A propósito del Día que fue ayer, 12 de Abril, insertamos en las Efemérides de Aporrea de ese día un texto referente al tema ( https://www.aporrea.org/cultura/n382043.html ), seguido de un audio que reproduce una canción de Gonzalo Gómez Freire, co-fundador de ésta página popular-alternativa y psicólogo e investigador-educador social. La canción cuenta una historia real y a la vez común a muchos niños en situación de calle a finales de los años '90, pero que igualmente representa también una situación actual. (AUDIO al final de esta nota)
El propósito del Día Internacional de los Niños de la Calle (o En Situación de Calle), que fue el pasado miércoles 12 de Abril de 2023, y se repitre todos los años, es denunciar la situación de calle que enfrentan millones de niños en todo el mundo, con vulneración de sus derechos.
Se trata de niños que se encuentran privados de su medio familiar y viviendo en la calle, por distintos tipos de circunstancias que les han forzado a ello y por encontrarse desprotegidos o fuera del alcance de las políticas del Estado. Son personas que se encuentran en condiciones extremas de vulnerabilidad, expuestas a todos los riesgos que implica vivir y pernoctar en el ámbito de la calle, consecuencias para su bienestar, físico y psicológico.
Por eso, en este día se hace un especial llamado de atención a la sociedad entera y particularmente a los gobiernos e instituciones, para que asuman sus responsabilidades y hagan serios efuerzos por contribuir a sacar a estos niños y niñas de la calle y transformar las condiciones socioeconómicas, socioculturales y sociopolíticas que originan las circunstancias a las que se ve sometida esta población; con el fin de ofrecerles un futuro sustancialmente mejor.
Generalmente los medios confunden los Niños de la Calle, que viven y pernoctan en la calle, con otros niños que se desenvuelven en gran medida en la calle, pero que a diferencia de los primeros son Niños y Adolescentes Trabajadores que no han roto todavía sus vínculos familiares y siguen viviendo la mayor parte del tiempo con sus familias, aunque sus lazos estén quebrantados o sean débiles. Esta población crece mucho cuando lo hace la franja de trabajadores y trabajadoras que se sobreviven de la economía informal o en actividades marginales para obtener algún ingreso, sobre todos en extremas condiciones de precariedad laboral y salarial como las que tenemos nuevamente hoy en día, después de algunos años de un relativo respiro (antes de la muerte de Chávez), durante una década de mejoras sociales que tuvimos cuando todavía estaba vigente la revolución bolivariana. Pero hay niños que comienzan acompañando a familiares en la buhonería y en la mendicidad y luego de un proceso de “callejerización” terminan convirtiéndose en Niños en Situación de Calle (NSC).
En Venezuela estudios realizados a finales de los años '90 (S. XX) hicieron un conteo de la categoría Niños de la Calle, estimándola en un aproximado de 10 mil muchachos distribuidos en 9 de las principales ciudades del país, mientras que los Niños Trabajadores (incluídos los que acompañaban a sus familiares en el trabajo) fueron estimados en alrededor de 300 mil (estudios conducidos por el psicólogo Gonzalo Gómez Freire, co-fundador de Aporrea, por encargo de UNICEF, del INAM o de la ONG Funda-ICI).
Como decíamos, en la primera década del siglo XXI esta población se redujo sensiblemente con las políticas sociales y servicios de atención del gobierno de Hugo Chávez, pero el fenómeno se volvió a agudizar en la última década y en la presente, por el severo empobrecimiento del país, cambiando también sus manifestaciones. Hoy no necesariamente se les ve a todos en la calle, porque las organizaciones dedicadas al microtráfico de drogas o a actividades ilícitas pueden incorporarlos a sus redes en la adolescencia y les brindan albergue los lugares en que se resguardan o son sede para manejar sus operaciones. Ver: Niños de la calle y niños en mendicidad en Venezuela (Funda-ICI 1994 y 1998) y Evaluación del Programa "Casa del Niño Trabajador" (P.C.N.T.) como alternativa para la atención de la niñez trabajadora (Funda-ICI, 1999).
Volviendo a la canción Chamo de la Calle, del cantautor y educador social Gonzalo Gómez Freire (co-fundador de Aporrea.org); es una composición surgida de un estudio realizado por el autor con estos niños y adolescente entre 1995 y 1997 (grabada con arreglo musical y ejecución del teclado por el músico popular Alexis Calatayud, de manera muy compenetrada con la letra y el sentir del tema). La canción formó parte de una producción de varios cantautores populares urbanos bajo la denominación "Al Otro Lado de la Calle", que se realizó a finales de los '90. La situación real denunciada, como decíamos, mantiene su vigencia o ha reaparecido con la misma o mayor fuerza que la que tenía en el pasado (lamentablemente). Fue muy utilizada por el autor como instrumento pedagógico para la sensibilización y análisis situacional en numerosos talleres ofrecidos para la formación de Educadores de Calle o de actores institucionales responsables de programas sociales. El final de la canción de 1997 hace alusión a las circunstancias que provocaron la conmoción social vivida en Venezuela en 1989.
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Letra de la canción Chamo de la Calle
Julio de 1997
Letra y Música: Gonzalo Gómez Freire
CHAMO DE LA CALLE
El “chamo” a quien canto esta canción
vive entre escombros como un ratón
y merodea en el bulevard
tras un bocado que merendar.
A una señora le da un templón.
Abre su bolso en el callejón.
Por hoy resuelve la situación
y al video-juego va a disfrutar
Con lo sobrante se va a comprar
frascos de pega para inhalar
con sus amigos en un rincón
y confortarse con la evasión.
Ya no se acuerda de su mamá.
Y si se acuerda... ¡Qué más le da!
Toma su frasco para olvidar
y un nuevo día deja pasar.
Bajó del cerro,
suerte del pobre:
Que en este mundo
sólo unos cuantos
tienen los cobres.
Viene del barrio,
suerte del pobre:
Dejó a su madre,
pero a su padre
no lo conoce.
A hacer las letras nunca aprendió.
En una escuela nunca estudió.
Sólo en la plaza y en el portal
y donde el módulo policial.
Allí le dieron una lección
sobre el vejamen, sobre el dolor.
Supo lo que es abuso sexual
y aprendió técnica “delictual”.
Luego el Estado se “conmovió”:
Se lo llevaron para un retén.
Y como entonces se portó mal
en un “tigrito” pasó hasta un mes.
Desesperado, sin poder más,
sólo aguardó la oportunidad:
Con otros “chamos” se amotinó,
se dio a la fuga y anda por ahí.
Bajó del cerro,
suerte del pobre:
Que en este mundo
sólo unos cuantos
tienen los cobres.
Viene del barrio,
suerte del pobre:
Dejó a su madre,
pero a su padre
no lo conoce.
¿Cuándo cambiará la situación?
¿Cuándo se hallará la solución?
Ya no aguanta más la población.
Aquí va a ocurrir... ¡un sacudón!