La posible Industrialización del coque de Jose

Miércoles, 31/12/2025 05:17 AM

Como ya hemos dicho en otros artículos la industrialización constituye el proceso central de la modernidad capitalista ya que crea las sociedades industrializadas donde la empresa industrial es el núcleo de la actividad económica vista no solo nacionalmente sino también en lo regional. 

Dentro del contexto industrializador la hostilidad comercial de los Estados Unidos no nos deja comerciar libremente nuestro petróleo y derivados, por lo que debemos plantearnos nuevos caminos de industrialización del petróleo, el incremento de su valor agregado, con nuevos productos para otras aplicaciones y otras presentaciones. Es el caso del coque que genera la planta de Jose.

El oriente del país ha sido una región eminentemente petrolera pero impactando en lo social y en lo politico solo con la aparición de la gran empresa, sea pública o privada, y donde la artesanía industrial, pequeñas y medianas vinculadas a lo petrolero no se le ha dado la relevancia necesaria. Integrarse a la industria solo está representada por un empleo o trabajo en las grandes empresas pero creo que podría pensarse en desarrollo de proveedores y desarrolladores de valor, para obtener otros productos más valiosos. 

Necesitamos ir más allá, de tal manera que la industria petrolera genere un mayor impacto social, económico y regional. Creo que una de las opciones es ampliar su cobertura industrial incrementando el valor agregado de los productos, para ir pensando en una cadena industrial nacional más larga con múltiples empresas y emprendedores de todo tipo.

Así la industrialización del coque de petróleo acumulado en el Complejo de Jose representa una de las oportunidades económicas más estratégicas para Venezuela en 2025, no solo por el volumen masivo de material disponible, sino por la versatilidad de sus aplicaciones. Actualmente, la mayor parte de este recurso se comercializa como "coque verde" a granel, un formato que, aunque genera ingresos inmediatos, enfrenta limitaciones logísticas y ambientales debido a la volatilidad del polvo y los altos costos de fletes especializados. 

La transición hacia productos procesados permitiría capturar un valor significativamente mayor en el mercado internacional, transformando un pasivo ambiental en un activo industrial de alta demanda. Es pasar de la cultura del "desecho" a la cultura del "valor agregado" y presentar el coque no como un "residuo" o "estorbo" de la planta de Jose, sino como un recurso estratégico, de amplísimas posibilidades con un desarrollo inmenso en múltiples aplicaciones. Otra industria complementaria a la petrolera, gas y petroquímica, la industria del coque, donde podría estudiarse fórmulas que eviten agresiones del norte y tener más libertad de comercio, hoy conculcado. 

Una de las rutas de industrialización más accesibles y de menor costo inicial es la producción de briquetas o bloques compactados. Este proceso no requiere de una complejidad técnica extrema ni de inversiones multimillonarias; se basa en tecnologías accesibles de baja intensidad para la trituración del coque y para comprimirlo en máquinas briqueteadoras, tecnología que inclusive con un poco de aplicación y apoyo ingenieril podría ser replicada en el país.

Con una inversión inicial en rangos moderados y un producto compactado y más manejable se reducen drásticamente las pérdidas por dispersión y facilita el almacenamiento. Estos bloques tienen un mercado natural e inmediato en las industrias cementeras de países vecinos como Brasil y Colombia, donde se valoran por su alto poder calorífico y su facilidad de transporte en logística convencional.

Escalando en la cadena de valor, la "súper compactación" vinculada a la calcinación ofrece el mayor retorno económico, aunque con una barrera de entrada superior en términos de capital, pero que sigue siendo accesible en la situación económica actual del país. Al súper compactarlo a presiones extremas, el producto resultante deja de ser un simple combustible para convertirse en un insumo crítico para la fabricación de ánodos de carbono, esenciales en la fundición de aluminio y acero. 

En 2025, el precio del coque calcinado puede quintuplicar el valor del coque verde, justificando inversiones en infraestructura que, aunque costosas, se amortizan rápidamente debido al bajo costo del insumo local. Y a lo mejor la gente del IVIC con la de INTEVEP mejora la supercomputación y generan la supercompactacion extrema venezolana. No se sabe.

No debemos ver el coque simplemente como un apéndice de la extracción petrolera, sino como el nacimiento de una nueva rama industrial nacional. Sumar la 'Industria del Coque' a nuestro portafolio energético nos otorga una ventaja táctica: mientras el mercado del crudo es rígidamente controlado por intereses geopolíticos, el coque procesado abre puertas en la industria pesada global, desde la siderurgia hasta la producción de cemento y aluminio

Al pensar la industrialización del coque de Jose se ve un abanico de opciones con nuestro coque, joya industrial venezolana mal aprovechada que puede crear una nueva rama industrial distinta al petróleo con productos numerosos que sume como nuevo motor industrial, cuyas aplicaciones llegan hasta procesos químicos avanzados. La clave del éxito en el corto plazo reside en aprovechar la ubicación geográfica privilegiada de Jose para servir al mercado nacional y mercados de la cuenca del Atlántico y Europa.

Con un producto compactado, Venezuela procesaría sus recursos, reduciendo la dependencia de las exportaciones de materia prima bruta y posicionándose como un proveedor confiable de diversas formas de material energético industrial. Un antecedente es la experiencia de Carbonorca, que ha utilizado el coque de Jose para ánodos destinados a la industria del aluminio. Se sustituyen importaciones y usa el coque venezolano como un insumo estratégico. También se le considera idóneo para su uso como controlador de filtrado en fluidos de perforación Sin embargo, hay que ir más allá del nicho, es impulsar una “industria del coque” complementaria al petróleo, capaz de diversificar la economía productos, generar empleo y abrir mercados.

Claro hay que aplicar “velocidad china” para que los proyectos no pasen tanto tiempo en preparación y poder expandir la industria del coque y además, buscando superar las agresiones hostiles de Estados Unidos.

 

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