Un error muy grave, es el que están cometiendo varios países y que lleva sin duda al abismo de la vida cotidiana de los pueblos, es el poner impuestos de importación, sin pensar que estos impuestos los terminan pagando aquellas personas de menores y escasos recursos económicos, es el caso de miles de personas trabajadoras, que viven en la miseria o apenas sobreviven en toda Latinoamérica, Centroamérica el Caribe, inclusive en Estados Unidos con sus 50 estados y el Canadá.
El error repito es infernal, consiste en pechar con impuestos de entrada al país, sean estos altos, bajos o bien proteccionistas, con la única finalidad errónea y perversa por cierto de proteger con dichos aranceles a los sectores, ricos y poderosos y explotadores de sus empleados y obreros, estos oligarcas bendecidos por dichos impuestos de importación o aranceles que imponen los gobiernos siempre a solicitud siempre de sectores interesados y explotadores del sudor y la riqueza de los pueblos y naciones, los colocan los gobiernos, a los productos de importación procedentes de los diferentes países. Los gobiernos se hacen los lloros, como si no supiesen, que son sus pueblos los que terminan pagando de su bolsillo cuando compramos en tiendas, abastos, supermercados, farmacias, clínicas u hospitales etc.
Estos, que llamó chupa sangre de los trabajadores son a los que los gobiernos por lo general siempre complacen, cuando piden dólares verdes, que van a sus bolsillos, a Bancos paraísos fuera de nuestros países. Muy poco o nada lo invierten en sus negocios o industrias dentro de sus países, siempre le piden a los gobiernos, pero no aportan de su propio peculio, generalmente miles de millones que lo tienen a buen resguardo.
El poner altos, medianos o bajos impuestos a todo o una parte de lo que se importa de un país a otro, empobrece a los pueblos, y a los naciones que deciden hacer sus gobernantes.
Estos aranceles son pedidos siempre con el cuento de la competencia desleal que viene del exterior y para proteger más aún sus negocios o empresas que ya no pueden competir con las extranjeras pues son ya anticuadas en tecnología de punta, y con este cuenta viven como unos pachas, cuando el gobierno a pedido generalmente de sectores poderosos de oligarcas o de sectores políticos lo solicitan es para beneficiarse ellos, no a sus pueblos.
Estos eternos chupasangres de los pueblos que bien pueden ser: industriales, comerciantes, o grandes hacendados, agrícolas, ganaderas o piscícolas, cuyos propietarios casi siempre explotan a sus obreros o campesinos con muy bajos salarios, y los mantienen viviendo en ranchos de paja
Los impuestos arancelarios del presidente Donald Trump.
Mr. Trump, que se considera uno de los emperadores de este planeta, castiga con altos impuestos a naciones que él considera son enemigas o un peligro para la hegemonía de los EE.UU, en especial Rusia y China, en forma si se quiere a su capricho, según sea su humor ese día o para presionarlos a negociar algo que a el gobierno de EE.UU le conviene.
Sin darse cuenta que esta arma es un bumerán, obligando al propio pueblo estadounidense a pagar desde ya el aumento del costo de su vivir diario. Pues no es otro que el propio pueblo el que paga de sus bolsillos estos aranceles de importación que Mr Trump, les coloca a ciertos productos de los países castigados por Mr Trump.
La vida ya es mucho más cara hoy en EE.UU una armónica Hohner alemana que antes costaba $ 20 hoy la misma armónica en el mismo sitio de venta cuesta $ 70
Acaso piensa Mr Donald Trump pagar la deuda interna y el deficit del PIB,con lo que recaude el fisco estadounidense con estos impuestos nuevos ordenados por el.
Se equivoca de medio a medio
Quizá piensa forzar a las empresas instaladas en China, México, Rusia, India y otros países en el exterior de United States a regresar y de nuevo instalar empresas dentro del País del Sueño Americano.
No lo lograra, pues con tan solo el costo de la mano de obra en los EE.UU es mas cara y sus productos fabricados no podrán competir con productos hechos en China, Malasia. Singapur. La India, Hong Kong, México o Japón, para exportarlos a otros países.
Ahora todos contra China, sobre todo aquellos presidentes y gobiernos que como el mismo Donal Trump manifestó, lo llaman para lamerle el trasero.
La amplia oferta de productos a bajos precios ofrecidos por empresas chinas, ha provocado el levantamiento de un cerco arancelario por parte de Gobiernos de América Latina, con el cuento de que es para proteger a su industria local.
La guerra comercial iniciada por EE.UU. contra todo el globo, no ha dejado exenta a América Latina, que ha tenido que virar su mirada a China.
La super oferta de productos chinos también constituye un desafío para los mercados locales. Por eso, países como México han empezado a aumentar los impuestos a los pequeños paquetes procedentes de China y otras naciones con las que no mantiene un acuerdo comercial.
El gravamen oscila entre el 19 y el 33,5 %. El objetivo, de acuerdo a las autoridades mexicanas, es controlar la reventa ilegal de productos procedentes de plataformas chinas en perjuicio de la industria local.
Chile ha actuado. Pese a su defensa a ultranza del libre comercio y el fortalecimiento de su alianza con China, ha empezado a gravar las importaciones menores a 41 dólares con un impuesto al valor añadido que entrará en vigor a partir de octubre.
Ecuador, decidieron bajar la vara y, desde junio pasado, cobran una tasa de 20 dólares por paquete, dentro de un sistema que permite envíos libres de impuestos por un monto de 1.600 dólares al año. La medida busca "proteger el empleo formal y la producción ecuatoriana, fomentar un comercio justo y equitativo..
Uruguay ha puesto sobre la mesa la idea de pechar con IVA todas las compras por comercio electrónico que se transen con países distintos a EE.UU., ya que Montevideo y Washington tienen vigente un Acuerdo Marco de Comercio e Inversión que impide la imposición de nuevos gravámenes.
El anuncio fue realizado la semana pasada por el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, quien aseguró que el objetivo era resolver un tema de "inequidad", “ante la inquietud de sectores industriales locales que manifestaron "preocupación" ante la imposibilidad de competir con las firmas asiáticas”.
Venezuela
Envios marítimos. Algunas empresas de servicios “puerta a puerta” comunicaron a sus clientes que cobrarán más por envíos marítimos de carga a Venezuela, así se trate de mercancía sin fines comerciales. En algunos casos, se pagará más del doble de la tarifa aplicada hasta inicios de julio.
Los servicios de envíos “puerta a puerta” por mar quedaron en vilo la semana pasada, cuando las autoridades notificaron a las compañías del sector sobre los nuevos protocolos e impuestos para la importación marítima de contenedores.
Entre miércoles y jueves, algunas de esas firmas informaron que pronto reactivarían esos transportes por mar, aunque con precios más elevados.
Los despachos marítimos de cargas “personales”, sin fines comerciales ni de ventas en bodegones, “deberán pagar un impuesto de 38 dólares por caja”, indistintamente de si se trata de un empaque pequeño, mediano o grande, dijeron.
Pienso, opino, creo y estoy convencido de que, todo esto va en perjuicio de los familiares que se han quedado en Venezuela, algunos solos y los ancianos al cuidado de sus nietos, los que tienen esa suerte y sus padres no se los han llevado.
Como vemos en este gigantesco error y adefecio económico de imponer a diestra y siniestra aranceles de importación a todo, el pueblo mas poder y necesitado es el que paga los platos rotos por otros.