Visión y Opinión

Venezuela resiste y vencerá: con Maduro

Jueves, 25/09/2025 03:38 PM

En un mundo donde el imperialismo norteamericano y el sionismo buscan imponer su voluntad a través de estrategias que van más allá del campo militar, Venezuela se erige como un faro de resistencia. Asediada por una guerra económica que tiene sus raíces en las decisiones de los Estados Unidos, el país enfrenta más de mil sanciones, un bloqueo que asfixia su economía y, ahora, la amenaza de misiles apuntando a su soberanía en el Mar Caribe (misiles que apuntan a la cabeza de más de 30 millones de venezolanos). Sin embargo, a pesar de esta adversidad, el pueblo venezolano y su liderazgo han demostrado una tenacidad admirable.

La guerra económica impuesta por el imperialismo norteamericano no es solo un ataque a la economía de Venezuela; es un ataque a la dignidad de su pueblo. Las sanciones buscan desestabilizar a un país que ha optado por un camino soberano, que defiende su derecho a la autodeterminación. Cada medida coercitiva, cada bloqueo, son misiles invisibles que impactan la vida cotidiana de los venezolanos, afectando desde el acceso a alimentos y medicinas hasta la posibilidad de desarrollar una economía sustentable.

En medio de este asedio, el presidente Nicolás Maduro ha mantenido una postura firme y decidida. Junto al pueblo, ha respondido con una Diplomacia Bolivariana de Paz, buscando construir alianzas y defender los intereses nacionales en foros internacionales. La denuncia ante organismos como la ONU sobre la brutal agresión del imperialismo norteamericano no es solo un acto simbólico; es un llamado a la comunidad internacional para que reconozca la injusticia y exija respeto por la soberanía venezolana.

La amenaza militar que se cierne sobre Venezuela, con misiles apuntando hacia su territorio, es una manifestación del miedo que siente el imperialismo ante la resistencia del pueblo venezolano. No se trata solo de un conflicto territorial; es una lucha por el derecho a existir, a decidir sobre su propio futuro sin injerencias externas. En este contexto, la preparación para cualquier escenario de defensa se convierte en una prioridad ineludible para garantizar la integridad de la Patria.

Es fundamental reconocer que la resistencia no es solo un acto de defensa; es también una afirmación de identidad. El pueblo venezolano ha sabido adaptarse y encontrar formas creativas de enfrentar las dificultades impuestas por el bloqueo y las sanciones. Desde iniciativas comunitarias hasta esfuerzos por diversificar la economía, cada acción refleja un compromiso inquebrantable con el futuro del país.

La historia nos ha enseñado que los pueblos que luchan por su libertad y soberanía tienen la capacidad de vencer. Venezuela no está sola en esta lucha; cuenta con el apoyo de naciones y movimientos que comparten su visión de un mundo multipolar, donde el respeto a la autodeterminación de los pueblos sea la norma.

Venezuela resiste y vencerá. A pesar de los misiles económicos y las amenazas militares, su pueblo se mantiene firme en la defensa de su Patria. La Diplomacia Bolivariana de Paz, junto a la valentía y determinación del pueblo venezolano, será la clave para superar esta adversidad y construir un futuro basado en la justicia, la igualdad y el respeto mutuo. La historia está siendo escrita en estos momentos, y el legado de resistencia y dignidad perdurará en las generaciones venideras.

La milicia, la reserva activa y el pueblo en armas son pilares fundamentales en la defensa de la soberanía venezolana. En cada comunidad y en cada calle hay una presencia organizada y capacitada que no solo actúa como escudo protector, sino que también fomenta un sentido de unidad y conciencia colectiva. Esta estructura militar popular garantiza que la defensa del territorio no dependa únicamente de la Fuerza Armada regular, sino que involucra a todos los ciudadanos dispuestos a proteger su hogar. Al empoderar a la población, se crea un tejido social resistente que puede responder rápidamente ante cualquier amenaza externa, expulsando al enemigo extranjero que pretenda mancillar la dignidad de cada comunidad.

Es crucial entender que la figura del presidente Nicolás Maduro no representa a un solo hombre, sino a un liderazgo colectivo que encarna la voluntad de un pueblo en Revolución. La defensa de la Patria es un compromiso que trasciende personalismos; es una lucha compartida por todos los venezolanos que están dispuestos a levantarse ante cualquier agresión, sin importar cómo se llame el enemigo. La historia ha demostrado que cuando un pueblo se une en torno a la defensa de su soberanía, se convierte en una fuerza imparable. Así, el llamado a la acción y a la resistencia se convierte en un eco resonante en cada rincón del país, donde el pueblo se alza con valentía para proteger su identidad, su cultura y su futuro.

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