* Unamos el simbolismo histórico de la
caballería y la justicia con la urgencia
humana del presente.
La historia nos ha enseñado, desde los tiempos de mi abuelo el Coronel Marín Zerpa hasta hoy, que hay silencios que gritan y metales que hablan. Hoy, el mensaje que rodea la figura de Enrique Márquez, injustamente privado de su libertad, se condensa en un símbolo poderoso: "La Espada".
No una espada de guerra para herir, sino la espada como signo de la verdad que corta la mentira.
1). La Rectitud que no se Dobla: En la simbología universal, y especialmente en nuestra herencia bolivariana, la espada representa la Justicia. Que Enrique Márquez -un hombre que exigió transparencia con las actas en la mano-, sea hoy un preso político, convierte su figura en una "espada desenvainada" frente a la opacidad.
* La espada simboliza el honor; cuando un
hombre de paz es encarcelado por pedir la
verdad, su sacrificio se convierte en un
símbolo que atraviesa la conciencia del
país. Es la luz del acero contra la oscuridad
de la celda.
2). El Gesto de la Resistencia: Si observamos los signos de este tiempo, las excarcelaciones de Navidad son "gestos" que el régimen comunica para bajar la presión. Sin embargo, la permanencia de Enrique Márquez en prisión es un signo de miedo al argumento.
* Su cautiverio es el mensaje que el poder
envía para intentar detener la búsqueda de
la verdad electoral. Pero el signo es
reversible: "cada día que pasa detenido, su
figura crece como el referente de la
integridad que la Arquitectura de
Multitudes necesita para sostenerse".
3). De la "Paz Decretada" a la "Paz Justa".
Hay una diferencia vital que el pueblo debe entender. El gobierno habla de "paz" al soltar a unos pocos, pero como dice su esposa Sonia Lugo, la paz no se decreta, se construye.
* Justicia Divina: Cuando pedimos "Libertad
para Enrique Márquez" por Justicia Divina,
estamos elevando el significado de la
palabra Libertad. Ya no es solo un trámite
legal, es un mandato ético que trasciende a
los hombres. No puede existir "Navidad
plena" ni "pueblo libre" si la voz de quien
exige claridad es silenciada.
4. La Validación de la Historia. Al igual que el Dr. Ramón Badaracco valida con su dinamismo a los 94 años que la verdad histórica debe salir a la luz (como lo hizo con el abuelo y el Coronel Marín Zerpa), la historia terminará validando la postura de Enrique Márquez.
* Desde el pueblo llamo, Márquez es hoy una
pieza clave en el diseño de la
reconciliación. Su libertad no debe ser una
moneda de cambio, sino un acto de
Justicia Histórica. Una ciudad, una
comunidad y una nación no pueden ser
"comunales" ni sólidas si sus cimientos
están manchados por la persecución de las
ideas.
Clamor Final: Hoy unimos nuestra voz a la
de miles: por honor, por derecho y por
Justicia Divina, exigimos la libertad plena
de Enrique Márquez y de todos los presos
políticos. Que la espada de la verdad limpie
el camino hacia el reencuentro de todos los
venezolanos.