Impactos geoeconómicos y rivalidad estratégica global

Tregua comercial Estados Unidos-China y acuerdos con Rusia

Lunes, 03/11/2025 05:39 AM

El impacto de la tregua comercial de un año entre Estados Unidos y China, y los acuerdos concomitantes entre ambos países y Rusia, configura una reorganización sensible en el tablero geoeconómico mundial. El pacto alcanzado entre Donald Trump y Xi Jinping en Busán ha significado una pausa en una escalada de aranceles y restricciones tecnológicas que amenazaba con transformar profundamente las cadenas de valor, el suministro global de materias primas estratégicas y la resiliencia de los mercados internacionales.

A partir de este acuerdo, diversos analistas coinciden en que seguimos presenciando movimientos tácticos más que decisiones estructurales de largo plazo, lo que impone cautela en la interpretación de sus consecuencias para el sistema internacional.

El corazón de la tregua reside en la reducción del 10% de los aranceles estadounidenses a las exportaciones chinas, lo que baja la tasa efectiva de gravámenes del 57% al 47%. A cambio, China suspende sus controles a la exportación de Tierras Raras —esenciales para industrias de alta tecnología y defensa— y reanuda compras de productos agrícolas estadounidenses, especialmente soja, comprometiéndose a adquirir 12 millones de toneladas en 2025, y a ampliar el volumen entre 2026 y 2028.

Estas medidas otorgan respiro inmediato a sectores industriales y agrícolas de ambos países, pero los beneficios se limitan por la naturaleza de su vigencia: un acuerdo temporal y reversible según presiones políticas y coyunturas económicas. La cautela de los mercados, traducida en ligeras caídas en las bolsas chinas tras el anuncio, denota una percepción de provisionalidad e incertidumbre ante compromisos oficiales vagos y sujetos a revisión.​​

Si bien la tregua crea expectativas optimistas sobre la mitigación del conflicto comercial, adolece de ser más una pausa táctica que una solución estratégica. En el trasfondo sigue latente la rivalidad estructural por el liderazgo tecnológico y económico. Los analistas económicos advierten que los aranceles vigentes, incluso tras la reducción pactada, continúan lastrando las economías de ambos países, recortando el PIB estadounidense en aproximadamente un 0,9% y el chino en 0,6%. Las concesiones mutuas sobre Fentanilo y restricciones tecnológicas, así como los nuevos marcos para el suministro de semiconductores y exportaciones de Nvidia, pueden interpretarse como intentos por restaurar flujos comerciales en sectores estratégicos, más que como genuino avance en la resolución de desacuerdos sistémicos.

El hecho de que el acuerdo esté programado para revisión y probable cierre durante una visita de Estado a Pekín en marzo refuerza la percepción de que ambas partes exploran tácticas negociadoras más que construyen confianza o institucionalidad.

En términos globales, esta tregua produce un alivio en la volatilidad de los mercados internacionales. La suspensión temporal de nuevos aranceles y restricciones tecnológicas trae estabilidad a las exportaciones y importaciones de países dependientes de la dinámica EE.UU.-China, incluidos socios agrícolas y mineros de América Latina. El repunte en precios internacionales de harina de soja, por ejemplo, ha beneficiado a productores argentinos y brasileños al estimular la demanda y equilibrar cuotas de exportación. Sin embargo, la persistencia de medidas proteccionistas en torno a industrias de alto valor estratégico como semiconductores, baterías y tecnologías verdes deja sin resolver el potencial de disrupciones sistemáticas en el largo plazo, sobre todo para economías periféricas insertas en redes globales.

La dimensión estratégica del acuerdo adquiere mayor complejidad cuando se examinan los vínculos de Estados Unidos y China con Rusia. El próximo aniversario del Tratado de Buena Vecindad y Cooperación Amistosa entre China y Rusia marca el fortalecimiento de una relación que ha migrado de la mera complementariedad económica a una coordinación geopolítica explícita. Moscú, bajo presión de sanciones occidentales, ha profundizado sus acuerdos con China en sectores energético, tecnológico y militar. Mientras tanto, Washington sostiene una agenda ambivalente con Rusia, con elementos de presión (como sanciones tecnológicas y restricciones bancarias) que coexisten con intentos de diálogo sobre seguridad nuclear y estabilidad regional.

