Desde la Vanguardia Ciudadana por la Democracia (VCD), alzamos nuestra voz en este momento crucial de debate constitucional para denunciar una de las más graves traiciones a nuestro pueblo: la privatización silenciosa de la renta petrolera. Este esquema perverso, que socava los cimientos de nuestra nación, debe ser abordado de manera frontal en el marco de la reforma constitucional que está en marcha. ¡No podemos permitir que se perpetúe este robo institucionalizado!
El Mecanismo Perverso de la Expropiación Silenciosa
La mayor parte de las divisas que ingresan a Venezuela provienen de la exportación petrolera, que ha representado históricamente más del 95% de los ingresos externos del país. Estas divisas, en lugar de reinvertirse productivamente en el desarrollo nacional, son vendidas por el Estado a empresarios, particulares, actores estatales y redes clientelares, bajo la modalidad de cambio oficial con comisiones establecidas por el Banco Central de Venezuela (BCV).
Los compradores depositan bolívares a cambio de dólares, que el Estado acredita en cuentas externas. Sin embargo, este proceso no implica una contraprestación productiva ni un retorno económico directo al sistema nacional. Peor aún, semanas o meses después, el propio BCV devalúa el bolívar respecto al dólar, lo que dilapida el valor de los bolívares recibidos por el Estado y enriquece a quienes compraron dólares a un precio anterior más bajo.
Las Consecuencias Visibles de un Modelo Agotado
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Pérdida patrimonial del Estado: El BCV entrega un activo externo (divisas petroleras) a cambio de un activo interno que se deprecia sistemáticamente. El resultado es un empobrecimiento silencioso de la nación.
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Transferencia regresiva de riqueza: El acceso preferencial a divisas se convierte en una forma encubierta de acumulación desigual. Las divisas del pueblo terminan en manos de unos pocos actores privilegiados.
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Inflación y empobrecimiento: La devaluación subsecuente encarece las importaciones y dispara los precios internos. Los sectores que no tienen acceso a dólares pierden poder adquisitivo y se empobrecen.
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Destrucción del aparato productivo: Las importaciones baratas, subsidiadas indirectamente por la renta petrolera, compiten deslealmente con la producción nacional. Se consolida un "capitalismo de puertos" que inhibe la industrialización.
He allí el rol histórico modelo de Estado rentista que desde 1936 todos los políticos han ofrecido desmontar y hasta la fecha no lo han querido hacer. Aquí se da el "Principio de transferencia irreversible de divisas sin contraprestación productiva", que puede definirse como el proceso mediante el cual el Estado centraliza los ingresos en moneda extranjera generados por las exportaciones de recursos naturales (principalmente petróleo), pero en lugar de reinvertirlos estratégicamente en actividades económicas con retornos tangibles (como industrialización, tecnología o infraestructura), los transfiere directamente a actores privados o externos bajo modalidades que no garantizan beneficios productivos para la economía nacional.
¡Esto es una violencia estructural contra el pueblo venezolano! Viola nuestra Constitución y pisotea la justicia social.
¡Una Propuesta para la Futura Reforma Constitucional: Los Dólares como Inversión, No como Mercancía!
En el marco de esta reforma constitucional, proponemos un cambio fundamental en la concepción y gestión de nuestras divisas. Los dólares provenientes de la renta petrolera no son una mercancía cualquiera para ser vendida al mejor postor; son un activo financiero estratégico de la nación. Como tal, deben ser inyectados en la economía nacional en calidad de préstamo productivo, y no de simple venta.
Esto implica un sistema donde las divisas se otorgan bajo criterios estrictos de rentabilidad social y económica, con planes de retorno claros y fiscalizables, orientados a la inversión productiva, la generación de empleo, la diversificación económica y el desarrollo tecnológico. De esta manera, cada dólar que ingrese al país se convertirá en un catalizador de crecimiento, y no en un instrumento de enriquecimiento para unos pocos.
La lucha por una Venezuela productiva, equitativa y soberana comienza por desenmascarar los mecanismos que nos han condenado al estancamiento y a la dependencia, y la reforma constitucional nos brinda una oportunidad histórica para establecer los pilares de una nueva economía al servicio de todos los venezolanos.
¡Es Hora de Actuar! Propuestas para Rescatar Nuestra Riqueza
La VCD no solo denuncia, ¡propone soluciones concretas para rescatar nuestra renta petrolera y ponerla al servicio del pueblo!
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Transparencia y Equidad: Exigimos un sistema público de asignación de divisas con total trazabilidad y fiscalización ciudadana. ¡Que cada dólar sea rastreable y beneficie a todos!
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Productividad como Condición: El acceso a divisas debe estar condicionado a proyectos que generen producción, tecnología y capacidad exportadora. ¡No más dólares para la especulación!
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Política Cambiaria al Servicio de la Nación: Un rediseño urgente de la política cambiaria para que favorezca la producción nacional y no la especulación financiera.
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BCV al Servicio del Pueblo: Una reforma institucional del BCV que lo devuelva a su papel de garante del interés nacional, no de cómplice de la privatización.
¡La Renta Petrolera es Nuestra! ¡Recuperémosla!
La renta petrolera es el patrimonio de todos los venezolanos. Su uso debe estar al servicio de un desarrollo integral, la justicia social y nuestra soberanía económica. Denunciar y desmantelar esta privatización silenciosa no es una opción, ¡es un deber ciudadano, académico y político!
Desde la VCD, hacemos un llamado a la acción. La lucha por una Venezuela productiva, equitativa y soberana comienza por desenmascarar y desmantelar los mecanismos que nos han condenado al estancamiento y la dependencia.
¡Únete a la Vanguardia Ciudadana por la Democracia! ¡Juntos podemos rescatar nuestro futuro!