Acabamos de aceptar algo insólito, Trump niega todo contrato petrolero con Venezuela. Los motivos evidentemente están ligados a la guerra de Ucrania y Gaza. La guerra o la confrontación entre naciones amigas o incluso enemigas están haciendo lo necesario para provocar una guerra para luego negociarla con el propio país atacado es una estrategia típica gringa. En este caso se provoca una guerra donde se venden millonadas de armamento que serán pagados cediendo riquezas de tal tamaño que ceden el país casi completo a las compañías norteamericanas.
Esto produce una perdida grandiosa en todo lo que es la producción petrolera. La actitud de Trump parece infernal en este sentido: provoca las guerras, las confrontaciones internas y luego obliga al país atacante o atacado a pagar con su propia riqueza material haciéndose prácticamente dueño del mismo país, todo esto gracias a la vente de millardos en industria armamentista. Se produce el ataque para luego completar la ofensiva que se convierten en genocidio, negociaciones que suponen la pérdida de tierras y riquezas sin ningún tipo de contrapartida.
Estamos dentro de esta balanza infernal no cabe duda y es así que nos hemos empobrecido como nunca. No hay guerra por los momentos, existe sí el secuestro, el asesinato, el encerramiento, totalmente falso donde juegan un papel primordial los grupos mercenarios armados por el mismo gobierno. Detrás de ello juegan un papel primordial los poderes oscuros que se esconden detrás de los gobiernos imperiales. En otras palabras esta es una guerra escondida tras los poderes mundiales que promueven desde dentro y desde fuera, guerra desde fuera como es el caso de Ucrania, o los genocidios provocados por Israel y apoyados por EEUU e Inlaterra en el medio oriente, mas las guerras internas igualmente donde igualmente son negociadas naciones enteras o sencillamente incorporar mayores bloqueos a los países que son asumidos como tierras enemigas cuando . Dentro de este contexto cualquier democracia se convierte en un imposible. Europa en ese sentido parece despertar de su sumisión al bloque globalizante de las guerras provocadas, recreando su industria armamentista y rompiendo parte por parte la alianza de sumisión a la cual se ha establecido por años, dejando a Europa en una decadencia que sin este despertar puede ser fatal para su futuro. Esperemos que podamos seguir este ejemplo, lástima que con el gobierno que en este momento el imposible democrático se agudiza, como salir de él es la incógnita fundamental por la cual atravesamos. La lucha sigue de una u otra manera el triunfo es la gran incógnita que tenemos por delante.