Esta triangulación genera efectos contradictorios, pues abre vías de cooperación selectiva entre las tres potencias pero también refuerza los incentivos para consolidar bloques rivales que se disputan el acceso a tecnologías de frontera, materias primas y rutas comerciales críticas.

El balance de poder entre Estados Unidos, China y Rusia se regula entonces no solo por aranceles y acuerdos comerciales, sino por el Manejo de Recursos Estratégicos y el Control sobre el Flujo de Innovaciones Científicas y Tecnológicas. La suspensión de restricciones a las Tierras Raras y la apertura de compras agrícolas por parte de China evidencian cómo las negociaciones comerciales adquieren tintes de estrategia geopolítica: “China retuvo compras de soja y exportaciones de Tierras Raras para obtener una tregua sin conceder mucho a cambio”. Por su parte, Trump presenta la reducción de aranceles y la reanudación de exportaciones como “victorias históricas”, pero el alcance real se limita a aliviar presiones inmediatas sin desarmar el consenso de confrontación que ha permeado ambas administraciones.

Ambos países parecen buscar tiempo para reforzar cadenas de suministro alternativas y disminuir la dependencia mutua (América Latina y El Caribe en expectativa).

En este contexto, la guerra en Ucrania y las tensiones en el Mar de China Meridional juegan un papel de fondo en la lógica de la tregua. El acuerdo incorpora cláusulas sobre la colaboración en seguridad alimentaria, medidas antidrogas y eventuales consultas sobre el conflicto en Europa Oriental, lo que revela una diversificación de agendas negociadoras hacia temas de seguridad no tradicional. China y Estados Unidos también acordaron “trabajar juntos sobre el futuro de la guerra en Ucrania”, lo que sugiere que las negociaciones comerciales podrían ser instrumentalizadas como vías indirectas para influir en escenarios de crisis, negociar posiciones estratégicas o legitimar rutas de transporte alternativas como la Ruta de la Seda y el corredor Ártico.

Paradójicamente, la tregua comercial de 2025 muestra cómo el sistema internacional evoluciona hacia un equilibrio inestable, en el que las grandes potencias alternan escaladas y pausas negociadoras para obtener beneficios inmediatos pero mantienen intacta la rivalidad subyacente. Este patrón de ciclos de escalada y desescalada responde tanto a la presión de los mercados como a la necesidad de los gobiernos de mostrar resultados ante sus poblaciones (Trump… y su electores), sostenibilidad de sus economías y factores empresariales claves. Por ello, los expertos prevén nuevas tensiones conforme se acerquen fechas de revisión del acuerdo, decisiones judiciales sobre aranceles o cambios de administración en cualquiera de las partes.

La estructura de intereses nacionalistas y la competencia por el liderazgo en tecnologías críticas seguirán marcando la dinámica de fondo de las relaciones entre Estados Unidos, China y Rusia.

A nivel sistémico, los efectos económicos inmediatos del acuerdo comercial y las triangulaciones ruso-chinas pueden describirse como paliativos más que como soluciones de fondo. La presión sobre las cadenas de producción globales se alivia temporalmente, pero el margen de maniobra de los países no hegemónicos sigue determinado por la volatilidad y la naturaleza reversible de los acuerdos. Las respuestas de los mercados internacionales y de los socios periféricos refuerzan la idea, provisional, de la “Globalización Inclusiva” propuesta por Xi Jinping tras la tregua al traducirse más en ajustes tácticos que en un rediseño de las reglas del juego.

“El equilibrio entre rivalidad y colaboración es lo que define el nuevo capítulo en la economía global; la cooperación es instrumental y parcial, la confrontación estructural y persistente​”.

En conclusión, la tregua comercial de un año entre Estados Unidos y China brinda alivio temporal a los mercados y favorece intereses inmediatos de sectores agrícolas e industriales, pero responde más a necesidades tácticas y cortoplacistas de ambas potencias que a la consolidación de un sistema comercial basado en la confianza y la institucionalidad. La interdependencia selectiva entre Estados Unidos, China y Rusia, reforzada por acuerdos energéticos, industriales y tecnológicos, genera una arquitectura de poder basada en: Concesiones Mutuas Reversibles, Competencia Sistémica y Bloqueos Selectivos.

