Sigamos el ejemplo de las milicias vietnamitas

Viernes, 22/08/2025 03:28 PM

Hay una burla generalizada hacia los milicianos que repugna, bien porque en su mayoría son personas que pasan de 65 años de edad o porque tienen alguna discapacidad o simplemente porque se identifican con el proyecto revolucionario y bolivariano. Lo cierto es que el desprecio y la sorna hacia este componente y sus integrantes lo plasman por las Redes Sociales día a día, aquellos que piensan que no llegarán a adultos mayor o que esperan que el presidente Nicolás Maduro negocie una transición pacífica y en el peor de los casos, aquellos que desean que fuerzas de ocupación invadan a Venezuela. Ser miliciano es un honor, una forma real de ser útil a la sociedad, a la patria y en especial a la revolución. Está de más recordar la labor de inteligencia y de lucha patriota e ideológica de los habitantes de la aldea: My Lai en Vietnam, la cual tropas estadounidenses masacraron e incendiaron en marzo de 1968 y que hoy día se discute sobre esa "acción militar", como una forma de lidiar con esa situación, al punto que los gringos han hecho canciones, películas y documentales tratando de quedar bien ante la historia. Sigamos el ejemplo de las milicias vietnamitas. Volviendo al tema de la Milicia Nacional Bolivariana, es un error fatal subestimar e ignorar a este componente aun cuando lo conformen invidentes, personas que les falte una mano, un brazo, un pie, incluso si tiene alguna condición especial, porque en una guerra o guerra de guerrilla todos los que defienden el suelo patrio, son útiles, desde el que lleva agua a los que están en la línea de fuego, hasta el que traslada a los heridos a los hospitales de campamento, pasando por el que hace mantenimiento al armamento, el cocinero o el que lleva las estadísticas de los pertrechos. He visto en Facebook o Instagram, por nombrar dos plataformas, videos de milicianos llevando al hombro a otro miliciano en clara burla de su edad o milicianos bailando de manera sugestiva o milicianas pintándose la cara o los labios -previo a un desfile militar- y en el que el video-comentario destaca: Ni que fueras a desfilar en las pasarelas de la Quinta Avenida de Nueva York. No faltará el que diga que ese es el humor del venezolano, hacer un chiste de una tragedia y una tragedia de un chiste y estoy de acuerdo, esa es nuestra idiosincrasia, pero como estamos asediados mediáticamente, sin olvidar el bloqueo económico y las intenciones abiertas del gobierno de los Estados Unidos y sus aliados de la Unión Europea de invadirnos y asesinar al presidente Maduro y al ministro Diosdado Cabello; pues hay que ponerse serio y dejar de lado el humor negro o subestimar al enemigo y mucho menos dejarle nuestra seguridad a la suerte. Felicito a todos los milicianos y milicianas -sirva el pleonasmo- por el esfuerzo que a diario realizan por hacer valer su condición de defensores de la patria, tanto en ciudades como en pueblos, caseríos y todos los rincones de la geografía nacional ¡Viva la Milicia Nacional Bolivariana, carajo!

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