Gabriel en el momento de su detención tenía 16 años, practica el béisbol y cursa su 5° año, siendo un joven, como declaran sus familiares, que “en su periodo vacacional estuvo trabajando en una panadería artesanal. E incluso el día que lo arrestaron acababa de salir del trabajo”. Un muchacho al que le están robando su futuro. Le imputan terrorismo, incitación al odio y cierre de vías públicas. Es inocente de todo lo que se le imputa.
Ante su situación, este 15 de junio, envió una carta al fiscal general, Tarek William Saab, para exponer su caso y solicitarle su libertad para poder asistir a su acto de grado como bachiller. "Sr. fiscal, soy un joven adolescente y me llamo Gabriel Rodríguez. Soy de Lara, Barquisimeto. Por los momentos me encuentro privado de libertad, algo injusto. Esta es la historia de mi caso...", pasando a relatar como fue arbitrariamente detenido.
Al final de su carta, Gabriel Rodríguez escribe: "Todavía sueño con estar en mi graduación con mis compañeros, pero no con grilletes en mis manos. Mis amigos y familiares me extrañan. Ya muchos saben de mi caso y saben que no soy ningún terrorista. Solo soy un buen joven que le están negando sus sueños. Espero esté al tanto de mi caso y me pueda ayudar. Sin más que decir, gracias por haber atendido esta carta y saber sobre mi injusto caso".
Gabriel, tuvo una audiencia el martes de 15 de julio y donde presenta su carta redactada antes de la audiencia, donde cuenta cómo se produjo su detención, destacando que es "un joven aplicado en mis estudios y trabajo", pasando a describir que en el día de su detención "No me encontraba bien de salud ya que llevaba varios días con malestar, así que salí del trabajo al mediodía y me dirigí al ambulatorio de Cabudare para recibir asistencia médica. Ese día salí con mi teléfono, audífonos, cartera y 400 Bs que me habían dado ese día en el trabajo. Me bajo del taxi cerca del centro médico y noto la calle tranquila, como cualquier otro día. Así que seguí caminando y voy entrando al ambulatorio cuando me sorprenden varios guardias nacionales y me dicen que me detenga y lo hago".
Gabriel Rodríguez fue apresado y llevado por funcionarios de la Guardia Nacional. Asegura en su carta que nunca participó en manifestaciones ni tenía objetos vinculados a protestas. En la carta, afirma que ya en el destacamento "escucho a uno de los guardias diciéndole al capitán ‘jefe, tuvimos que agarrar a este para disfrazar las cosas, ya que no hubo guarimbas para controlar. No tenía objetos de guarimbas, ¿cómo hacemos?’. Y el jefe le dice ‘agarren dos cauchos y sáquenle la gasolina al auto y se la sembramos’. Yo me quedo asustado en un rincón con malestar".
Gabriel, pudo seguir con sus estudios desde la cárcel, logrando cerrar el último lapso escolar con un promedio de 18,91 puntos y ocupar el primer lugar de su salón. Su próxima audiencia del juicio se fijó para el martes 29 de julio, exactamente el mismo día en que debería celebrar con sus compañeros y familiares su acto de grado de bachillerato.
A seguir la carta completa de Gabriel Rodríguez dirigida al Fiscal General.
"Sr. fiscal, soy un joven adolescente y me llamo Gabriel Rodríguez. Soy de Lara, Barquisimeto. Por los momentos me encuentro privado de libertad, algo injusto. Esta es la historia de mi caso: El día 9 de enero de 2025 yo me encontraba en el trabajo, ya que soy un joven aplicado en mis estudios y trabajo. No me encontraba bien de salud ya que llevaba varios días con malestar, así que salí del trabajo al mediodía y me dirigí al ambulatorio de Cabudare para recibir asistencia médica. Ese día salí con mi teléfono, audífonos, cartera y 400 Bs que me habían dado ese día en el trabajo. Me bajo del taxi cerca del centro médico y noto la calle tranquila, como cualquier otro día. Así que seguí caminando y voy entrando al ambulatorio cuando me sorprenden varios guardias nacionales y me dicen que me detenga y lo hago.
Actué con mucha tranquilidad, ya que solo me venía a chequear con el médico, pero ellos actuaban de manera agresiva y me preguntan muchas cosas. Una de ellas era de dónde venía, para dónde iba y muchas más. Luego me hacen una requisa y me quitan el celular, los audífonos y sacan mi cartera y ven mi plata. Dicen entre ellos por qué con esta plata vine a comprar gasolina para guarimbear. Yo les digo ‘no, oficial’, esta plata me la gané con el sudor de mi frente y es por si me toca comprar un medicamento, pero uno de ellos me agarra por el brazo y me suben en la moto solo por tener un suéter negro y 400 Bs en efectivo.
Luego me llevan al destacamento de la GNB donde me obligan a hacer varios videos diciendo que me habían pagado para guarimbear junto a otro adulto que habían agarrado y yo no lo conocía. Luego escucho a uno de los guardias diciéndole al capitán ‘jefe, tuvimos que agarrar a este para disfrazar las cosas, ya que no hubo guarimbas para controlar. No tenía objetos de guarimbas, ¿cómo hacemos?’. Y el jefe le dice ‘agarren dos cauchos y sáquenle la gasolina al auto y se la sembramos’. Yo me quedo asustado en un rincón con malestar. Luego traen los objetos criminalísticos que ellos sacaron y lo pasaron a Fiscalía y que habían agarrado a un guarimbero.
Luego uno de ellos notó mi malestar y le dije que no me sentía bien. Luego habló con el jefe para que me trasladen al médico. Llegó la noche y me trasladaron, luego que el médico me chequeó y notó que de salud no me encontraba bien, ya que tenía mucha fiebre súper alta y con infección pulmonar no me podían trasladar. Yo soy un chico trabajador con sueños y metas. A pesar de mi detención seguí echándole ganas a mis estudios y terminé el tercer lapso con un promedio alto de 18,91 y fui el primero en mi salón.
Todavía sueño con estar en mi graduación con mis compañeros, pero no con grilletes en mis manos. Mis amigos y familiares me extrañan. Ya muchos saben de mi caso y saben que no soy ningún terrorista. Solo soy un buen joven que le están negando sus sueños. Espero esté al tanto de mi caso y me pueda ayudar. Sin más que decir, gracias por haber atendido esta carta y saber sobre mi injusto caso".