Nuevamente el Pueblo de Colombia es víctima de su oligarquía, quienes con tremenda insensatez juegan a destruir cualquier intento de paz para esta Nación, manifestaron vocero del Movimiento Monagas Agroecologica,: Prof. Alexander Mejías y el biologo Oswaldo Olivero
Desde los acuerdos de Paz que fue el resultado de una voluntad férrea de humanismo por parte de la FARC y de la actitud de mejorar condiciones de estabilidad económica del gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos, la oligarquía no se ha quedado tranquila ante este hecho que lo percibían como una derrota ante un movimiento revolucionario que enfrentaban sus dominios políticos, económicos y social.
Desde un primer momento el fascismo Colombiano dirigido por Álvaro Uribe, sin ningún tipo de ponderación, expresaron al mundo su rechazo a la inserción a la sociedad civil de miles de combatientes que se vieron obligados a tomar las armas para defenderse de los atropellos de la derecha que empleaban el asesinato selectivo de la dirigencia campesina y el robo de tierras como técnicas de amedrentamiento para el control del territorio neogranadino.
Un sueño y las esperanzas de ver terminado un conflicto armado que hunde una nación en miseria y violaciones de sus derechos humanos, donde el asesinato y la guerra no permiten la posibilidad de avanzar a mejores escenarios de estabilidad económica, al contrario, cada día, la emigración desde las tierras fértiles colombianas hacia la ciudad o hacia nuestra tierras venezolanas eran la practica común.
Hoy vemos nuevamente, producto de la muerte de más de 130 excombatientes, facciones de este movimiento guerrillero han tomado la decisión de volver al camino de las armas, acertada o no, esta decisión es producto de una realidad donde el gobierno uribista de Ivan Duque esta cumpliendo su estrategia de romper cualquier posibilidad de paz para el pueblo neogranadino.
Un muestra más que la ultraderecha latinoamericana poco le importa la vida del más humilde, una muestra más, que ellos solo tienen intereses y no sentimientos humanistas hacia una clases deprimida por políticas económicas que buscan fortalecer las "grandes familias" colombianas.
Como movimiento Monagas agroecológica, nos preocupa enormemente como sufren nuestros hermanos colombianos, pues la agroecología es la fusión, la armonía entre el hombre, la mujer con la naturaleza, sin esto, sin la paz del ser humano en el contexto donde habita no hay agroecología posible, y vemos como la selva colombiana en vez de ser un escenario de equilibrio y vida natural es un escenario de guerra y producción de drogas por un paramilitarismo que dañan irremediablemente a las generaciones futuras de la sociedad Colombiana.
La práctica política de esta ultraderecha es un común denominador que abarca cualquier área donde exista el aprovechamiento de los recursos para generar ganancia para los sectores económicos. El amazona es otra prueba de ello, donde otro representante de esta ultraderecha como es el presidente Jair Bolsonaro ve a este pulmón vegetal como un simple recurso para la explotación de riquezas y no como el albergue de miles especies, una inmenso caudal hídrico que beneficia a millones de pobladores, entre otros beneficios que ofrece a la humanidad.
Y esto debe llamar a la reflexión, la presencia de personajes como Álvaro Uribe, Ivan Duque,Jair Bolsonaro, Mauricio Macri, entre otros, resultan una terrible amenaza para la paz del continente, sus conductas que responden a una política depredadora del ambiente y generadora de una contracción económica para la gran mayoría de la población, constituyen una inestabilidad y una zozobra para la región y esto lo apreciamos, cuando en vez de ocuparse de los terribles problemas internos, están con una conducta belicista hacia Venezuela. Nuevamente, arremeten bajo la tutela Estadounidense, para tratar de desestabilizar el gobierno Venezolano, quieren extender sus ambientes de guerras a través del TIAR para conseguir los argumentos para invadir el suelo patrio y seguir aumentando las ganancias de la industria militar que es su gran objetivo, sin importar la sangre derramada de los Venezolanos.
En este sentido hacemos un llamado a unir esfuerzos en Venezuela y el resto del continente para deponer actitudes divisionistas y consolidar la unión latinoamericana para frenar cualquier intento de destruir La paz de los colombianos, frenar sus perros de guerra que atentan contra la soberanía Venezolana, además, crear políticas ambientales que salvaguarden la Amazonía y exigimos a la ONU y a los organismos Internacionales de Defensa de los Derechos Humanos a realizar esfuerzos para consolidar la paz, y contribuir en lo que sea necesario para evitar la escalada de violencia, de asesinatos de lideres sociales que luchan por una mejor sociedad neogranadina y latinoamericana.
Asimismo, la actitud de la oligarquía colombiana debe servir de lección hacia los sectores populares, a los movimientos insurgentes a entender que dicha oligarquía no tiene criterios de construcción de una sociedad con mejores condiciones de vida, es pertinente más precaución en los acuerdos de paz para evitar la entrega incondicional de estructuras y avances organizativos que después son aprovechados por sectores antipopulares para arreciar y destruir cualquier perspectiva de desarrollo, finalizaron diciendo los voceros Alexander Mejías y Oswaldo Olivero
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