Organizaciones estadounidenses denuncian el bloqueo petrolero de Trump contra Venezuela como un crimen de guerra.

Miércoles, 17/12/2025 01:11 PM

Trump creo una falsa bandera de narcotráfico para querer robar el petróleo de Venezuela
Credito: Agencias

La organización pacifista estadounidense CODEPINK condenó de manera categórica el anuncio del presidente Donald Trump de imponer un bloqueo naval y petrolero contra Venezuela, al calificar la medida como una amenaza abierta de guerra, castigo colectivo y saqueo de recursos, en violación del derecho internacional y de la soberanía venezolana.

En una declaración difundida este 16 de diciembre bajo el título "Venezuela no es propiedad de Estados Unidos", CODEPINK sostuvo que anunciar un "bloqueo total y completo" de los petroleros venezolanos constituye, bajo el derecho internacional, un acto de guerra, al tratarse del uso de la fuerza para forzar la sumisión de un Estado soberano.

La organización denunció que las declaraciones de Trump sobre una supuesta "armada más grande jamás reunida" rodeando a Venezuela y la promesa de un "shock como nunca antes visto" representan una amenaza explícita de violencia, diseñada para imponer un cambio político por medios militares y económicos.

CODEPINK afirmó que la exigencia de Trump de que Venezuela "devuelva" petróleo, tierras y activos a Estados Unidos revela el verdadero objetivo de la agresión, al subrayar que Venezuela no ha robado nada, sino que ejerce su derecho soberano a controlar sus recursos naturales y a impedir que corporaciones estadounidenses dominen su economía.

Según la organización, esta narrativa refleja una visión neocolonial que reduce a América Latina a una zona de extracción, bajo la lógica de que el poder estadounidense equivale a propiedad.

El comunicado alertó además que la designación del Gobierno venezolano como "Organización Terrorista Extranjera" constituye un abuso peligroso del Poder Ejecutivo, orientado a eludir al Congreso, borrar el debido proceso y fabricar una cobertura legal para una acción militar, al tiempo que calificó de "grotesca" la decisión de Trump de declarar el fentanilo como "arma de destrucción masiva", evocando deliberadamente el mismo marco utilizado para justificar la guerra de Irak.

En ese sentido, CODEPINK rechazó las acusaciones que vinculan a Venezuela con el narcotráfico, la migración forzada y el crimen en Estados Unidos, y denunció que la migración está siendo instrumentalizada como pretexto para la agresión, ocultando el impacto devastador de las sanciones estadounidenses, que han bloqueado el acceso a alimentos, medicinas, combustible y recursos financieros, generando sufrimiento masivo en la población venezolana.

La organización recordó que Estados Unidos ya ha confiscado activos venezolanos, congelado miles de millones de dólares en el exterior y tomado control de empresas como CITGO, y sostuvo que la actual escalada se produce precisamente porque las sanciones no lograron doblegar al país, empujando ahora a Washington hacia un bloqueo total y una asfixia económica aún mayor, utilizando el hambre y la privación como armas de guerra.

CODEPINK comparó esta estrategia con otros escenarios de castigo colectivo, al señalar que la misma lógica de cortar combustible, alimentos y medicinas se ha utilizado en Palestina y en otras guerras impulsadas por intereses imperiales, y advirtió que el caso venezolano forma parte de un sistema global de dominación que sacrifica vidas humanas y el planeta en nombre del poder y la ganancia.

"Venezuela no es propiedad de Estados Unidos", subrayó la organización. "Su petróleo no pertenece a Washington, su tierra no es una moneda de cambio y su pueblo no le debe su soberanía a ningún imperio", afirmó el comunicado, al advertir que un bloqueo, una designación terrorista y un despliegue militar son pasos directos hacia la guerra.

En conjunto con CODEPINK, el partido Socialista Estadounidense (PSL) hizo un llamado urgente al Congreso estadounidense y a la comunidad internacional para detener la escalada, rechazar la amenaza ilegal y defender el principio de soberanía, al tiempo que organizaciones solidarias reiteraron: "No a la guerra contra Venezuela".

EL PSL designó categóricamente la campaña agresiva contra Venezuela como un «acto de guerra y un asedio diseñado para causar un colapso económico y una crisis humanitaria como precursor para que los Estados Unidos libren una guerra total». Asimismo, llamó al pueblo de Estados Unidos a «rechazar las mentiras y ponerse en el lado correcto de la historia».

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