En defensa de la humanidad: El bloqueo contra Venezuela es ilegal

Jueves, 23/10/2025 10:47 PM

La Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad llama a todos los pueblos, asociaciones, gobiernos y organizaciones internacionales del mundo a expresar su repudio contra el  bloqueo, la destrucción injustificada de embarcaciones pesqueras y la masacre de  tripulantes civiles indefensos, perpetrados en aguas extraterritoriales por una flota de guerra de Estados apostada en las inmediaciones de la Zona Económica Exclusiva del mar de Venezuela.
 
Dicho bloqueo, acompañado de sobrevuelos del mar territorial por aeroplanos de combate, así como de campañas de difamación y  amenazas contra la soberanía de Venezuela y sus autoridades, es un hecho  ilegítimo, infundado y repudiable por las razones siguientes:
 
1) Porque viola el artículo 1 de la Carta de las Naciones Unidas, el cual  pauta que: “Los Propósitos de las Naciones Unidas son: 1. Mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz”.
 
2) Porque viola  el parágrafo 4 del artículo 2 de dicha Carta según el cual: “4. Los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas”. Por tanto, ningún país tiene derecho a interferir en los asuntos internos de Venezuela, y menos de amenazarla  concentrando fuerzas militares en el borde de sus aguas territoriales y aniquilando  inermes embarcaciones pesqueras de sus nacionales.
 
3) Porque la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) reunida en La Habana en 2014 proclamó a América Latina y el Caribe como “Zona de Paz basada en el respeto de los principios y normas del Derecho Internacional, incluyendo los instrumentos internacionales de los que los Estados miembros son parte, y los Principios y Propósitos de la Carta de las Naciones Unidas”. Un bloqueo naval aniquilador de embarcaciones civiles y asesino de sus tripulantes constituye violación flagrante de Principios, Normas y Propósitos del Derecho Internacional.
 
        4) Porque según el artículo 111 de la Convención de Naciones Unidas sobre Derecho del Mar de 1982, la persecución de naves militares contra un buque no nacional sólo procede “mientras el buque extranjero o una de sus lanchas se encuentre en las aguas interiores, en las aguas archipelágicas, en el mar territorial o en la zona contigua del Estado perseguidor”, en este caso Estados Unidos. No existe tal derecho en aguas extraterritoriales, y mucho menos el de aniquilar embarcaciones y tripulantes indefensos sin siquiera revisar su carga: tal atrocidad no es más que homicidio múltiple, perpetrado con premeditación, ventaja  y alevosía.
 
     5) Porque el  artículo 1 del Estatuto de Roma  tipifica como crímenes de lesa humanidad “k) Otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física”; “xiii) Destruir o apoderarse de bienes del enemigo, a menos que las necesidades de la guerra lo hagan imperativo”;   “xxv) Hacer padecer intencionalmente hambre a la población civil como método de hacer la guerra, privándola de los objetos indispensables para su supervivencia, incluido el hecho de obstaculizar intencionalmente los suministros de socorro de conformidad con los Convenios de Ginebra”. Estas normas, aplicables a la guerra, lo son más a una situación formal de paz donde ocurre un  inhumano bloqueo destinado a hacer padecer intencionalmente hambre a la población venezolana, privarla de los objetos indispensables para su supervivencia;  causarle deliberadamente grandes sufrimientos y atentar gravemente contra la integridad física o la salud de ésta, privándola además de sus bienes y depósitos en el exterior.
 
6) Porque la coartada  estadounidense de que el cerco militar sobre los límites de la Zona Económica Exclusiva del mar venezolano estaría destinada a “combatir el narcotráfico” carece de sustento, pues en el Informe de la Unión Europea sobre Drogas 2024  y el de 2025 ni siquiera se menciona a Venezuela como corredor del narcotráfico internacional, ni tampoco se la menciona en absoluto  en el Informe  de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito 2024. En dichos documentos además se revela que el 87% de la droga ingresa a Estados Unidos por el Océano Pacífico, desde países en la mayoría de los cuales esa potencia mantiene bases o contingentes militares, y no por el Caribe.
 
.    7) A su vez, la Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas y Salud de Estados Unidos (NSDUH) revela que para  2023 por lo menos unos  70,3 millones de estadounidenses (24,9% del total, uno de cada cuatro ciudadanos, comenzando con niños de 12 años) consumían sustancias ilícitas, y que 48,5 millones de ellos  sufrieron trastornos por su uso. Este contraste entre un país bloqueador que figura como primer consumidor de sustancias ilícitas y un país bloqueado que ni siquiera figura en los informes sobre la materia, revela que el primero en realidad no puede o no quiere detener el tráfico ilícito, ´pues no es concebible que  niños  de 12 años sepan dónde se consigue la droga, y supuestamente lo ignoren las más poderosas agencias de espionaje y represión del planeta: la CIA, el FBI, la National Security Agency, la Drug Enforcement Agency y las múltiples policías de dicho país, empeñadas desde la presidencia de Richard Nixon en una supuesta “Guerra contra las drogas”.
 
8) Por tanto, el actual bloqueo naval no es más que continuidad de la política agresiva  de Estados Unidos contra Venezuela que se inicia con su participación en el golpe de Estado contra el Presidente Hugo Chávez Frías en abril de 2002, prosigue con la proclamación de Venezuela como “amenaza inusual y extraordinaria” contra Estados Unidos; y avanza con el sistemático pillaje de bienes públicos y privados venezolanos en el exterior,  la aplicación de más de un millar de medidas coercitivas unilaterales, la inconstitucional expedición de autos de detención contra las autoridades legítimas venezolanas y  la destrucción  y el asesinato de tripulantes de embarcaciones  pesqueras civiles desarmadas.
 
9) Por lo cual la calificación del bloqueo naval y la aniquilación con misiles de pequeñas embarcaciones como supuestas “operaciones antidrogas”, no es más que pretexto para  intensificar una continuada agresión de más de un cuarto de siglo contra Venezuela con el propósito  de invadirla y ejercer el pillaje sobre sus reservas de hidrocarburos, que suman la quinta parte de la energía fósil del mundo.
 
10) Si se tiene en cuenta que según British Petroleum, la Agencia Internacional de la Energía y la OPEP estamos pasando el “pico de los hidrocarburos”, a partir del cual éstos se agotarán en cuatro o cinco décadas, se comprende que el latrocinio armado de la energía fósil de Venezuela por Estados Unidos podría dificultar la instauración del mundo multipolar, acelerar el derroche de energías no renovables, y colocar bajo amenaza de perentoria agresión militar y saqueo a cualquier país con recursos naturales o aspiraciones de soberanía.
 
En Venezuela se juega el destino de la Humanidad: entre todos podemos decidirlo. 
 
Frente a la barbarie, un nuevo humanismo

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