Monólogo antes de que se acabe el mundo

Martes, 23/09/2025 04:53 AM

(Crónicas fabuladas IV)

  

EMIGDIO MALAVER G.

Monólogo antes de que se acabe el  mundo 

(Crónicas fabuladas IV)

EMIGDIO MALAVER G.

ÍNDICE

¿Para dónde se va el año nuevo? 5 Hay que recordar los momentos felices 6 ¿Al mal tiempo buena cara? 7 ¿Árbol que nace torcido nunca su rama endereza? 8 Esperando que venga la muerte 9 ¿Está nuestro Dios en todas partes? 10 Cuando la gente vive con un disfraz permanente 11 ¿Se debe llevar algo el muerto en la urna? 12 ¿Por qué ladra tanto ese perro? 13 Cuando se es ateo en pleno vuelo 14 ¿Conoce usted la clave del fracaso? 15 Por la tierra de Plácido Maneiro 16 Si un perro hablara con Jesucristo 17 El arco de la sequía está disparando sus flechas 18 Un 19 de abril que retumbó en Margarita 19 Cómo interpretar los sueños y ganar en los animalitos 20 ¿Qué hizo Bolívar de Juangriego a Santa Ana? 21 Una mata de mango le habla al mundo 22 ¿Por qué los pueblos son chismosos? 23 Los arboricidios que se cometen el día del árbol 24 ¿Por qué no hacen misa para que llueva en los pueblos secos? 25 ¿Por qué las ondas tropicales no ayudan a Margarita? 26 Cada pueblo con su santo 27 Cuando un perro honra a su padre 28 La mata de mango celebra el día del periodista 29 Cuando hallas la alegría de la muerte 30 Cuando te dan tres semanas de vida 31 La muerte es un regalo de Dios 32 Querían hablar de la Décima Malaver 33 ¿Por qué la gente se ofende si lo llaman perro? 34 Los humoristas tienen que llegar al cielo 35 Cuando te prorrogan un mes de vida 36 Ni se alienta ni se muere 37 ¿Fue Pablo Neruda un plagiario? 38 El único que no ha entendido que hay que salvar al planeta 39 Monólogo antes de que se acabe el mundo 40 Cuando la sequía era la causante de la diáspora 41 ¿Usted cree que el poder cambia a las personas? 42 ¿Cuál es el defecto que tiene este bello mundo? 43 ¿Conoce usted al hombre que no se equivoca? 44 ¿Cuáles son nuestras primeras necesidades? 45 ¿Cuál es la mejor manera de influir? 46 ¿Cuál es el argumento que no se puede rebatir? 47 ¿Dónde está la verdadera sabiduría? 48 Yo tuve ahí un amigo 49

¿Cuál es la madre de la invención? 50 Tres amigos conversan de diciembre 51 Perro, mata y hombre dan su mensaje navideño 52 MINIBIOGRAFÍA 53

5

¿Para dónde se va el año nuevo?

El periodista Juancho Marcano, observaba desde su balcón como el sol  agonizaba allá en el horizonte, como lo siempre lo hacía, en esa hora de la  tarde; mientras que el año nuevo, como de costumbre, enviaba su corriente de  aire frío que hace que hasta las plantas, arruguen sus hojas para protegerse. 

El perro Pipo parecía hablar con el gato Rocky y disponerse cada quien a  buscar su comida y luego dirigirse a su aposento para esperar el otro día. Aún  en la radio comunitaria se pueden oír las canciones navideñas, que hacen  relación con el año que se va y el año nuevo que viene. Esto le llamó la  atención al can y se dirigió donde estaba Juancho Marcano para preguntarle  eso del año nuevo, que cada vez que llega el último mes, se forma un alboroto  para esperar el nuevo período y gritar: feliz año. 

El periodista aún tenía las secuelas de un malestar de garganta que  precisamente por el frio y las lloviznas decembrinas, le habían producido y que  no permitieron degustar unos buenos tragos para despedir el año viejo y darle  la bienvenida al año nuevo. Por eso estaba observando con nostalgia la  muerte destellante del sol, cuando Pipo llegó y manifestó: ¿Juancho qué  significa el año nuevo y que siempre que llega este tiempo, se forma cierta  bulla para recibirlo? 

El periodista observó al perro calladamente y después fue que contestó:  "Sucede, Pipo, que esto es como una ceremonia que trata de darle la  bienvenida a un supuesto año nuevo en el cual todos basan su fe y esperanza  que será mejor, de ahí es que tú oyes por todos los lados feliz año, pero las  cosas, como tú has visto no son así y a veces suceden casos contrarios a lo  que la gente desea". 

El perro guardó silencio, como el que no entendió mucho lo señalado por  Juancho, sin embargo, volvió a preguntar: Pero ¿Para dónde se va el año  nuevo? 

- ¿Qué te puedo decir? Tal vez agarre para donde mejor le parezca y se  dedique a envejecer sin cumplir todo lo que le pidió la gente y a esperar que  venga el final de los doce meses para que lo despidan igualito y le pidan al que  viene los mismos deseos del anterior y así siguen a través de los años. 

¿Y qué sentido tiene eso Juancho?

El periodista calló y solo dijo, dejemos esto hasta aquí y busquemos cada  quien la forma de pegar los ojos y esperar el otro día. 

12/01/2023

6

Hay que recordar los momentos felices

El periodista Juancho Marcano, llegó a su casa luego de hacer unas  diligencias en Porlamar y cuando estaba arreglando las cosas que compró,  sintió la corneta de un carro y tuvo que salir para ver quién era, y al ver que  era un viejo amigo, se abrazaron y lo hizo pasar. Ahí estuvieron conversando  un rato y riéndose de muchas cosas. Eran muchos los recuerdos y los  momentos vividos tanto en primaria, como en el Liceo y en la Universidad, y  por tanto había bastante tela que cortar en esa conversa que lamentablemente  tuvo que terminarse porque el citado amigo tenía que seguir para hacer otros  asuntos que le impedían tardar más tiempo en la casa del reportero. 

El perro Pipo que había estado sentado cerca de donde conversaron los  amigos y escuchó las carcajadas de ambos, rápidamente abordó al periodista:  "Juancho para decirte la verdad, te noté que estabas muy contento con la  conversa con ese amigo que hoy vino a visitarte, por lo cual me alegro, porque  al fin y al cabo he escuchado que esa debe ser la vida, o sea disfrutar los ratos  con los amigos y más aún cuando ya se tiene cierta edad que la soledad es  como una flecha que te clava el tiempo en todo el corazón. Pero dicho esto,  sobre ¿qué hablaban, Juancho?" 

