Bogotá, 31 de diciembre de 2025. Cumplir metas como comprar vivienda, viajar, emprender o tener tranquilidad financiera sigue siendo un desafío para millones de colombianos. Aunque la intención de ahorrar existe, en la práctica el dinero se diluye y los sueños se postergan. Precisamente, según Asobancaria el 70 % de los ciudadanos gasta todo su ingreso mensual sin dejar un ahorro para imprevistos, lo que demuestra que es poca la cantidad de personas que resguarda un porcentaje de sus ingresos y que con solo un gasto extra podrían entrar en crisis financiera.
En esa línea, un estudio realizado este año (2025) por la plataforma digital MejorCDT, en alianza con la firma de investigación Views, confirma esta desconexión entre intención y ejecución:
● 78 % de los colombianos se arrepiente de no haber ahorrado o invertido sus ingresos extra.
● 88 % admite que la prima se diluyó sin un uso claro, convertida en "plata de bolsillo".
"Identificamos los cuatro motivos por los que los colombianos no cumplen sus sueños, resaltando que el problema va más allá de los ingresos, está en los hábitos, decisiones y falta de estrategias claras", afirma María Elisa Ponce de León, gerente de Comunicaciones de MejorCDT:
La intención no se convierte en acción: Según el estudio de la marca, el 61 % de los encuestados reconoce que, pese a tener la intención de ahorrar, no logró hacerlo, evidenciando una brecha entre el propósito y la acción.
La falta de disciplina y de mecanismos automáticos provoca que el dinero se quede disponible para gastar. El resultado: buenas intenciones que nunca se materializan.
El consumo impulsivo gana la batalla: el 54 % se arrepiente de haber gastado más de lo debido en compras impulsivas, lo que termina erosionando cualquier esfuerzo previo. Compras no planeadas, gastos emocionales y "gusticos" diarios terminan absorbiendo recursos que podrían destinarse a metas de largo plazo.
La planificación no se cumple: Aunque algunas personas definen un uso específico para ingresos extra como la prima, en la práctica ese plan se abandona rápidamente frente a gastos inmediatos. 42 % de los ciudadanos admite no lograr cumplir el plan establecido para el cual tenía destinado su dinero, dejando claro que la falta de disciplina y de mecanismos de control sigue siendo uno de los principales obstáculos para cumplir los sueños financieros.
Poco uso de instrumentos de ahorro con propósito: Guardar dinero sin una estrategia clara o dejarlo disponible en cuentas de bajo rendimiento reduce la motivación para ahorrar y limita el crecimiento del capital.
Un contexto económico que agrava la situación
Este comportamiento ocurre en un entorno donde el ahorro en Colombia sigue siendo bajo y la capacidad de guardar dinero se ve presionada desde el inicio del año. En enero, un mes tradicionalmente difícil para el bolsillo familiar, los hogares colombianos gastaron en el 2025 alrededor de 93 billones de pesos, un 6,33 % más que en el mismo mes del año anterior, según la medición de Gastometría de Raddar.
Lo anterior refleja que, tras el fuerte consumo de diciembre, las familias enfrentan compromisos adicionales como el pago de matrículas, transporte, arriendos y servicios, al tiempo que los precios de alimentos y otros bienes básicos continúan al alza. Este panorama de mayores gastos y menor margen para ahorrar limita la posibilidad de destinar recursos hacia metas personales o profesionales, afectando así el cumplimiento de sueños y proyectos que dependen de un colchón financiero
El problema no es solo cuánto ganan los colombianos, sino cómo gestionan su dinero, continúa María Elisa, "la mayoría de las personas tiene metas claras, pero sin una estrategia de ahorro e inversión, esos sueños se van aplazando indefinidamente. El dinero llega, pero no se queda. Por eso, cuando el ahorro tiene propósito y se apoya en herramientas adecuadas, se vuelve un aliado real para cumplir objetivos, no solo una buena intención".
Cómo empezar a cumplir los sueños financieros
Pasar del deseo a la acción implica algo más que buenas intenciones. Ahorrar no es simplemente guardar lo que sobra, sino tomar decisiones anticipadas que limiten el gasto impulsivo y le den un propósito claro al dinero. En ese sentido, los instrumentos que obligan a definir un monto y un plazo se convierten en aliados para construir disciplina financiera.
Cuando el dinero se separa desde el momento en que se reciben los ingresos y se destina a un objetivo específico, como el pago de una matrícula, unas vacaciones familiares, impuestos o la protección de un capital, el ahorro deja de depender de la fuerza de voluntad y se vuelve automático y estructurado. Por esta razón, los CDTs han demostrado ser una herramienta efectiva para quienes buscan cumplir metas de mediano y largo plazo sin exponer esos recursos al gasto cotidiano.
En Colombia, más de 30 entidades financieras ofrecen CDTs y sus condiciones pueden variar de forma significativa, tanto en tasas como en plazos. Ante este escenario, han surgido plataformas digitales como MejorCDT, que facilitan la comparación entre las diferentes opciones del mercado y permiten abrir estos instrumentos de manera 100 % digital, eliminando barreras operativas que históricamente han dificultado el acceso al ahorro formal. Así, el ahorro con propósito deja de ser una intención recurrente para convertirse en una estrategia concreta, donde la estructura, más que la motivación, es la que acerca a los colombianos a cumplir sus sueños.