La violencia no da tregua en la costa ecuatoriana. Cerca de las 09:00 locales del domingo 28 de diciembre de 2025, el malecón de Puerto López se convirtió en el escenario de una nueva tragedia. Varios hombres armados con fusiles automáticos, que se desplazaban en una camioneta y dos motocicletas, abrieron fuego contra un grupo de personas que se encontraban en el sector turístico.
El coronel William Acurio, comandante de la policía en la zona, confirmó que el ataque dejó un saldo de seis personas muertas y tres heridas. Entre las víctimas mortales se encuentra una bebé de aproximadamente dos años, un hecho que ha conmocionado a la comunidad local. Tras el tiroteo, los atacantes se dieron a la fuga, dejando abandonada una de las motocicletas, la cual ya fue recuperada por las autoridades para las investigaciones correspondientes.
A través de un comunicado oficial, la Policía Nacional indicó que las primeras indagaciones apuntan a "disputas internas entre estructuras delictivas" que operan en la provincia de Manabí. Hasta el momento, las unidades de inteligencia continúan en la búsqueda de los responsables para determinar su paradero.
Este suceso ocurre bajo el gobierno del presidente Daniel Noboa, quien ha promovido una política de "mano dura" y la declaración de conflicto armado interno para combatir a las mafias. Sin embargo, las críticas persisten porque a casi dos años de la militarización estratégica del país, la violencia criminal persiste:
- Récord de violencia: Según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO), Ecuador cerrará el 2025 con una tasa histórica de homicidios de 52 por cada 100.000 habitantes.
- Narcotráfico: El país se ha consolidado como un punto clave para el tráfico internacional de cocaína proveniente de Colombia y Perú con destino a mercados en Europa y Estados Unidos. En el 2025, se reportaron incautaciones de buques, en los cuales habían cargas de plátanos rellenos de cocaína, todos provenientes de Ecuador, líder mundial en la exportación de plátanos.
- Ola de masacres: En la última semana de diciembre, Manabí ha sufrido ataques similares en San Isidro y Portoviejo, sumando más de una decena de víctimas en menos de siete días.
Las autoridades locales han reforzado la vigilancia en el perfil costero, mientras la ciudadanía exige mayores garantías de seguridad en vísperas del feriado de fin de año.