El periodista que aún tenía los rastros de la sonrisa en su boca, observó a su  perro, y antes de contestarle su interrogante, le dijo: "Ah, Pipo, si supieras por  las cosas que tenemos que pasar los humanos en esta vida, no te  sorprendieras tanto por lo que a veces escuchas. Por eso, fíjate, por ahí leí  que los momentos felices son los que se recuerdan, aquellos instantes que en  verdad nos hicieron sufrir, hay que desecharlos y borrarlos del cuaderno de la  vida, por tanto con ese amigo hoy yo conversé sobre ratos muy felices que  pasamos en nuestros años de estudios, y que fueron bastante, pues  estudiamos juntos en la escuela, en el liceo y en la Universidad y te podrás  imaginar las tantas vivencias que tuvimos unidos, y también, claro, los  momentos que fueron de sacrificio y hasta de tristeza, pero que eso lo  dejamos atrás, y nos quedamos con aquellos que nos hacen reír y reír para  volver a disfrutar otra vez de esos ratos. ¿Entendiste?" 

El perro lo observó y dio a entender que había comprendido y se retiró porque  la esposa del Periodista lo estaba llamando. 

19/01/2023

7

¿Al mal tiempo buena cara?

La mata de mango lucía hermosa en el conuco, parecía una gran bailarina con  su falda de color verde y con su sonrisa de perlas blanquecinas. El periodista  Juancho Marcano, la observó desde lejos y viendo aquella estampa, no pudo  más que alegrarse y entender que los árboles tienen en su vida sus momentos  felices, como debe ser, que no se complican la vida con angustia y  preocupaciones, viven y mueren, con sus ratos felices y de tristeza cuando la  sequía los castiga o cuando en el peor de los casos, viene el asesino más  grande y cruel que ha dado la naturaleza, como lo es el hombre, y de una vez,  en cuestiones de minutos, acaba con una vida que duró años en crecer entre  muchas vicisitudes. 

El perro Pipo que caminaba cerca de Juancho Marcano, también observaba el  panorama, hasta que se llegaron al pie de la mata de mango y ahí quisieron  saber el porqué de su alegría. "Bueno, amigos, en estos días, con el rocío de  la noche y las lloviznas que han venido a acariciar a las plantas, estas se han  sentido alegre y eso me contenta, pues su alegría es la nuestra también", dijo  la mata de mango, cuando se le inquirió al respecto. 

El periodista cuando escuchaba hablar así a la mata de mango e igual a Pipo,  se sentía emocionado, pues entendía que estos seres vivos, a diferencia de  ciertos otros, que dicen llamarse humanos, tienen sentimientos hermosos, lo  cual deberían tener los hombres para que el mundo no estuviera lleno de  egoísmo, mentiras e hipocresía. 

Pipo al observar la alegría de sus amigos, quiso intervenir y por eso,  manifestó: "Es bueno estar contento por motivos que así lo ameritan, pero yo  he oído que cuando llegan los tiempos no muy buenos, los humanos dicen: "Al  mal tiempo buena cara", pero he visto que a veces no es así y la gente anda  con una cara de angustia y amargada que no la puede ocultar. ¿Qué opinas tú  Juancho?" 

El periodista vio al cielo como diciendo: ¡Ay Dios! Y luego señaló: "La idea,  Pipo, es que las situaciones que no nos son favorables, la enfrentemos con  calma y con valentía, pero sin perder nuestra forma de ser, pero sucede que  hay situaciones tan complicadas y difíciles que hay seres humanos que no  aguantan y ni saben cómo enfrentarlas, por factores externos, que no pueden  ocultar su cara de angustia". 

El perro y la mata de mango estuvieron de acuerdo con lo dicho, y luego perro  y hombre regresaron a casa. 

25/01/2023

¿Árbol que nace torcido nunca su rama endereza? Las madrugadas, tal vez por el frío no quieren quitarse el traje oscuro de la  noche y por tanto cuando son las seis de la mañana, aún la claridad es  opacada por la oscurana que no deja salir a la gente para el conuco, por temor  a los peligros que pueda presentar el camino. Mientras tanto, no queda de otra  que esperar y eso es lo que hace el periodista Juancho Marcano, quien, con  su esposa, disfrutan un café y conversan sobre las noticias más relevantes  que observan en los celulares, mucho antes de que el café expulse su  exquisita aroma, anunciando que ya está listo para su consumo para reponer  energías y emprender las tareas del día. 

El perro Pipo que trata de jugar con el gato Rocky y a éste casi siempre no le  gusta la idea, pues es poco jugador y poco comunicativo y hasta poco  cazador, pues a veces las ratas se han visto correr por los datileros que  adornan el jardín de la vivienda. Por tal motivo el can deja la idea de jugar y  más bien se dirige donde está Juancho que ya ha salido de la casa y observa  la corona de neblina que lucen las cabeceras de los cerros en el portachuelo  de La Tacarigua de Margarita. 

"Si las condiciones del clima no cambian, Pipo, no vamos a ir para el conuco,  pues nos puede agarrar el chubasco por el propio camino y de verdad que no  me gustaría, pues en estos días me he visto afectado de la garganta y creo  que unas garúas no pueden hacer bien para calmar ese malestar, por eso hay  que evitarlas", dijo el periodista viendo las amenazas de lluvia. 

"Bueno, Juancho, si tú lo decides, así será, no hay problema. Pero mientras  tanto quisiera preguntarte sobre una expresión que oí por ahí por la calle, que  dice: "Árbol que nace torcido nunca su rama endereza. ¿Qué dices tú?",  apuntó el perro. 

El periodista observó a Pipo y luego comentó: "Bueno, ese se refiere a aquella  persona que al parecer no ha tenido un buen comportamiento cuando  muchacho y la gente cree que va a llegar al final de su vida así, y a lo mejor  `si, pero a veces no sucede, pues hay personas que, como dicen, han sido el  diablo cuando joven y actualmente son unas grandes y educadas personas.  Pero no creas a veces mucho en esos refranes, porque hay un dicho que dice:  "En el camino se emparejan las cargas", lo cual contradice el que tú me  señalaste". 

