1. En los próximos días sin reflexionar -porque no pueden- los partidarios saldrán a defender a uno u otro (Noroña o Alito) para asegurar ascensos o más pastel de su partido. ¿Quién ganará? Obvio; el partido gobierno, como siempre. Pero el problema es que casi nadie comprende que todos los partidos, todos los políticos de hoy y en la historia, solo han buscado o buscan dinero y poder. Nunca en su cochina vida política han defendido a la población. La mayoría de los políticos de abajo sólo sale con 50 millones en su haber: pero los dirigentes sacan por lo menos mil millones de pesos a su favor en cada sexenio; los ya expresidentes los duplican. ¿Y los hijos y demás familiares?
2. De los políticos nunca hay que esperar algo positivo para la población. Los procesos electorales -con los que en la historia obtienen los gobiernos, el poder y el dinero- son los de peor engaño y manipulación . En México, por ejemplo, donde por su edad tienen derecho de votar 100 millones de personas, con 15 millones de sufragios pueden anunciar que sufragaron 60 millones después que una mesa, una comisión de inteligentes, construyó los porcentajes y los dividió entre partidos. ¿Qué partido de oposición, que sólo recibe tres millones le otorgan 10 millones; otro que recibe cinco le dan 10 y en el poder al recibir 20 le dan 40 millones? La mitad de la población no sabe nada de política ni de votos.
3. La realidad es que –como en México- en ningún país la población pobre tiene poder y menos cultura política. Desde hace 200 años, desde que este país se llama México, nunca la clase pobre ha tenido gobierno o poder. Han sido los terratenientes, los hacendados, los industriales, poderosos políticos y las clases medias altas, las que han dominado y mandado. Desde tres años antes de las elecciones se impulsa al candidato que será gobierno y los votos, además del acarreo, ya se saben cómo arreglarlos con la complicidad de los partidos que públicamente parecer pelear, enfrentarse, pero en la obscuridad hacen los acuerdos, porque todos los partidos y políticos son exactamente lo mismo por perseguir dinero y poder.
4. Por ello estos de los empujones y cachetadas en plena sesión del senado son teatro político para que los tontos crean que existe rivalidad, enfrentamiento verdadero. Se llaman pleitos por más pastel, poder y dinero; quienes apoyan a uno u otro bando son los buscadores de más cargos, dinero o ascensos. Como se ha visto en décadas y se sabe, al poco rato uno del se pasa a Morena p uno de este partido se pasa al PAN o al MC porque a ellos jamás en su vida le ha interesado servir a los explotados pobres y miserables. Todos hablan de democracia electoral porque reafirma la desigualdad justificando el dominio de los ricos y millonarios; pero nunca se lucha por la igualdad que acabaría con la mayoría de los problemas humanos. (30/VIII/25) alterar@gmail.com