La UPEL1988-2025: 37 años de servicio al país

"Educadores comprometidos con la transformación".

"Desde la firma del Acta de Consolidación en la Iglesia San Francisco de Caracas en 1988, la UPEl se ha convertido en un referente nacional e internacional en la formación docente, integrando los institutos de Caracas, Barquisimeto, Maturín, Maracay, Táchira, Yaracuy y Miranda. Esta integración permitió armonizar planes de estudio, optimizar recursos y fortalecer la investigación, consolidando la calidad académica"...

(Rectorado UPEl, 2025)

El cronista, egresado de la UPEl IPB (1989-1995) en la especialidad de Ciencias Sociales, Mención Historia, probablemente pertenezca a quienes han integrado las primeras promociones de tal conglomerado universitario; ya que, lógicamente, los colegas de las cohortes anteriores hicieron su escolaridad en el marco del Instituto Universitario Pedagógico Expetimental de Barquisimeto, IUPEB, cuyo primer año o semestres los cursaban en el Instituto Básico Superior de Barquisimeto, conocido como "El Básico", que al parecer fue una experiencia académica administrativa de integración universitaria en la ciudad y la región.

Habíamos ingresado a la UPEl IPB en 1989 por la vía de los famosos Comités de Bachilleres sin Cupo, gracias a la gestión de dirigentes estudiantiles como Nelson Ures, presidente de la Federación de Centros Universitarios y otros luchadores, junto a un grupo de más de cien jóvenes que ilusionados con tener una carrera universitaria equivalente a la de Licenciados en Educación nos iniciamos en el estudio de la didáctica de las ciencias sociales mediante los tres componentes fundamentales: formación general, pedagógica y de especialidad, que en lo personal como ya señalamos optamos por Ciencias Sociales Mención Historia, en el Departamento del mismo nombre.

Fue esa una experiencia curricular extraordinaria que imprimió un carácter personal altiva culturalmente en todos, dicho coloquialmente: quienes ingresamos no fuimos los mismos que egresados; pasamos la molienda de planes y programas de mucha demanda, a través de clases formales presenciales en las aulas, lectura rigurosa de libros, ya que la biblioteca era la principal fuente de información, así las extra cátedras con las excursiones de geología, por ejemplo, así como la convivencia en pasillos, cafetines, viajes a congresos en otros pedagógicos, actividades en el auditorio de la voz estudiantil o magisterial, entre otras tantas fueron definiendo un perfíl, que con el tiempo ha calado y han sido muchos que han hecho de la docencia su pasión y compromiso con el cambio, otros se han dedicado a la investigación, llegando a ser referencias nacionales e internacionales.

Nosotros en lo personal en aquél momento no advertimos la polémica que implicó la confirmación de una universidad de estructura matricial nacional y que, según algunos testimonios, supuso la eliminación de las escuelas normales, así como la incorporación de la opción de Mejoramiento Profesional del Magisterio a la UPEl, que para algunos constituyó un aspecto crítico, una opinión que aún se mantiene entre ciertas comunidades de pensamiento. En cambio, nuestra alegría fue siempre que ingresamos a una universidad nacional, aunque cobservara el nombre de Instituto Pedagógico, al que posteriormente, se le asignó el nombre de Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa, según la propuesta del Profesor Uzcategui, destacado discípulos del Maestro Prieto.

Hoy la UPEl se mantiene en pie, ello a pesar que igual que el resto de las universidades le ha tocado reinventarse y sigue desarrollando encuentros académicos o congresos científicos y humanísticos, no para, es resiliente, en el plano gremial también; de hecho está semana leímos en redes sociales que se está exigiendo al Estado que transforme los famosos bonos económicos complementarios en salarios, lo que incidirá en el monto del bono de agosto y diciembre, hablaron o entregaron una correspondencia al ministerio respectivo. Quien sabe si atenderán esa justa petición.