El perro entendió bien la explicación y también a Juancho que no iba para el  conuco por las condiciones climáticas y ambos buscaron que hacer en la casa. 01/02/2023

9

Esperando que venga la muerte

Son las seis de la mañana y aún en la calle donde vive el periodista Juancho  Marcano, el manto de la oscurana no quiere darle paso a la claridad y una ola  de frío baja y sube por la vía aprovechando que el astro rey no sale todavía  para aniquilarlo con su fusil destellante. 

El reportero junto a su esposa, se preparaban para ir a echar gasolina, en  compañía de un vecino, mientras el perro Pipo, aún somnoliento observaba  pensativo la escena, como preguntándose para dónde irán a esta hora. Por  eso estaba esperando el momento oportuno para preguntar y salir de la intriga  que estaba viviendo. Por tal motivo cuando consideró oportuno, interrogó y  Juancho le respondió que iban a surtir de gasolina el carro, y había que salir  temprano porque en los últimos días, la cola para echar dicho combustible se  estaba haciendo muy larga. 

Pipo entendió, pero antes que salieran quiso interrogar a Juancho sobre algo  que había escuchado sobre la muerte y por eso le formuló la pregunta: ¿Qué  opinas tú de la muerte? 

- Que es algo muy natural. Que hay que prepararse para esperarla y una de  las cosas que hay que hacer para eso, es que hay que dejar los apegos, para  no tenerle miedo, dijo el reportero. 

- Yo escuché por ahí Juancho a una persona que en vista que estaba  sufriendo mucho, dijo que estaba esperando la muerte. 

- Bueno Pipo, hay cierta gente que en vista de su situación espera la muerte  como solución a su enfermedad o problema. Aunque esto de esperar la  muerte, me hace recordar un cuento de Earle Herrera, que trataba de un  pueblo donde la gente se estaba muriendo de hambre y lo más que deseaban  era que llegara la muerte, en vista de que no había qué comer. Y cierto día, de  tanta esperarla, llegó la muerte, por cierto, muy raquítica, y ¿sabes lo que  pasó? Que la gente se alegró, pues con la muerte hicieron una sopa con sus  huesos y se jartaron y así mataron su hambre". 

Luego de decir esto el periodista, acarició a su perro y aún con cierta sonrisa,  le dijo que como ya había aclarado tenían que irse, que cuidara la casa, que él  iba a la bomba y venía. 

08/02/2023

10

¿Está nuestro Dios en todas partes?

La noche agarró su pijama negra y parecía guarecerse bajo una cobija de frío.  Mientras tanto el sol hacía rato que había apurado el paso por aquel camino  de bajas temperaturas y se fue a esconder, como todas las tardes, en la casa  del horizonte que ha tenido por años allá en el mar de Juangriego. Las  guacharacas que por el chubasco habían ofrecido su concierto de voces  desafinadas, buscaron rápido los árboles más tupidos para que aquel clima  friolento, no les perturbara tanto el sueño. 

El periodista Juancho Marcano, también sintiendo los rigores de aquella noche  fría, había salido para encender las luces del jardín, cerrar el carro y las  puertas externas de la vivienda, con el fin de ver un poco de televisión y  descansar del pájaro de la rutina que la mayoría de los días revolotea por su  casa y va marcando su vida. 

El perro Pipo, tenía puesta su franela, la cual usaba para cuando el clima  marcara unos grados más bajos de lo acostumbrado. Pero no quería acostarse  hasta no hablar con Juancho una cuestión que había oído cerca del portón, a  unas señoras que pasaron por ahí, y que lo dejaron intrigado y por eso no  quería irse a la cama antes de conocer la opinión del periodista al respeto. Por  eso cuando pudo lo abordó e interrogó: ¿Juancho tú crees en Dios? 

El periodista que ya estaba terminando de cerrar las puertas para pasar hacia  a la casa, se detuvo y observó al can, pero sin asombrarse, pues ya sabe que  Pipo, en cualquier momento, va a preguntar cosas que él no se imagina, por  eso señaló: "Claro, Pipo, hay que creer que hay un ser que no lo vemos  físicamente, pero que está en los animales, en las plantas y en los humanos y  que fue capaz de crear esta belleza que llamamos naturaleza y que ha regido  el destino de los mencionados seres, por muchos años". 

- ¿Y está en todas partes?

- Si, como ya te dije, aunque eso me hace recordar el cuento aquel del niño  que le preguntó al Sacerdote que si Dios estaba también en el patio de su  casa, y el religioso le respondió que sí, y el muchacho, exclamó: "No sea  embustero, padre, Dios no está ahí, porque mi casa, no tiene patio". 

Pipo escuchó la exposición y en vista de que Juancho se miraba apurado y  como si quería hablar poco, no siguió el interrogatorio y esperó que el  periodista terminara de cerrar y ambos acostarse en sus respectivas camas. 15/02/2023

11

Cuando la gente vive con un disfraz permanente "Los carnavales de otrora y sobre todo los que vivimos en nuestra niñez eran  especiales, había colorido, brillo, alegría, entusiasmo y muchos caramelos  para la muchachada". 

Le dijo Evaristo a su amigo Juancho Marcano, a quien el citado amigo lo había  pasado visitando cuando iba rumbo a su conuco y como el tema del carnaval estaba en el tapete, pues eran días de esas festividades, lo comenzaron a  comentar. 

- Mira Evaristo, aquí en la Tacarigua de Margarita por aquellos tiempos de mi  infancia, hacían unos carnavales dignos de cualquier ciudad que se jacte de  realizar esas fiestas carnestolendas; tanto es así que hubo un año donde se  hizo una elección y estuvo tan reñida que la candidata de un sector ganó por  un estrecho margen, y eso fue el acabose, pues hubo un sector que no aceptó  el veredicto, y nombró a su candidata como reina del pueblo, pasando por  encima de la decisión del jurado, y por eso en ese tiempo hubo dos reinas, una  en la parte de abajo del pueblo y otra en la parte de arriba, y hasta se puede  decir que por cierto tiempo el pueblo estuvo dividido por eso, pero al pasar de  los años se limaron esas asperezas. 

- Así era, amigo Juancho, y aparte de lo ya descrito, habían fiestas de  disfrazados y hasta se jugaba con agua, ahí nadie podía salir a la calle sin  recibir su baño y no de agua limpia, precisamente, dijo Evaristo, y siguió a su  conuco porque después de ahí tenía que hacer otras diligencias, dejando a  Juancho Marcano con su nostalgia por aquellos carnavales, y fue ahí que  Pipo, le preguntó: ¿Y qué es un disfrazado Juancho? 

