¿Se detendrá el dolar?: La angustia inevitable en Venezuela

Martes, 16/09/2025 12:47 PM

En el complejo tablero de la economía global, el valor de una moneda es el reflejo más sincero de la salud y la credibilidad de una nación. No se trata de un número abstracto, sino del resultado entre producción, confianza y disciplina fiscal. Cuando una moneda se debilita de forma persistente, las causas suelen encontrarse en una combinación de factores críticos: un desequilibrio comercial crónico, la práctica de financiar el gasto público con la emisión de dinero sin respaldo, una erosión de la confianza que se propaga como una epidemia y, finalmente, una huida masiva de los agentes económicos hacia divisas más estables. El caso del bolívar venezolano es un estudio profundo de cómo estas fuerzas, al converger, pueden atrapar a una economía en una espiral descendente.

`ANATOMÍA DE UNA DEVALUACIÓN`

La economía venezolana no solo ha navegado por las turbulentas aguas de una hiperinflación entre 2017 y 2022, sino que lo hizo en medio de una prolongada inestabilidad política y un régimen de sanciones económicas internacionales. Informes de organismos tan diversos como la ONU, la CEPAL y el Center for Economic and Policy Research (CEPR) han documentado el impacto contractivo de estas medidas. Este cóctel de presiones internas y externas ha cultivado una profunda percepción de riesgo sistémico, minando la confianza tanto de inversores extranjeros como de la población local. En este escenario, la reacción económica ha sido instintiva: los ciudadanos y las empresas han buscan refugio en el dólar u otras monedas fuertes, provocando un aumento insostenible de la demanda de divisas que, inevitablemente, pulveriza el valor de la moneda local.

`UN MOTOR DE LA DEVALUACIÓN.` El torrente de Liquidez

Los datos del Banco Central de Venezuela (BCV) cuentan una historia inequívoca. La liquidez monetaria, que es la cantidad total de dinero circulante en la economía, se disparó de 188 billones de bolívares a principios de enero a más de 410 billones para el 1 de septiembre. Este incremento del 126% en apenas ocho meses no es fruto de un auge productivo o de un crecimiento económico robusto.

Por el contrario, los 221 billones de bolívares adicionales inyectados en el sistema provienen directamente de la emisión de dinero impreso por parte del BCV. En la ciencia económica, esta práctica tiene un nombre: monetización del déficit fiscal. Es decir, el Estado, al no poder cubrir sus gastos con ingresos genuinos (impuestos, exportaciones), ha recurrido a la imprenta del banco central para financiarse.

La expansión monetaria, crea una superabundancia de bolívares que persigue una oferta limitada de dólares, de modo que contribuye a la acelerada devaluación, pero además, alimenta directamente la brecha cambiaria en Venezuela.

`El INESCAPABLE VEREDICTO ECONÓMICO`

Ante la pregunta de si el tipo de cambio dejará de subir, la respuesta, desde una perspectiva económica fundamental, es categórica, ¡No!. Mientras persistan la inestabilidad estructural, las sanciones que limitan el ingreso de divisas y, de manera crucial, la financiación del gasto público con un crecimiento anual de la liquidez superior al 100%, la depreciación del bolívar no es una posibilidad, sino una certeza matemática.

La impresión de dinero por parte de un Banco Central para financiar el gasto público constituye según la ciencia Económicos, el principal factor de devaluación de la moneda. Al seguir este camino, Venezuela se une naciones como Zimbabue y Sudán, que han demostrado las catastróficas consecuencias de esta política. Mientras la creación de dinero sin respaldo productivo continúe superando a la economía real, la pérdida de valor del bolívar seguirá siendo un reflejo de una ley económica tan implacable como la gravedad.

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