Mientras persista la posibilidad de reversión y la volatilidad en los compromisos, el impacto estructural será parcial y condicionado, primando la lógica de ciclos de tensión y distensión en la definición del orden geoeconómico mundial. La tregua abre un espacio de negociación, pero ninguna de las partes renuncia a: la Rivalidad Fundamental por el Control de Recursos Estratégicos, Liderazgo Tecnológico y Poder en el Orden global.

“La Economía Internacional, en consecuencia, se ajusta, pero no transforma sus fundamentos bajo estas condiciones, esperando que los próximos movimientos de Estados Unidos, China y Rusia configuren el verdadero horizonte de estabilidad o confrontación futura”.

Tribuna Popular.

f.oscar.f30@gmail.com

Referencias

Estados Unidos y China alcanzan una tregua comercial tras la reunión presencial entre Trump y Xi Jinping, el primer encuentro de este tipo celebrado en años. Breve, 30 Octubre 2025. https://www.democracynow.org/es/2025/10/30/trade_china

Trump y Xi Jinping acuerdan una tregua comercial entre EE.UU. y China tras reunirse en persona. Titular. 30 Octubre 2025. https://www.democracynow.org/es/2025/10/30/titulares/trump_and_xi_agree_to_deescalate_us_china_trade_war_after_face_to_face_talks

Estados Unidos. La Casa Blanca anuncia un acuerdo económico con China. Resumen Latinoamericano. 2 Noviembre 2025. https://www.resumenlatinoamericano.org/2025/11/02/estados-unidos-la-casa-blanca-anuncia-un-acuerdo-economico-con-china/

Ruiz,  Fabiana. (2025). China y Estados Unidos sellan tregua: ¿Un nuevo capítulo para la economía global? Negocios TV. Todo es Geopolítica. 02/11. https://www.negocios.com/articulo/todo-es-geopolitica/china-estados-unidos-sellan-tregua-nuevo-capitulo-economia-global/20251102082011471002.html

Buchwald Elisabeth; Liu, John. (2025). Un acuerdo comercial entre Trump y Xi no arreglará la economía de Estados Unidos, ni de China. CNN. 30 Octubre. https://cnnespanol.cnn.com/2025/10/30/mundo/acuerdo-comercial-trump-xi-economia-analisis-trax

Trump baja al 10 % los aranceles a China tras reunión con Xi. Noticias DW. 30 Octubre de 2025. https://www.dw.com/es/trump-baja-al-10-los-aranceles-a-china-tras-reuni%C3%B3n-con-xi/a-74549759

Tregua comercial entre China y EE.UU.: expectativas, concesiones e impacto. Primeras valoraciones. 30 Octubre 2025. https://www.fundssociety.com/es/noticias/mercados/tregua-comercial-entre-china-y-ee-uu-expectativas-concesiones-e-impacto/

Conferencia de Prensa Habitual Ofrecida el 31 de Octubre de 2025 por Guo Jiakun, Portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores. 31 Octubre 2025. https://www.fmprc.gov.cn/esp/xwfw/lxjzzdh/202511/t20251102_11745609.html

Valqui, Jennifer. (2025). Xi Jinping vs Donald Trump: ¿quién ganó realmente la tregua comercial entre Estados Unidos y China, según expertos? La República. 02 Noviembre. https://larepublica.pe/mundo/2025/11/01/xi-jinping-vs-donald-trump-quien-gano-realmente-la-tregua-comercial-entre-estados-unidos-y-china-segun-expertos-ntpe-88955

Xi Jinping propone una “globalización inclusiva” tras sellar la tregua comercial con Trump. Paulino Rodríguez. 31 Octubre 2025. https://paulinorodrigues.com.ar/2025/10/31/xi-jinping-propone-una-globalizacion-inclusiva-tras-sellar-la-tregua-comercial-con-trump/

China acelera su “autopista polar” a Europa a través del Ártico entre cambios geopolíticos y riesgo climático. EFE. 2 noviembre 2025. https://efe.com/mundo/2025-11-02/china-artico-autopista-polar-europa/

 

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