- Es alguien, Pipo, que se viste y se comporta con otra personalidad, o sea se  disfrazan de payasos, otros de mujeres y otros de animales, con el fin de  divertirse en estas fiestas contagiosas y alegres que son los carnavales.  Aunque te digo hay personas que viven con un disfraz permanente, o sea uno  cree que son sinceras y no lo son; otros están disfrazados de leales y son  traidores; otros andan vestidos de amigos y son hipócritas y así un montón de  gente que vive disfrazados constantemente, aparentando lo que no son. 

Pipo, escuchó la explicación y dio a entender que comprendió, y se fue a  preparar para irse para el conuco con Juancho, quien ya estaba listo para  marchar para el sembradío. 

22/02/2023

12

¿Se debe llevar algo el muerto en la urna? El ejército del sol y el viento ya empezaron a disparar sus dardos destellantes  contra la frescura del clima y del paisaje. Era raro que el frío anduviera  vagando por ahí, haciéndole compañía a un chubasco nocturnal. Esta tierra de  la Tacarigua de Margarita se ha caracterizado por la escasez de las lluvias y  de ahí las grandes diásporas del pasado hacia tierra firme y más aún cuando  estalló la fiebre del petróleo, que dejó a los conucos abandonados bajo el  látigo inclemente de la maleza que apenas se descuida el campesino, llena el  terreno de todo tipo de hierbas. 

El periodista Juancho Marcano, había llegado al conuco, acompañado con su  perro Pipo, que recorría el sembradío, mientras que el hombre limpiaba y le  acomodaba hojas secas a las plantas en el pie para que conservaran el  poquito de humedad que aún puede tener el suelo unos centímetros más  abajo de la superficie. 

Después de haber terminado, hombre y perro, en vista de lo fuerte de la  canícula, buscaron refugio en la fresca sombra de la mata de mango que,  como siempre, los esperaba con la mejor de su sonrisa y la frescura de su  follaje para que descansaran y conversaran, tanto ellos como ella. Por eso,  después que Juancho y Pipo saludaron y hablaron con el árbol, el perro se  dirigió al periodista y, para no perder la costumbre, lo interrogó sobre algo que  el hombre no esperaba: ¿Juancho, cuando los humanos se mueren, deben  llevar algo que a ellos les gustaba en la urna? 

El periodista observó a su perro y sin pensar mucho, repreguntó: ¿Por qué me  preguntas eso? "Porque escuché a un vecino hablando que un hombre como  era albañil, le llenaron la urna de bloques y después no hubo quien la cargara",  respondió el perro. 

Juancho soltó la risa, aunque después manifestó: "Aunque te digo, Pipo, a mi  me contaron que a un pobre hombre, le gustaban mucho los dulces, las  galletas y las chucherías, pero que nadie tenía la bondad de dárselas, cuando  se murió, el ataúd se lo llenaron de todo tipo de exquisiteces dulces, y por eso  un borracho gritó: "Ahora es cuando le van a dar esas galletas". 

Hombre y perro soltaron la risa y después como ya era mediodía, tomaron el  camino a la casa. 

01/03/2023

13

¿Por qué ladra tanto ese perro?

El periodista Juancho Marcano salió de su pueblo la Tacarigua de Margarita  con rumbo al pueblo de Altagracia, poblado éste conocido por la cantidad y  variedad de negocios que ahí hacen vida y por tal motivo es conocido en la isla  como el pueblo de los comerciantes o negociantes. Antes de llegar al  mencionado lugar el reportero pasó por Santa Ana, cuna de la Tercera  República y conocida como la ciudad jardín de Margarita, porque su calle  principal es larga y adornada ambas aceras con árboles de guayacán, que es  el árbol emblemático del estado Nueva Esparta. Ahí se detuvo en un negocio  de asiáticos y compró unas cosas y siguió al nombrado pueblo gracitano o Los  Hatos y allí, después de andar preguntando en diferentes casas comerciales,  encontró lo que andaba buscando, por eso se dijo: "Lo que no se consigue  aquí en Altagracia, no se consigue en ninguna parte". 

Una vez cumplida la misión, regresó a su pueblo y a su hogar, donde cerca del  portón encontró a Yey, el perro del vecino, con unos ladridos incesantes a  unos muchachos, y no era raro porque dicho can ladra hasta a los pájaros, por  eso no le paró mucho a los ladridos y una vez abierto el portón, entró con el  vehículo y lo recibió su perro Pipo, que le preguntó cómo le fue y le dijo que  había tardado más de lo debido. Juancho le contestó que bien y le comentó,  escuchando a Yey ladrar: "Pipo, ¿por qué hay unos perros que ladran tanto? 

El perro vio a Juancho, detenidamente, y le manifestó: "Mira Juancho, así  como hay gente que es bullera, también hay perros; claro hay que unos que  ven peligro en todo y su manera de defenderse o mostrar las garras, es ladrar  para que agarren miedo, los supuestos enemigos que se acercan y más aún si  quieren entrar a la casa". 

"Ahora que tú dices así, dijo Juancho, me recuerdo que un señor fue a visitar a  un compadre y cuando llegó a la puerta del jardín, salió un perro ladrando  furiosamente y en vista de esto, salió el compadre, y el señor le preguntó:  ¿Compadre, por qué ladra tanto ese perro? "Ese perro ladra así, cuando ve  gente fea", dijo el compadre. Entonces el señor, rápidamente le contestó:  "Entonces ese pobre perro, compadre, no parará de ladrar viviendo con usted  entre la casa". 

El periodista soltó la risa por su anécdota, acarició su perro y siguió, con lo que  había comprado, para dentro de la vivienda. 

08/03/2023

14

Cuando se es ateo en pleno vuelo

- ¿Cómo te fue Juancho?

Juancho Marcano había llegado de hacer ciertas diligencias y al estacionar el  carro, y sentarse debajo de los helechos para respirar la buena vibra de estas  plantas y refrescarse del calor que produce la calle, su perro Pipo se le acercó  y le formuló la pregunta que inicia este texto, a la cual Juancho manifestó: 

- Me fue bien, Pipo, estuve en el pueblo de El Cercado, uno de los poblados  más antiguos y tradicionales que tiene Margarita, ahí trabajaban el barro desde  los tiempos de nuestros aborígenes y por eso hacen utensilios con esta  materia como tinajones, cazuelas, platos, aripos, porrones, entre otros. Ese  pueblo es la cuna de uno de los mejores músicos que ha parido este Estado,  como lo es Alberto Valderrama Patiño (Beto). 

