Donald Trump en medio de sus desvaríos amenazó a Lula con un arancel del 50%, sobre todos los productos brasileños exportados. Ante esta medida Lula le replicó que “está cansado de ser un subordinado del norte. Queremos tener independencia de nuestras políticas, queremos hacer un comercio más libre y las cosas están ocurriendo de manera maravillosa; estamos incluso discutiendo la posibilidad de tener una moneda propia o utilizar las monedas de cada país, sin tener la necesidad de acudir al dólar”.
Los tiros de esta determinación de Trump de imponer el tan mentado arancel del 50%, proviene de las declaraciones de un general del ejército del Brasil que está incurso en un complot para asesinar a Lula y a dos de sus más cercanos colaboradores. Según sus propias expresiones, en un juicio que enfrenta Jair Bosonaro, expresidente del Brasil, por una presunta participación en una conspiración golpista, que buscaba impedir la asunción de Lula al poder. El asunto es que este militar formaba parte del círculo de amistades de Bolsonaro; que luego quiso salirse de la tangente, pero ya tenía la soga al cuello. Las investigaciones llevadas a cabo, se logró conocer que Bolsonaro tenía a la mano , una vez eliminado Lula, una solicitud de la anulación de las elecciones presidenciales; donde se desconocía el triunfo de Lula. En esta oportunidad los militares marcaron distancia y no participaron en la asonada; permitiendo la juramentación del presidente electo. Con todas estas pruebas y elementos del juicio la Fiscalía brasileña, declaró culpable a Bolsonaro y ahora enfrenta una condena de 40 años de cárcel.
No es un secreto que Jair Bolsonaro es una pieza de Trump dentro del ajedrez geopolítico de Latinoamérica. Ahora el presidente norteamericano, respira por la herida y pretende intimidar a Lula, que de paso se le ha arrodillado a Trump, convirtiéndose en una piedra de tranca para que Venezuela no ingrese por la puerta grande a los BRICS. Con esta postura buscaba en sus momentos congraciarse con los gringos; para nada le valió esa villanía. Tenemos que señalar, que en la reciente reunión de Sao Paulo, Lula abogó por una Reforma en el Consejo de Seguridad para incluir más naciones a los BRICS, entre ellos el G- 20, que son 19 ´países y la Unión Europea y la Unión Africana. Dentro de los 19 países esta EEUU.
Recordemos que Bolsonaro durante su mandato fue un incondicional al imperialismo gringo. Se retiró de la CELAC y de UNASUR. Abrió una oficina comercial en Jerusalén. Se alió a Guyana en el reclamo que Venezuela tiene sobre el Esequibo. Como lo explicamos, la disputa que Trump tiene con Lula, tiene su origen en el encarcelamiento de Bolsonaro. El presidente gringo, le había expresado “que cambie de rumbo y deje de atacar a Bolsonaro”. “He visto el temible trato que recibe”. Como bien sabemos, Bolsonaro se valió de un general para asesinar a Lula. De ahí que está preso, ahora Trump sale en su defensa. Reiterando, la intriga que tiene Lula en contra de Venezuela, la reciente reunión de Sao Paulo, a Venezuela ni siquiera la ignoraron.