la permanente reducción, reutilización y reciclaje de recursos y residuos, que es una exigencia básica de la economía ecológica y sin capitalistas con perspectiva ecomunitarista.
Casi al fin de la Carta el Che llama a "Hacer del cuadro del Partido un elemento pensante, no solo de las realidades de nuestro país sino de la teoría marxista que no es un adorno sino que es una extraordinaria guía para la acción", y a "Acabar con la escolástica y la apologética…". Lo que el Che reclama para el cuadro del Partido, a saber la capacidad de pensar, y de hacerlo sin cadenas escolásticas ni posturas apologéticas, en perspectiva ecomunitarista lo extendemos a la población en general. Y hacemos esa extensión a través de la Educación Ambiental Ecomunitarista socialmente generalizada, tanto en la educación formal como en la no formal (ver las directrices que hemos propuesto para ambas). Así damos expresión concreta a una de las últimas recomendaciones de la Carta, cuando Guevara llama a "Hacer una política educacional acorde con todo lo que se quiere conseguir unida en todas sus partes, congruente en sus escalas y congruente con lo que se busca".
Y aquí es fundamental reiterar una idea central del Che en lo relativo a la construcción de un orden comunitario-ambiental poscapitalista. Dice en la Carta: "Nosotros pretendemos que nuestro sistema recoja las dos líneas fundamentales del pensamiento que deben seguirse para llegar al comunismo. El comunismo es un fenómeno de conciencia, no se llega a él mediante un salto en el vacío, un cambio de la calidad productiva, o el choque simple entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. El comunismo es un fenómeno de conciencia y hay que desarrollar esa conciencia en el hombre, de donde la educación individual y colectiva para el comunismo es una parte consustancial a él. No podemos hablar en términos cuantitativos económicamente…". Por nuestra parte proponemos que la Educación Ambiental Ecomunitarista socialmente generalizada (tanto en la educación formal como en la no formal) debe contribuir a la formación de lo que el Che llamó el "Hombre Nuevo" (y que hoy, llamamos "Ser Humano Nuevo", para evitar toda desviación machista), capaz de practicar el principio rector del Ecomunitarismo antes citado, para propiciar a la comunidad y a sí mismo la instalación y permanencia del Buen Vivir (término que heredamos de nuestros pueblos originarios y que en nuestra óptica se confunde con la realización interligada y plena de todas las dimensiones constitutivas del Ecomunitarismo).
Bibliografía mínima
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originalmente en 1964, in Obras 1957-1967, vol. II, p. 251-285, La Habana: Casa de las Américas, 1970.
GUEVARA, Ernesto. Carta a Fidel Castro – 26 de Marzo de 1965, disponible gratuitamente en https://lobosuelto.com/carta-a-fidel-castro-26-de-marzo-de-1965-inedita-ernesto-che-guevara/
GUEVARA, Ernesto. Apuntes críticos a la Economía Política. La Habana: Editorial de
Ciencias Sociales/Centro de Estudios Che Guevara/Ocean Press, 2006.
LÓPEZ VELASCO, Sirio. Ética Ecomunitarista, Ed. UASLP, México, 2009, disponible gratuitamente en https://rebelion.org/download/etica-ecomunitarista-etica-para-el-socialismo-del-siglo-xxisirio-lopez-velasco/?wpdmdl=654430&refresh=5ffa00fe3411b1610219774
- - - Contribuição á Teoria da Democracia- Uma perspectiva ecomunitarista, Ed. Fi, 2017, disponible gratuitamente en https://www.editorafi.org/196sirio
- - - . Decálogo, Manifiesto y Compendio Ecomunitarista, Ed. Fi, 2025, gratuitamente disponible en https://www.editorafi.org/ebook/c054-decalogo-manifiesto-compendio-ecomunitarista
- - - Filosofía Ecomunitarista Aplicada (vol. 1, 2 y 3 – 2023, 2024, 2025, Ed. Fi e Instituto Quero saber), disponibles gratuitamente respectivamente en https://www.editorafi.org/ebook/a042-filosofia-ecomunitarista-aplicada