"Mas tarde me llegué al pueblo de El Maco, que fue famoso en tiempos  pasados por la fabricación de zapatos. Era gente muy laboriosa que  trabajaban el cuero y hacían todo tipo de calzados, no sólo para vender en la  isla, sino también en otras partes del País, lamentablemente, llegó el Puerto  Libre y acabó con esa producción artesanal de zapatos, y así también acabó  con otras tradiciones de nuestro pueblo. En ese sitio hablé con el amigo  Evaristo Marcano Marín, sobre los 121 años, que se cumplieron este 14 de  marzo, del natalicio del maestro de América, como lo fue Luis Beltrán Prieto  Figueroa, hijo ilustre de La Asunción, pero faro de luz para Venezuela y parte  del mundo". 

- Por lo que dices, Juancho, fue un personaje importante, acotó el perro. - Claro, Pipo, porque fue un hombre que entendió antes del medio siglo  pasado que la educación, era el lucero que tenía que alumbrar el cielo límpido  del crecimiento y desarrollo de una Nación. Sin educación, no había Nación, ni  había progreso, ni ciudadanos. 

"Pero ahora que hablo del maestro Prieto, te cuento, que se dice, que él una  vez viajando en un avión, y cuyo acompañante, era un sacerdote, el aparato  empezó a moverse, y el maestro Prieto, empezó a rogarle a la Virgen del Valle  que estabilizara el avión, y el cura al ver esto, le dijo: "Qué extraño, que usted  ruegue y le pida a la Virgen, maestro, porque he sabido que usted es ateo". Y  el educador, respondió: "Pero eso es en la tierra, padre, aquí en este aparato  en el aire, ni de vaina". 

Juancho asomó una sonrisa y decidió callar ante la no reacción de Pipo. 15/03/2023

15

¿Conoce usted la clave del fracaso?

El sol y el viento van tejiendo con sus hilos la sabana mustia que va cubriendo  el paisaje que rodea a la Tacarigua de Margarita. Es tiempo de que las lluvias  se alejen y las plantas cantan la canción que marchita sus hojas. El suelo ha  perdido la humedad del beso que le dio el último chubasco, que no se  recuerda cuál fecha fue que hizo su visita por aquí. 

El periodista Juancho Marcano llegó con su perro Pipo al conuco y observó el  cristal de la tristeza que reflejaban los árboles en su hojarasca, mientras, Pipo,  como siempre, salió a dar un recorrido por el sembradío para ver si había  alguna novedad, pero al no encontrarla, se regresó a donde estaba Juancho  regando unas matas de berenjenas y acomodándole en el pie unas hojas de  plátano secas para que se conservara la humedad del vital líquido y así la  mata se mantenga hasta que las lluvias, con sus bendiciones, lleguen y bañen  de alegría a las plantas. 

Pipo, esperó que Juancho terminara su tarea y una vez que ambos, se  refugiaron en la sombra fresca de la mata de mango, preguntó al periodista:  ¿Juancho para ti qué es el éxito? 

- Ese es un concepto largo de explicar, Pipo, y soy de breves explicaciones,  por eso te digo que el éxito es todo aquello positivo que una persona se  propone alcanzar y por ello trabaja, se esfuerza y se sacrifica para lograrlo, y si  así lo fuere, se dice que alcanzó el éxito en tal actividad. O sea no es fácil, a  veces, lograr obtener ese laurel que deseamos. 

- Pero ¿hay claves para el éxito?

- Bueno, Pipo, como te dije anteriormente, sobre lo que hay que hacer, ahí  están ciertas claves del éxito; claro hay más tanto internas como externas,  pero eso sería largo analizar. 

- ¿Cuáles son las claves del fracaso?

- Yo te señalaría, Pipo, que es hacer lo contrario de lo que te he venido  hablando, es decir, si tú no te esfuerzas por lograr lo esperado, seguro que  fracasas. Pero hablando de esto te digo que un escritor, humorista y actor  llamado Woody Allen, lo explicó diciendo: "La clave del fracaso es tratar de  complacer a todo el mundo". 

Juancho una vez que dijo esto y viendo que Pipo quedó convencido, le pidió  regresar a casa y ambos así lo hicieron. 

22/03/2023

16 

Por la tierra de Plácido Maneiro 

El periodista Juancho Marcano llegó a Pampatar. Tiempos sin pisar este  pueblo de la sal, como decían nuestros antepasados. Pero antes de llegar a  dicho lugar, el reportero pasó por los poblados de Átamo y Los Cerritos, cuna  de muchos amigos en su época de juventud cuando fue estudiante del Liceo  Rísquez en La Asunción. En esos sitios recordó que ahí hay sentimientos que  forman parte de su vida que se hacen indelebles en la página de la vida y del  tiempo. 

Pero bueno, la idea no era hablar de dichos lugares, si no llegar a Pampatar a cumplir con unos amigos escritores que lo habían invitado a conversar sobre  unas actividades culturales y querían que el periodista diera su opinión en la  parte periodística, como efecto así lo hizo, y una vez terminado, agarró rumbo  a su pueblo La Tacarigua de Margarita. 

Estando cerca ya de su casa, escuchó los ladridos de Pipo, que siempre lo  espera cuando Juancho sale fuera del hogar y hasta se angustia, pues le  parece que el reportero no ve muy bien y eso le preocupa. Pero una vez que el  perro lo recibió y estacionó el carro, la pregunta del can no podía faltar:  ¿Juancho cómo te fue y dónde estabas? 

- Pipo, me fue bien, y estaba en unos de los pueblos más hermoso y heroico  de esta Margarita combativa. Estaba en Pampatar, cuna de grandes hombres  como Jóvito Villalba, el mayor tribuno que ha tenido Venezuela, y de Manuel  Plácido Maneiro, que jugó uno de los papeles más importantes en la  declaración de la independencia de Margarita. 

- ¿Y eso por qué Juancho?

