Rastros del tiempo (CLIX)

El Día de los Santos Inocentes: De la Matanza de Herodes a la Tradición de las Bromas

Domingo, 28/12/2025 09:22 AM

El Día de los Santos Inocentes, celebrado el 28 de diciembre, es una festividad cristiana que conmemora la Matanza de los Inocentes, el trágico episodio bíblico en el que el rey Herodes ordenó el asesinato de niños menores de dos años en Belén, con la intención de eliminar al Niño Jesús, percibido como amenaza a su trono. Narrado exclusivamente en el Evangelio de Mateo (Mt 2,16-18), este relato evoca la profecía de Jeremías (Jr 31,15) sobre el llanto de Raquel por sus hijos, simbolizando opresión y martirio. Aunque su historicidad es debatida, ausente en fuentes como las del escritor, historiador judeorromano del siglo i, Flavio Josefo, pese a la crueldad documentada de Herodes, la Iglesia lo interpreta como cumplimiento profético y arquetipo de inocencia sacrificada.

Orígenes Bíblicos y Litúrgicos: la conmemoración de los mártires, es un episodio que se sitúa poco después del nacimiento de Jesús, cuando los Magos de Oriente alertan a Herodes, del nacimiento de un "rey de los judíos" en Belén. Engañado por los Magos, que regresan por vías diferentes; Herodes, en su paranoia tiránica, ordena matar a todos los niños varones, de hasta dos años en la región. José, advertido en sueños, huye a Egipto con María y el Niño (Mt 2,13-15). Los niños víctimas son venerados como primeros mártires cristianos, santos por su muerte en lugar de Cristo, sin bautismo previo, pero con méritos suficientes, por su martirio inocente.

La fecha del 28 de diciembre se fijó en el siglo V, en Roma y África, dentro de la "octava navideña", del 25 de diciembre al 1 de enero, según las Homilías de Gregorio Nacianceno y Gregorio de Nisa, Padres Capadocios, teólogos del siglo IV, que defendieron la ortodoxia de la Trinidad. Tras el Concilio de Nicea, se mencionan esta fecha y, el Sacramentario Leonino, el libro litúrgico más antiguo que se conserva del Rito Romano, la institucionaliza. En Oriente varía: 29 de diciembre en Grecia y el 27 en Siria.

Evangelios apócrifos como el Protoevangelio de Santiago, también conocido como el Libro de Santiago o el "Protoevangelium", un evangelio apócrifo, escrito probablemente hacia el año 150 y centrado en la infancia de la Virgen María y en el nacimiento de Jesús de Nazaret, también toman este evento y lo integran en narraciones más amplias, añadiendo detalles; pero el Evangelio Canónico de Mateo es la base que reconoce la ortodoxia católica, que cuenta cómo Herodes el Grande ordenó matar a los niños menores de dos años en Belén.

En la Edad Media, la festividad absorbió elementos paganos, transformándose de conmemoración luctuosa a festiva. Se fusionó con las saturnales romanas (17-23 diciembre), banquetes caóticos con inversión de roles, y la Fiesta de los Locos (siglo V-XII), parodia eclesiástica, donde bufones simulaban misas, comían en altares y elegían "obispos locos". Esto permitía catarsis social, en un mundo jerárquico, con disfraces, burlas y excesos.

La Iglesia reguló estos excesos mundanos en el Concilio de Basilea, 1435, que fue convocado para la reforma de la Iglesia, la paz cristiana y la extirpación de herejías, pero el espíritu bromista en el tradicional ambiente popular perduró, vinculando la inocencia de los niños mártires, con la ingenuidad de los engañados. En Europa, surgió el "Rey de los Inocentes", elegido por una semilla en pan, para mandatar travesuras sin castigo. En Latinoamérica, en casi todos los países, el sincretismo es vibrante: se realizan las "locainas, por ejemplo en Ecuador: Cuenca, Atuntaqui, se realizan desfiles con sátiras; en Venezuela: "Baile de los Locos" con Zaragozas (trajes coloridos, máscaras), inversión de roles y "inocentadas" como café con sal. México, Perú, Colombia: bromas familiares, ofrendas y pastorelas; en Paraguay y Bolivia, más religiosas pero con humor.

Hoy los medios emiten "inocentadas", y en las redes sociales amplifican engaños digitales, secularizando la fiesta, sin perder su esencia catártica. El Día de los Inocentes ilustra el sincretismo cultural: de genocidio bíblico, a ritual de inmersión social, honrando la inocencia vulnerable, mientras libera tensiones mediante humor, en un mundo de fake news, recuerda cautela ante lo "creíble". Esta evolución refleja la resiliencia humana, que transforma el dolor en alegría, recordando que, como los niños de la masacre de Herodes, la inocencia aún prevalece, ante la rigidez del tiempo.

Nota leída aproximadamente 270 veces.

Las noticias más leídas: