El mundo industrializado, en su proceso de crecimiento y desarrollo, ha pasado por varias etapas, todas ellas relacionadas con el grado de uso y especialización de la tecnología y los avances que trae consigo: es así como algunos autores han identificado tres grandes revoluciones industriales en el devenir humano.
Históricamente hablando, la primera gran revolución industrial estuvo asociada al desarrollo de una actividad productiva en masa; es decir, la elaboración en serie los productos terminados, y para que tal actividad fuese posible utilizaron las máquinas de vapor patentadas por James Watt (1769), que permitieron aumentar el volumen de producción en menos tiempo y con mínima cantidad de mano de obra (¿Quién fue el inventor de la máquina de vapor?. s/f, sección La máquina de vapor de James Watt, párrafos 1 – 4).
Empero, este avance tecnológico necesitó del uso del carbón como combustible para poner en funcionamiento las maquinarias, lo que trajo consigo –además de una explotación descontrolada de los recursos naturales– el inicio de un proceso de degradación ambiental debido a la emisión de gases al ambiente; aunado a las problemáticas derivadas de las condiciones inhumanas en las que trabajaban y vivían los obreros del carbón. Asimismo, esta primera revolución industrial propulsó la aparición de una burguesía asociada a los factores de la producción y las finanzas que desplazaron a la nobleza en el proceso de dominio de la actividad económica y política: junto con ella, apareció una clase social nueva que, con el devenir histórico, se convertiría en su clase antagónica.
Sin embargo, la primera revolución industrial no trajo consigo tan solo cambios en la realidad política y social de la vieja Europa, sino que de acuerdo a lo señalado por Uriarte (2020), propulsó:
-
La producción industrial a gran escala, especialmente de alimentos.
-
El desarrollo de nuevas industrias como la textil, la siderúrgica (metales) o la minera.
-
La sustitución del hierro por el acero.
-
El desarrollo del comercio a nivel mundial gracias a las innovaciones en el transporte por mar y tierra (sección Características de la Revolución Industrial, párrafo 3).
Este progreso en el crecimiento y desarrollo tanto de las fuerzas productivas como de los avances científicos y tecnológicos, conllevaron irremediablemente a la transformación de los procesos productivos, abriendo paso de esta manera a una segunda revolución industrial –fenómeno político, económico y social se inicia a partir de 1850 y que, según los historiadores, culmina el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914–, etapa que, desde el punto de vista del crecimiento capitalista, fue de conquista y ampliación de nuevos mercados, lo cual se logró gracias a la aparición de novedosos y mejorados medios de transportes que facilitaron la integración y fortalecimiento de los mercados nacionales e internacionales, además de la aparición de una "industria de guerra" que requirió mayores investigaciones y desarrollos en el ámbito tecnológico, avances que impulsaron el desarrollo de la industria que maneja los compuestos químicos, así como también el de una industria metalúrgica más desarrollada.
Paralelamente, el crecimiento y desarrollo no solo se circunscribió a la aparición de industrias tecnológicamente novedosas como las arriba mencionadas, sino que contempló el desarrollo integral de otras actividades productivas que permitieron un mayor progreso económico, político y social. Al respecto, Selva (2016), señala que:
En este momento, los avances tecnológicos y científicos comienzan a tomar un cariz más complejo. Con ello, se fue consiguiendo el acceso a diferentes recursos naturales, indisponibles o poco útiles hasta ese momento. Entre ellos, destaca el uso de metales como el acero, el zinc, el aluminio, el níquel o el cobre, entre otros. (sección Segunda Revolución Industrial, párrafo 1).
Es importante destacar que los avances científicos y tecnológicos en los procesos productivos en y durante la segunda revolución industrial no eran amigables con el medio ambiente, dado que la industrialización y los modernos medios de transporte requerían del uso de combustibles fósiles que, como en el caso de la gasolina, contiene altos contenidos de plomo que deterioran la biosfera y propician la formación de enfermedades con alto riesgo de muerte.
La problemática de desertización, efecto invernadero, envenenamiento de las reservas de agua, las inundaciones, los fenómenos climáticos extremos y otros problemas de tipo ambiental y de salud pública generados por los procesos industriales dieron pie para iniciar una tercera revolución industrial, proceso multipolar iniciado a mediados del siglo XX y que se vincula al término "sociedad de la información", en la que se desarrollan las tecnologías de la comunicación e información para ponerlas al servicio de procesos socio–productivos orientados a evitar el deterioro progresivo del planeta: esto dio origen a una serie de acuerdos y convenios supranacionales con el propósito de que las naciones del mundo –lideradas por Estados Unidos, Japón y la Unión Europea– sumaran voluntades a fin de frenar el uso de sistemas de producción, maquinarias, equipos y medios de transporte que emitieran gases tóxicos (Tercera Revolución Industrial, 2016, sección Definición Técnica, párrafo 2).
Los acuerdos arriba mencionados, en teoría, tenían como cometido reducir significativamente la emisión de gases a la atmosfera y el manejo de los desechos; empero, durante la Cumbre de Copenhague (2009) –donde el principal objetivo era lograr un acuerdo para frenar las emisiones tóxicas para mitigar los efectos del cambio climático– la experiencia no fue significativa en cuanto a dicho propósito, debido a que los países más industrializados realizaron un boicot que conllevó a una serie de compromisos que representaron más bien los intereses de naciones y entes particulares que han sido más criticadas por sus prácticas industriales y productivas anti–ambientales, lo cual ha puesto en peligro los Protocolos de Kioto (1997) previamente aprobados (Cumbre de Copenhague: 2009, un año perdido en la lucha contra el cambio climático, párrafo 1–3).
Pese a todo, en la actualidad post post moderna se está gestando una muy fuerte postura sobre este tema que se prevé cambiará de manera radical la forma de producir y los impactos que la tecnología tendrá sobre la humanidad y su entorno.
Referencias
¿Quién fue el inventor de la máquina de vapor? (s/f). Fundación Aquae. https://www.fundacionaquae.org/wiki/quien-invento-la-maquina-de-vapor/
Tercera Revolución Industrial. (30 de septiembre, 2016). Economipedia. https://economipedia.com/definiciones/tercera-revolucion-industrial.html
Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud. (s/f). Cumbre de Copenhague: 2009, un año perdido en la lucha contra el cambio climático. https://istas.net/medio-ambiente/energia-cambio-climatico-y-centro-de-energias-renovables-y-empleo/cambio-climatico-1
Selva, V. (25 de septiembre, 2016). Segunda Revolución Industrial. Economipedia.com. https://economipedia.com/definiciones/segunda-revolucion-industrial.html
Uriarte, J. (22 de mayo de 2020). Revolución Industrial. Características. https://www.caracteristicas.co/revolucion-industrial/
Sánchez, C. (02 de abril de 2019). Normas APA en español. Normas APA (7ma edición). https://normas-apa.org/author/normas-apa-org/
eglidekaterin@gmail.com