El petróleo y la economía impiden una guerra en el Caribe

Martes, 02/12/2025 11:20 AM

La Casa Blanca, requiere un mayor flujo petrolero para avanzar con su plan económico

En medio de la controversia que Estados Unidos plantea en el Caribe, surgen acontecimientos que añaden presión en la Casa Blanca y alivian a Miraflores. Una de las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es la de impulsar la producción petrolera, en todo el mundo. El propósito de esto es que haya un alto flujo petrolero y que su precio se mantenga bajo. De esta manera, la inflación, vía energía, se mantiene a raya.

Es así como Trump, trata de impulsar entonces la baja de las tasas de interés, que, al debilitar el dólar, tendría efectos inflacionarios, pero que, con una alta oferta petrolera, el impacto sería menor. Se tiene claro que Trump quiere tasas bajas, para poder recortar la cantidad de intereses que paga su gobierno, por el altísimo endeudamiento. Actualmente, el pago de intereses de deuda de Estados Unidos, es el gasto más grande, incluso por encima del de Defensa, en ese país.

El flujo petrolero

El pasado domingo, la reunión de la OPEP+ culminó con un anuncio, que en principio pareciera no tener impacto. Los países miembros anunciaron que no habrá un nuevo aumento de producción petrolera a partir del primer trimestre de 2026, debido a que la oferta de petróleo en el mundo es excesiva. El anuncio impactó en el precio de inmediato.

Hasta ahora, la OPEP+ está aumentando el bombeo de crudo, por una parte, porque a los sauditas les conviene un precio bajo que paralice las operaciones norteamericanas. De hecho, según los datos de Baker Hughes, la cantidad de plataformas activas en Estados Unidos se redujo a 407 la semana pasada. Hay que tomar en cuenta que, en noviembre de 2022, estaban en 627 y cayeron a su nivel más bajo desde septiembre de 2021.

El costo de los productores norteamericanos, les obliga a cerrar plataformas y esto hace depender el flujo petrolero del Medio Oriente y también del de Venezuela, sobre todo para las refinerías de Houston. El precio del petróleo está cotizando sobre los $56 desde el pasado mes de abril y la tendencia bajista se está ralentizando. Ese soporte ha sido probado dos veces más, en mayo y en octubre, y se ha mantenido. Esto sugiere que el precio del crudo ha tocado un piso del cual podría rebotar.

La amenaza japonesa

Por otra parte, el rendimiento de los bonos de deuda de Japón a 10 años, llegó a 1,87%, alcanzando máximos no vistos desde junio de 2008. Esto significa un duro golpe a la liquidez global. Hay que recordar que Japón fue un gran proveedor de liquidez debido a su política de tasas de interés negativas y tasas en cero por ciento. Muchos inversores extranjeros y japoneses, se volcaron sobre el yen. Hicieron préstamos con la moneda japonesa, por su tasa baja, compraron divisas extranjeras, acciones y criptomonedas. El fenómeno se conoce como "carry trade", que se trata de endeudarse con una moneda de bajo valor, y hacer inversiones en moneda dura y activos de riesgo.

Luego Japón comienza a experimentar brotes de inflación y esto está obligando a su banco central a endurecer la política de tasas de interés del yen. Al haber un aumento de la tasa de interés, los inversores comienzan a liquidar grandes posiciones en diversos mercados, para compensar el pago de intereses y hacer amortizaciones basadas en el yen.

Las enormes liquidaciones que se producen por este efecto del yen japonés, podrían golpear a las bolsas de valores, el valor de bonos del Tesoro y las criptomonedas. Esto se convierte en una amenaza que apunta a producir caídas de mercados. Esa situación tiene fuertes implicaciones en mercados de Estados Unidos y ya se vivió un primer susto en 2024.

Para el próximo 10 de diciembre, la Reserva Federal de Estados Unidos anunciará la nueva tasa de interés. En el mercado de futuros de fondos federales, los inversores tienen apuestas de 87,4% favorables a un nuevo recorte de tipos a 3,75%, según los datos de CME Group. Como es sabido, si la tasa de interés cae, el dólar suele debilitarse y el precio de los activos de riesgo aumenta. Pero la amenaza de Japón está allí latente, en contraparte a la política que Trump quiere aplicar, porque una venta masiva de bonos del Tesoro, para amortizar préstamos en yenes, haría que los rendimientos de los títulos estadounidenses, aumenten.

La guerra

Una subida del precio del petróleo y un recorte de tipos, son un "cóctel" para que la inflación vuelva a repuntar. Se espera que, para mayo de 2026, Jerome Powell, el actual presidente de la FED termina su gestión. La administración Trump ya está proponiendo un nuevo nombre, se trata de un nuevo funcionario que estaría en línea con las actuales aspiraciones de la Casa Blanca de recortar las tasas de interés de un todo. Pero para esto, no solamente la OPEP+ debe estar bombeando todo el crudo posible, sino cualquier país que lo tenga, sobre todo Venezuela, que tiene las reservas más grandes del mundo.

En las redes sociales se desarrolla toda una narrativa sobre una intervención militar o un desalojo del actual gobierno en Caracas. La realidad anterior impide que se produzcan acciones militares en esta región en la que también cuenta Guyana, con una producción de unos 800 mil barriles que hacen contrapeso a la OPEP. Para el plan de Trump sería desastroso que de salir algo mal, con una acción militar, la producción de Guyana se interrumpa. Menos flujo petrolero y un dólar débil, harían que el petróleo escalara sobre los $100.

¿Negociación tras bastidores?

Otro factor que está en desarrollo es el reciente anuncio de que Citgo será subastada finalmente. Hay que recordar que, en 2019, cuando Trump apoya el "interinato" que llevó adelante Juan Guaidó, este proceso permitió que se designaran autoridades ad hoc de PDVSA y estas procedieron a cambiar la directiva de Citgo que había sido designada por Caracas, con una directiva aprobada por Washington.

En el fondo, la Casa Blanca evitaba que, a través de Citgo, los rusos tuviesen acceso a todas las conexiones con los principales oleoductos de ese país. Estando dominada esa petrolera por Caracas, debido a su nexo con las petroleras rusas, bastaba que algún funcionario ruso fuese designado por Miraflores en algún cargo de Citgo. El "interinato" tuvo como propósito cortar el nexo con PDVSA, de "manera legal", al desconocer la legitimidad de Nicolás Maduro en 2018, aunque a los venezolanos se les dijo que era parte de un proceso para restaurar la democracia y la libertad. Si finalmente Citgo termina en manos de los acreedores, entonces se habrá dado un paso de un proceso que quedó estancado desde 2020 y que, a todas luces, es parte del pulso que hay entre Caracas y Washington. ¿Qué respuesta dará Caracas a esto? Allí está la clave.

Los factores macros globales, impiden que se desate una guerra en el Caribe o en Venezuela. La Casa Blanca, requiere un mayor flujo petrolero para avanzar con su plan económico. Pero, además, no solamente que exista un enorme flujo de petróleo, sino que el mismo se cotice en dólares y no como está pasando en Eurasia, donde el petróleo se negocia con oro, yuanes, rublos y rupias. Además, la bolsa mercantil de Shanghái surge como un fuerte rival en el comercio de materias primas frente a Londres, Chicago y Nueva York. Todo esto podría estar muy lejos de una narrativa de que en el Caribe se lucha contra el narcotráfico o que detrás hay un plan para supuestamente restaurar libertades en Venezuela.

Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura de ninguna institución o entidad. Este contenido es meramente informativo y no constituye asesoramiento financiero, económico o político.

 

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