Pronto daremos inicio al último mes del año. Este período que concluye ha estado marcado por grandes batallas, profundas determinaciones y decisiones importantes cono Pueblo revolucionario.
Nunca antes nuestra nación había experimentado una movilización tan intensa, uniendo a chavistas, revolucionarios e incluso a ciudadanos de la Patria en defensa de nuestro territorio.
Las amenazas que enfrentamos hoy son innegablemente reales.
Ciertamente, en los 26 años de Revolución, hemos sido testigos de crueldad, traiciones y dolor.
Sin embargo, la amenaza actual es de naturaleza determinante: el potencial de bombardear ciudades representa la acción más grave que el enemigo podría cometer.
Su objetivo es claro: provocar el caos y la mortandad para lograr nuestro derrocamiento. Y es fundamental entender que este ataque no se dirige únicamente contra un gobierno institucional, sino contra la esencia misma del Pueblo-Gobierno.
Lamentablemente, adversarios políticos, prisioneros de sus miedos y el odio sembrado, no dimensionan las consecuencias de sus peticiones a gobiernos extranjeros. Son víctimas de 26 años de asedio mental sistemático.
Los ataques han sido constantes desde que el Comandante Chávez asumió el poder, buscando generar cansancio, desgaste, desesperanza e incertidumbre.
A pesar de esto, hemos contado con el respaldo inquebrantable de nuestro Gobierno, desde Miraflores hasta las Alcaldías.
Al asumir una parte integral en una Comuna, un Consejo Comunal, un Movimiento Social o un partido de la Revolución, uno se define como auténtico Revolucionario. Se afirma la identidad del "¡Somos Chávez!"
Esto significa enfrentarse directamente al imperialismo más sanguinario de la historia de la humanidad, sellando de antemano su derrota.
Seamos firmes y valientes. Esta fortaleza se consolida al asumir compromisos con el PSUV, con las instituciones Bolivarianas y, sobre todo, con el Pueblo mismo.
Hoy, reafirmamos nuestra identidad Patria y revolucionaria. Comencemos Diciembre con esta determinación, resistiendo con convicción los embates económicos y fascistas que nos golpean.
Sigamos avanzando con la certeza de que la victoria está garantizada; cielo y tierra protegen a nuestra nación.