- Porque este patriota, que fue comerciante, se encontraba en Caracas cuando  el movimiento independista del 19 de abril de 1810, y de inmediato se vino a  Margarita con tal información y reunió a los patriotas que estaban en contra del  dominio español y les dio la noticia y de ahí se organizaron, y surgió aquel  movimiento que produce el 4 de mayo de 1810, que declara la independencia  de Margarita, siendo una de las primeras provincias que realizaba ese gesto,  de ahí nuestra tierra siguió el ejemplo que Caracas dio y se ganó una estrella  en nuestra bandera. 

Pipo, escuchó callado, dio muestras que entendió lo que dijo Juancho y dejó a  éste que pasara a la vivienda para que almorzara y descansara. 29/03/2023

17

Si un perro hablara con Jesucristo

- Amigo, Pipo, en épocas pasadas, o sea de mis abuelos, las personas en  estos tiempos de Semana Santa, no venían al conuco los días santos y sobre  todo miércoles, jueves ni viernes santo, pues hacían como una a especie de  retiro espiritual y hasta asistían a los actos religiosos que se hacen en la  Asunción para sentir de cerca la pasión, la muerte y resurrección de  Jesucristo. 

- ¿Y quién fue ese personaje, Juancho?

- Fue un hombre que hace más de dos mil años, predicó la igualdad y el amor  al prójimo y la justicia social, pero a los gobernantes de aquella época no le  favorecía esas prédicas, pues estaban ganando muchos adeptos y eso podía  a hacer que perdieran el poder y por eso lo asesinaron a través de torturas y la  crucificación. Pero Jesucristo demostró que era el hijo de Dios y resucitó al  tercer día y se convirtió en un símbolo, al cual muchas personas le imploran y  le ruegan para que le solucione sus problemas. 

¿Y por qué esos ruegos?

- Porque sucede Pipo que Jesús, en su corta vida, y a través de sus caminatas  y prédicas hizo muchos milagros y curó enfermos, que parecían ya incurables  y eso le valió el respeto de seguidores y no seguidores, de ahí que al morirse  quedó la idea de pedirle ayuda para sanar los males que pueda tener una o  varias personas. 

- ¿Y los perros le pueden pedir ayuda a Jesucristo?

- Claro, Pipo, acuérdate que el padre de Jesús es Dios y éste es el creador de  los seres vivos y por tanto tú puede hacer tus ruegos por ciertos problemas  que puedas tener y a lo mejor consigues solución. Pero, ¿Qué le pediría Tú a  Jesús? 

- Bueno, Juancho, para mi nada, pues con ustedes yo tengo todo, yo pediría  por mis hermanos que andan en la calle, sin comida, sin agua y sin tener un  hogar, donde consigan el cariño y la protección de unos padres humanos, para  que sean felices y dejen de andar como errantes, enfrentando tanto peligro en  esas calles, que cada día son más tenebrosas. 

Juancho, observó a su perro y viendo sus bellos sentimientos, lo abrazó y lo  convidó a regresar a casa por ser ya hora del mediodía. 

06/04/2023

18

El arco de la sequía está disparando sus flechas El periodista Juancho Marcano, salió de su casa a las 1pm a realizar una  diligencia y parecía que el sol derretía el asfalto de la carretera. Cada año que  pasa, no hay duda, al parecer, el astro Rey, viene con su metralla disparando  mayores ráfagas de rayos que no provoca salir a horas del mediodía para  ningún lado y mucho menos en este pueblo isleño, como lo es la Tacarigua de  Margarita. 

"Juancho, uno sale ahorita por la obligación de hacer las cosas, pero provoca  regresar a tiempos pasados y llegar a nuestra juventud y sentarnos bajo esas  matas de mango y tomarnos unas bebidas frías con varios amigos y divertirnos  y olvidarnos de este sol y sobre todo el calor, que es un bisturí que abre los  poros y empieza a emanar el líquido de sudor", dijo un vecino, que también  estaba saliendo a esa hora, que lo hacía el reportero. 

El periodista, a pesar de esas condiciones, tuvo que salir y tratar de solucionar  el problema que se había presentado, pero cuando regresó, encontró a Pipo,  buscando el frescor que despide el suelo donde están las ixoras emboscadas  y que mantienen la tierra a una temperatura más baja, y ahí al ver Juancho,  salió y lo recibió, como siempre, en el garaje y una vez que el periodista bajó  del carro y se sentó en una silla con el fin de refrescarse con la brisa que se  encierra entre los helechos, se acercó y dijo: "Voy a decir, como lo pudieras  manifestar tú, Juancho; es decir: "La sequía con su arco está disparando  flechas que secan los suelos y arruinan y entristecen las plantas y eso, por  este tiempo, es común que suceda". 

- Así es Pipo, y a eso que tú dijiste yo agregaría, que la sequía con su aguja,  va tejiendo con hilos ardientes el paño mustio con el cual pretende cubrir todo  el paisaje que nos rodea. 

- Triste, Juancho, triste, y sin poder hacer nada para calmar a esas plantas  sedientas que mueren sin poder gritar: "Queremos agua. ¿Quién se apiada de  nosotros, y nos traen vasos de agua para apaciguar esta sed?". - Muy doloroso, Pipo, porque un árbol que hemos sembrado es como nuestro  hijo, pero se muere por causas externas y no por culpa de nosotros, aunque  no por ello, dejamos de ser culpables. 

Dijo el periodista y empezó a atender el celular que repicó en ese momento. 12/04/2023

19

Un 19 de abril que retumbó en Margarita El periodista Juancho Marcano salió temprano de su casa, pues tenía que  hacer varias diligencias por los pueblos que quedan cerca de la Tacarigua de  Margarita. Estuvo por Juangriego, lindo puerto por donde desembarcó Simón  Bolívar un 3 de mayo de 1816 para fundar en Santa Ana, la III República.  Igualmente anduvo por Altagracia, pueblo margariteño de comerciantes por  excelencia, y finalmente pasó por la mencionada Santa Ana, ciudad jardín y  heroica de la tierra isleña. Ahí se encontró con su amigo Eudo "Jin" Morao, a  quien al preguntarle qué hacía, le respondió: "Estoy haciendo mandados,  porque para eso quedamos los trabajadores cuando nos jubilamos". "Yo ando  en lo mismo", le dijo el reportero y ambos se rieron y luego siguieron su  camino. 

