Entre las damas del madurismo y las denominadas “putas” por “magistradas” del TSJ

Martes, 09/07/2019 01:37 PM

Cuando se llega al extremo de que alguien en funciones de "magistrada" del mal llamado Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) emplea el más despreciable de los léxicos para justificar lo que ellos consideran las "mentiras" que concluyó el informe de Michelle Bachelet como Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre tales violaciones en ese contexto en Venezuela, no sólo se demuestra el talante neototalitario del madurismo, sino que incluso la violencia verbal es expresada desde lo más alto del poder, en esta ocasión en la voz de una "dama".

Por ello, cuando esa "dama" en su cuenta de Twitter asegura que cuando una mujer en Venezuela opta por prostituirse es porque son "putas"¹ - si esto lo dice un hombre sería acusarlo de violencia de género – suponemos que esta "magistrada" está rodeada solamente de "respetadas damas", sobre todo en el entorno de la política y el campo judicial.

Así tenemos que según esta "magistrada" del TSJ una mujer que se encuentre privada de libertad y tenga que prostituirse por razones de subsistencia, para esa "jueza" estas mujeres se convierten en "putas" ¡Claro! Para esta "magistrada" si alguna mujer del mundo político madurista ejerce funciones de "Estado", o simplemente trabaja para algún alto funcionario, esas mujeres aunque decidan acostarse con tales individuos, y aunque usted las observe que con salarios de 10 dólares mensuales, vistan de etiqueta, estén operadas en sus senos, cintura, caderas y rostros, usen carteras y prendas de marcas, se desplacen en camionetas o vehículos de lujo, viajen con frecuencia al exterior, esas mujeres – menos si no están casadas o tienen relaciones de pareja bajo un mismo techo - nunca serán prostitutas o "putas", en virtud de que sus relaciones sexuales jamás serán por dinero o interés económico. Por el contrario, esas mujeres siempre serán las "damas", "señoras", "asistentes", "doctoras", o por supuesto, la alcaldesa, gobernadora, (vice)ministra, o hasta "magistrada".

Para la "magistrada" del TSJ una mujer es "puta" aunque obligada a emigrar de su país por una inmensa crisis política, económica y social, llega a otra nación, en la cual es engañada y llevada a cumplir tales roles bajo amenazas de muerte, o en su defecto, es objeto de mafias que las obligan a tales acciones, aunque se encuentre en "libertad" – que también puede ocurrir en su propia Venezuela – será eso: una "puta". Obviamente, ninguna de esas "damas", "señoras", "asistentes" o "funcionarias" será obligada a pasar por una situación semejante. Para ellas, cuando llegue ese momento será rodeada de las más lujosas condiciones y ambientes inmejorables, y cómo reiteramos, no lo hace por dinero ni intereses, siempre será eso: "una dama".

Esta "magistrada" del TSj y suponemos que es la posición oficial de tal "institución", una "puta" es aquella que termina siendo objeto de pesquisas y detenciones por parte de policías y funcionarios de semejantes organismos. Por el contrario, las damas, señoras y funcionarias mencionadas que trabajan para el madurismo, terminan por órdenes de sus superiores o jefes, protegidas y escoltadas por los policías o cuerpos de "investigación" que detienen a las "putas". Tal vez sea, para proteger a esas "ciudadanas morales" de las mujeres inmorales.

En síntesis, queda en evidencia que cuando una mujer se acuesta por dinero, sea cuáles sean las condiciones de ganancia para obtener esa plata, la "magistrada" del TSJ las considera "putas". Suponemos que en el TSJ y menos en el mundo madurista ocurren esas acciones con las damas, señoras, asistentes y funcionarias. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.

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