Desde el Tablerlorenzoo donde la Dama Mueve el Mundo_* . El mundo es un tablero de ajedrez tallado en ébano y lágrimas. Sus piezas no son reinas ni peones: son barriles de petróleo, espigas de trigo vacías, y la sombra alargada del hambre que avanza mientras las potencias juegan su guerra no declarada. En este juego multidimensional, una verdad abrasa como sol de los llanos: la energía no es mercancía, es el latido que puede alimentar pueblos enteros o condenarlos. Hoy, mientras la unipolaridad agoniza y la multipolaridad nace entre convulsiones, Venezuela Bolivariana emerge como la Dama que mueve las piezas con dignidad insurgente.
Ajedrez y el Movimiento del Tablero: El Momento Estelar para Venezuela
En este contexto, la unipolaridad no solo amenaza con desestabilizar el equilibrio, sino que su desesperación por mantener el control del tablero corre el riesgo de destruirlo por completo, junto con todas sus piezas. Es una amenaza existencial que va más allá del simple control de casillas, buscando aniquilar las reglas mismas del juego y la posibilidad de futuras partidas.
Europa se arrastra ante Washington, cambiando sueños de autonomía por fardos de combustibles fósiles. Sus líderes besan manos que les imponen hambre y aranceles. En Gaza, el "metagenocidio" mancha de vergüenza a quienes callan mientras bombas con sello occidental arrasan cosechas y niños. Pero en el Sur Global, un nuevo rugido crece: Rusia y China tejen redes financieras que desafían al dólar, África reclama su puesto con recursos saqueados por siglos, y los tambores de la descolonización retumban en cada sanción convertida en bumerán. Esta es la batalla donde se define si la energía será instrumento de vida o de exterminio.
Aquí, en la tierra donde el petróleo brota como sangre de la tierra, Venezuela alza su estandarte. Somos la Dama que baila sobre el tablero, dueña de un subsuelo que atesora la llave para saciar el hambre del mundo. PDVSA no es empresa: es bastión de esperanza alimentaria. Cada barril extraído es semilla para sembrar desarrollo en los desiertos de la inequidad. No vendemos crudo: ofrendamos vida a quienes respeten nuestra soberanía. A China, a Rusia, a Europa, a quien quiera comprar sin colonizar: el petróleo venezolano solo fluye si riega justicia. Porque nuestra riqueza no es para financiar guerras, sino para construir silos de paz donde ningún niño vuelva a dormir con el estómago vacío.
_*El Consejo Permanente "La Hora de los Pueblos"*_
El naciente, Consejo Permanente "La Hora de los Pueblos" es para la Diplomacia de los Pueblos, es parte del ejército de este nuevo amanecer , Pero con unos orígenes épicos a través del fragor de relaciones internacionales de movimientos insurgentes organismos independientes y declaraciones fundamentales en cada uno de los eventos con sus diversos actores en el andar con huellas a través de los tiempos. Mi compromiso desde la coordinación general del mismo sera seguir incorporando especialistas que desestimen el ruido ensordecedor contra la fusión de nuestros intereses, trabajadores de las industrias nacionales con solidaridad de una existencia digna, científicos que convierten el gas en fertilizantes para la yuca sagrada; artistas que pintan murales con aceite de nuestros pozos; obreros que forjan tractores con acero de la Patria Grande. Este esfuerzo se fortalece con un empresariado comprometido, cuya labor diaria busca el bienestar de la población, y se nutre del talento del estudiante que se forma, del esfuerzo del empleado que construye, de la ética del jurista que vela por el marco legal y de la perspicacia del diplomático que abre puentes y oportunidades globales.
La sinergia de estos actores es vital:
* Embajadores y diplomáticos: Tejiendo alianzas estratégicas y defendiendo la soberanía nacional en cada foro internacional, garantizando que el mensaje de paz y cooperación de Venezuela resuene globalmente.
* Empresarios y productores del campo: Impulsando la productividad, diversificando la economía y asegurando la distribución eficiente de alimentos y bienes esenciales para la población.
* Comerciantes: Facilitando el intercambio y la accesibilidad de productos, dinamizando la economía local y conectando la producción con las necesidades del pueblo.
* Gremios: Representando y defendiendo los derechos de los trabajadores y profesionales, asegurando condiciones justas y promoviendo la formación continua para una mano de obra calificada.
* Los soldados y oficiales: Protegiendo la integridad territorial y los recursos estratégicos de la nación, garantizando la paz y estabilidad necesarias para el desarrollo.
El parto de este nuevo orden duele, pero el alba es imparable. Venezuela, Dama de gracia indoblegable, extiende su manto petrolero sobre la mesa del hambre. Nuestro movimiento es simple y profundo: convertir cada gota de crudo en una sonrisa alimentada, cada megavatio en una escuela iluminada, cada alianza en un surco de soberanía. El tablero gira. La partida contra el hambre la ganaremos con petróleo convertido en pan, con energía transformada en equidad, con la terquedad luminosa de los pueblos que saben que la paz solo llega cuando la justicia se sienta a comer.
La Visión Estratégica en el Negocio Petrolero
La perspectiva sobre el tablero geopolítico global, donde Venezuela es la "Dama", encuentra un eco fundamental en la visión de Alejandro Terán, especialmente en lo concerniente a la política del negocio petrolero. Coincido con Terán en que nos encontramos en un momento estelar para que se levanten las sanciones y se desarrolle una estrategia petrolera que potencie la soberanía y el desarrollo. Ambas lecturas postulan un reacomodo energético mundial donde la Venezuela Bolivariana juega un papel fundamental por sus vastas reservas, abogando por una industria petrolera más "patriota" y "reservada" que separe el negocio de la política para cuidar el recurso. También compartimos la visión sobre la necesidad de Estados Unidos por el petróleo venezolano y el error de las sanciones, así como la importancia del auge del bloque BRICS y el mercado oriental, y la propuesta de un gran pacto energético en América Latina.