A eso del mediodía, llegó el periodista a su casa, donde, como siempre, lo  esperaba su perro Pipo, quien moviendo su cola lo saludó y esperó que  Juancho llevara las cosas para dentro de la casa y saliera a coger fresco, en  las sillas del garaje que están cerca de los helechos y ya estando ahí, lo  abordó: "Juancho, hoy es 19 de abril y la gente no trabaja y se celebra una  fecha patria. ¿Qué quiere decir eso?". 

- Mira, Pipo, no voy a hacer muy detallista en esto, solo te voy a decir que un  19 de abril de 1810, un grupo de patriotas, en Caracas, se alzaron y  depusieron al español que mandaba en el Cabildo y declararon la  independencia de la Patria, por eso se celebra y es un día de júbilo no  laborable. Pero lo más impresionante de esto, es que ese grito de  independencia llegó rápidamente a Margarita, o sea sucedió el 19 de abril y  aquí en esta isla se supo rápidamente, y como este pedazo de tierra estaba  llena de hombres patriotas y guerreros, un 4 de mayo de ese mismo año, allí,  reunidos en La Asunción, declararon la independencia en Margarita,  convirtiéndose en esta isla, una de las primeras provincias que se unían a ese  movimiento independentista. ¿Qué te parece? 

- Admirable, Juancho, por eso esta tierra, sin duda alguna, es una tierra  grande y de hombres amantes de la libertad y de ser libres y de vivir en paz,  sin que un yugo extranjero, le apriete el cuello y los vuelva serviles y esclavos. Juancho escuchó a su perro y lo felicitó por sus palabras, pero calló, para  seguir descansando. 

19/04/2023

20

Cómo interpretar los sueños y ganar en los animalitos Evaristo iba rumbo a su conuco y vio al periodista Juancho Marcano, regando  las ixoras del jardín, detuvo su marcha para saludarlo y conversar un rato con  él. Y así fue. Hablaron de la sequía y de como las lluvias no consiguen ni el  avión ni el ferry que las conduzca a Margarita para beneplácito de los pocos  agricultores que hay en los pueblos que no están en la orilla del mar.  Igualmente, como a ambos les gusta las décimas, también hablaron de esta  estrofa poética de diez versos octosílabos, en vista de que se habla de que se  va a realizar un festival de décimas y lo cual es importante, porque de una u  otra forma hay que conservar la espinela no sólo como canto, sino como  medio para la gente expresarse y comunicarse, contando sus cotidianidades y  otras historias para que queden grabadas no sólo en las redes sociales, sino  en las mentes y se transmitan de generación en generación. Una vez que terminaron la conversa y cada quien volvió a lo que iba a hacer,  el perro Pipo, le quería preguntar a Juancho algo y ahí lo soltó. ¿Juancho,  cómo es eso que la gente sueña y a través de eso gana en una lotería de  animalitos? 

El periodista, se rascó la cabeza y manifestó: "Mira, Pipo, la lotería es una  serie de animalitos y cada uno, creo, tiene uno o tres números, y tú juegas un  número de esos y si sale, te ganas un premio que será menor o mayor de  acuerdo a la cantidad que compre el número. Pero hay gente que sueña con  animales y otras cosas, y de acuerdo a eso, juegan la lotería. Por eso te voy a  contar, que aquí en Tacarigua un Señor y una señora vivían interpretando  sueños para ganar en dicho concurso; un día el señor soñó con una persona  que llamaban Cheguaco y fue casa de la señora a analizar dicho sueño y ahí  estuvieron y llegaron a la conclusión de jugar el numero 60 por la edad y que  no me acuerdo a qué animal corresponde. 

En la noche en el sorteo salió el número del perro y al otro día el señor llegó a  reclamarle a la señora, que no era posible que Dios, lo pusiera a soñar para  ganar y ella no fue capaz de interpretar ese sueño tan fácil. "¿Tan fácil, acaso  Cheguaco es un perro?, dijo la señora "No, es un perro, pero se llama  Cheguaco y ahí estaba la clave; fíjate, lee el nombre poco a poco, o sea, Che  gua gua gua co; viste que en ese gua gua está la clave porque así ladra el  perro". 

26/04/2023

21

¿Qué hizo Bolívar de Juangriego a Santa Ana? El periodista Juancho Marcano, venía cabeza baja del conuco, se le miraba  con poco ánimo, bien por problemas existenciales o por la sequía que vive  disparando su metralla contra las plantas que pierden el verdor de sus hojas.  Su perro Pipo, venía con él a su lado, y en ese momento fue que sonó el  celular y el reportero lo respondió y ahí se puso de acuerdo con su amigo y  colega Euro Omar Gil, para presentarlo como orador de orden, en los actos  que, con motivo de la creación de la Tercera República, se realizarán en Santa  Ana, cuna de ese movimiento, este sábado 6 a las diez de la mañana. Al terminar la llamada, al perro Pipo, como había oído a hablar a Juancho de la  Tercera República y de Simón Bolívar, lo mató la curiosidad e interrogó al  reportero al respecto: "Juancho, ¿De qué se trata eso de la tercera República y  qué Papel jugó Simón Bolívar ahí? 

El periodista se detuvo a observar a su perro, guardó silencio y luego señaló:  "Mira, Pipo, la Tercera República, fue una iniciativa independentista fundada o  creada por Simón Bolívar y otros notables patriotas, el 6 de mayo de 1816, en  el hoy histórico templo de Santa Ana y, según dicen, esta Tercera República,  tuvo que ver mucho con la independencia de Venezuela, pues aquí se nombró  a Bolívar, Jefe de los ejércitos independentistas y con ese impulso, emprendió  las luchas que llevaron a derrotar a los españoles en la batalla de Carabobo el  24 de junio de 182. 

"Pero, lo que siempre me ha intrigado es que el Libertador Simón Bolívar, llegó  a Juangriego el tres de mayo de ese año y según cuentan, aquello fue una  fiesta grande para recibirlo. Sin embargo, como pudo tardar tres días para  llegar a Santa Ana, porque el acto fue el 6. Y ¿por dónde se vendría? ¿Por la  vía de El Maco o por la ruta de La Vecindad? O ¿Se quedaría bonchando en  Juangriego y de repente hasta bailando, pues era un buen bailador, y no es de  dudar, porque debió haber muchas mujeres bonitas en aquel Juangriego de  entonces? A lo mejor fue así y se vino el mismo día para Santa Ana, porque si  no, ¿qué hizo en esos tres días el Libertador? 

Reflexionó el periodista y decidió no seguir hablando, pues ya estaban  llegando al portón de la casa y ya era hora de almuerzo. 

