18-12-25.- La comunidad de la Sierra de Perijá se encuentra de luto tras el asesinato de Franklin Fernández, joven indígena de la etnia yukpa e hijo de la Cacica Ana Fernández, ocurrido este miércoles en la plaza central de Machiques bajo una modalidad de sicariato.
Un ataque a plena luz del día
Según testimonios de vecinos, Fernández se encontraba junto a su pareja en la plaza cuando fue interceptado por tres sujetos que se desplazaban en una motocicleta. Sin mediar palabras, uno de los hombres descendió del vehículo y abrió fuego contra él.
A pesar de que sus familiares actuaron con rapidez y lo trasladaron a un centro de salud cercano, Fernández ingresó sin signos vitales. La víctima pertenecía a la comunidad de Kuse, ubicada en la cuenca Yaza de la Sierra de Perijá, una zona marcada por tensiones históricas, debido a los reclamos de territorios indígenas y en el que han asesinado a varios dirigentes yukpa, como al cacique Sabino Romero.
Despliegue militar y cierre de vías
El homicidio activó una respuesta inmediata por parte de las autoridades. Efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), pertenecientes al Comando de Zona 11 Zulia (Destacamento 114), iniciaron un operativo de "escudriñamiento" y cierre de vías en todo el municipio para evitar la huida de los sicarios.
Gracias a la recolección de imágenes clave del ataque, las autoridades lograron identificar las características físicas y la vestimenta de los sospechosos, lo que permitió reforzar los Puntos de Atención al Ciudadano (PAC) en las salidas estratégicas de la localidad.
Captura de los sospechosos
Horas después del suceso, la GNB confirmó la detención de tres ciudadanos en el Punto de Atención al Ciudadano "Aricuaiza". Según el reporte oficial, los aprehendidos estarían presuntamente involucrados en el asesinato de Fernández.
Hasta el momento, los organismos de seguridad no han revelado las identidades de los detenidos ni el móvil del crimen. El caso ha sido puesto a disposición del Ministerio Público para profundizar las investigaciones, mientras crece la preocupación entre los habitantes de la Sierra de Perijá por el incremento de la violencia armada en la región.