A Trump hay que verlo con ojos de piedad

Viernes, 19/09/2025 01:42 PM

Pero aún así no le cabe: "Perdónalo Señor porque no sabe lo que hace". Pues sí lo sabe y, hasta lo práctica hasta la saciedad cuando se mete a opinar de lleno a través de su Truth Social que sigue para su posible satisfacción de héroe posiblemente antimaquiavélico que, dudamos que haya leído a ese personaje y si lo ha hecho lo ofende.

Trump, Trump, Trump, republicano y realengo publicitario que goza de la mayor audiencia dentro de la arrechera "visceral" en el mundo de las razones. Donde el que calla otorga y, cuando no se convierte en su cómplice y su mal es ninguno, así lo pillen agachado.

Trump es un peso pesado dentro de la balanza de los magnates que tienen a su voluntad el poder con el que quiere subvertir el mundo y ponerlo a sus pies y, lo demás es puro cuento dentro de la distracción que lo acompaña con subalternos incluidos sean o no de la peor calaña y, eso a él le fascina y, si lo dudan, para qué existe entonces Marco Rubio su secretario de estado.

Pero será posible qué ese personaje que no encaja dentro de los cuentos de las mil y una noches por absurdo que, nunca logrará en pleno siglo XXI ni el arrepentimiento ni el perdón universal que lo convierte en el hombre más despreciado de este estirado mundo por más que se tongoneé como el propio majadero de las causas insólitas y, vaya usted a saber como destila el odio de sus perversidades cuando se disfraza de emperador del pasado con sus vicisitudes de viejo mañoso.

De inventor de falsedades y promotor contrapunto de adversidades juega a la política de sus bajas razones que cuando no corrompe ideas profundiza alteraciones que trastocan el medio y, con alas de piedad se empeña en derrumbar muros de la comprensión y, como el mandamás que cree que es tiene derecho a imponer medidas que dañen la supervivencia de otros a, los que degenera.

No sé en que cabeza cabe que el presidente Trump sea un valorable candidato a aspirar a ser premio nobel de la paz cuando, a cada momento estrangula con su pensamiento y acciones la dignidad de la voluntad humana del que se le oponga y, pervierte situaciones de fácil cooperación que él hace insoportable y, más cuando celebra la muerte de determinados individuos que no siguen la corriente de su pensamiento de furibundo fascista que, ánima cada día al gobierno de Israel a bombardear la franja de Gaza.

Trump ha querido intervenir Venezuela con toda la aberración de su pensamiento de jugar primero con su guerra económica que, hasta impuso un presidente interino como un dictador democrático que sacó de los aranceles de su cordura y, ahora nuevamente inyecta más presión corriendo la voz al activar procedimientos que van en contra de la paz de sus ciudadanos imponiéndoles el castigo de la guerra psicológica sin precedentes que lleva a cabo en el Mar Caribe, donde el ancla de las libertades se ha perdido cuando sueña con sacar a Maduro del poder que pudiera ser el souvenir que tanto desea tener el cubano-gringo Marco Rubio como si fuera tan fácil como "soplar y hacer botellas".

A Trump que se vaya a lavar ese paltó que Venezuela hace años no le pertenece a nadie más -sí y solo sí- a los venezolanos y, jamás dejará de ser la Patria de Bolívar por más que se vista de ególatra.

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