Los partidos políticos venezolanos tendrán que reinventarse, lucen agotados, ya son disfuncionales, de ello no se salva ninguno: ni los del sector oficialista (el PSUV y sus entelequias periféricas), ni los de oposición, estos últimos están en las peores condiciones, tanto los que han sido judicializados, como los que no.
La apreciación que tenemos sobre la situación de los partidos políticos en general la expresamos con preocupación, y hasta con dolor, pues entendemos que los partidos políticos son instituciones necesarias para el sostenimiento de un sistema democrático, son consustanciales a ella, tal como lo testifica el hecho que en todos los países del mundo, donde impera un sistema democrático de gobierno poseen partidos políticos solidos y estables, claro que éste no precisamente el caso venezolano, donde la autocracia y el autoritarismo del gobierno han socavado las bases democráticas de la República.
La violación sistemática de nuestra Carta Magna sobre todo en materia de derechos humanos, (informe del alto comisionado para los DDHH de la ONU, y de Misión de determinación de los hechos ONU) de los Derechos laborales (más de 1200 días sin incremento del salario, art 91) y de los Derechos electorales, ( CNE no publicó actas con escrutinios elecciones 27-J 2024 desglosado mesa por mesa), entre otros, son quebrantos constitucionales evidentes que no admiten discusión.
Sí al profundo déficit de democracia señalado, le sumamos la precaria situación de los partidos políticos, que por cierto también son antidemocráticos, en cuanto a la designación de quienes ocupan sus instancias de dirección (siempre son los mismos personajes ), y también en cuanto a su actuación (siempre imponen el criterio de la cúpula ), entonces tenemos como resultante la pseudo democracia que padece la República de Venezuela.