03/05/2023

22

Una mata de mango le habla al mundo

El perro Pipo corrió a lo largo y ancho del conuco. Las ráfagas del viento  chocaban contra su cabeza con fuerza. Mientras que los rayos del sol eran  balas que se le clavaban en el pelaje y hacía que el can, no soportara lo  caliente de la temperatura. Por eso al terminar de dar la vuelta completa al  sembradío, se llegó a la sombra fresca que, siempre ofrece, su amiga la mata  de mango, la cual al ver al peludo, le preguntó por Juancho y el perro  manifestó: 

"Juancho no pudo venir hoy, pues, aparte que tenía unas diligencias que  hacer, no se siente bien de salud, pues al parecer hay por ahí un virus que  quiere atacarle la garganta y eso lo tiene muy incómodo, por eso hoy vine sólo  y después yo le reporto, si hay novedades en el conuco, que por lo que se ve,  no hay, aparte de que el viento con su fuerza está tumbando los frutos  pequeños del aguacatero y eso le duele mucho a Juancho, por ser su manjar  preferido". 

- ¿Pipo, qué opina tú de este mundo de humanos e inhumanos?, preguntó la  mata de mango. 

- Mira amiga, yo creo que, si este mundo sigue así, para mí, es mejor que se  acabe, porque no se puede llamar mundo donde hay tantas injusticias,  atropellos y aberraciones. 

La mata de mango escuchó detenidamente al perro y luego, señaló: "Yo, Pipo,  quiero hablarle al mundo para ver si se dan cuenta que se debe vivir con  respeto y armonía, entre todos los seres vivos que ocupamos este planeta. No  puede ser que alguien o batallones, vengan y asesinen a cantidades de niños  inocentes que no tienen la culpa de nada y no entienden el por qué ellos tienen  que morir, porque a alguien se le antojó que había que asesinarlos, juntos a  las mujeres y ancianos para robarle sus tierras y sus recursos. Eso no tiene ni  pie ni cabeza, ni perdón, eso merece la pena capital para todos aquellos  degenerados que levantan un fusil, frente a la cara risueña e inocente de un  infante y le descargan una ráfaga de metralla en su tierna humanidad. Esto así no se merece llamar mundo, y quien lo haga será de todo menos un ser  humano pensante". 

Pipo, movió la cabeza en señal de estar de acuerdo y luego emprendió el  camino de regreso a casa. 

10/05/2023

23

¿Por qué los pueblos son chismosos?

El periodista Juancho Marcano, venía de La Asunción, donde estaba haciendo  ciertas diligencias, y cuando llegó al Mirador del Portachuelo de la Tacarigua  de Margarita, se detuvo y, como eran ya horas de la tarde, se dispuso a  contemplar los crespúsculos de Juangriego allá en la distancia. Por eso lanzó  su mirada sobre el potro del paisaje de los pueblos, que están antes del puerto  juangrieguero, y observó como una moneda de oro se enterraba en el  horizonte y lloraba en su delirio, lágrimas doradas y destellantes. "De verdad  que esto es todo un espectáculo, razón tienen los turistas cuando desde aquí  observan la muerte del astro rey, todas las tardes en la sabana del mar límpida  y azul de Juangriego", se dijo el reportero. 

Pero ya extasiado de aquella panorámica, se montó en su carro y se llegó  hasta su casa, pues ya la noche le estaba tocándole la puerta a la hora  vespertina para entrar. Al llegar, como siempre, lo recibió su perro Pipo, muy  contento por su llegada y con la angustia ya pasada, pues el periodista cuando  ya entra un poco la oscurana de la noche, la vista le falla; le comentó:  "Juancho, hoy escuché que aquí la gente lo entretiene el chisme y eso le ha  traído consecuencias dañinas a ciertas personas. ¿Me podías explicar el por  qué el chisme?" 

El periodista que quería ver unos mensajes de washap, no le quedó más  remedio, que manifestar: "Amigo, Pipo, por lo que he leído y por experiencia  propia, los pueblos pequeños les entretiene el chisme, es decir los rumores  que se dicen por ahí, y todo eso pasa porque los poblados, no tienen otra  diversión y por eso les divierte la vida de otros, de ahí es que tú ves a mucha  gente sentada en las puertas de la casa, para ver quién pasa y hasta lo paran,  para ver si tiene algo nuevo que contar, para iniciar una cadena que a la final  llega toda tergiversada. 

A mi me contaba un amigo de un pueblito andino, que si alguien a medianoche  o de madrugada, pasaba con una aguja grande puyando puertas y ventanas,  eran muchas las personas que amanecían tuertas o ciegas; porque eso es otra mala costumbre que había y no sé si hay en los pueblos, que están pendiente  a qué hora llegó fulanita y con quien llegó; o si fulanito pasó borracho a esa  hora, y todo para tener tema de conversa". 

Pipo, se hizo la cruz y dijo: "Ave Mará Purísima", y después periodista y perro,  pasaron para la casa, donde los esperaba la esposa de Juancho. 17/05/2023

24

Los arboricidios que se cometen el día del árbol - Mira Pipo, cada vez que se muere una perrita, como tu prima Negrita, que se  murió hoy, yo siento que el mundo pierde un pedazo de nobleza, de  sinceridad, de fidelidad y lealtad, pues esas y otras cualidades tienen ustedes. - Es así Juancho, afortunadamente mi prima tuvo el cuidado de mi tía Liliana y  de mi mamá hasta el último momento, pero cuántos hermanos no maltratan y  asesinan a diario y lo más grave aún, que muchas personas al ver a los  perritos enfermos o viejitos, no los cuidan, sino que los botan y los abandonan,  cometiendo uno de los delitos más atroces que se puedan cometer contra un  ser vivo. 

El periodista Juancho Marcano y su perro Pipo, en vista del calor y la candente  sequía, conversaban entretenidamente bajo la sombra fresca y oxigenante de  su amiga la mata de mango, que sólo había escuchado, pero al oír hablar de  los crímenes contra los perros, tomó la palabra: 

"Lo he estado oyendo y en verdad tienen mucha razón en lo que dicen, pero  yo también quiero opinar sobre el punto de vista que tengo sobre los hermanos  árboles, de los cuales siempre he dicho que somos los más desprotegidos de  los seres vivos, porque no podemos ni hablar, ni ladrar, ni gritar, cuando  sentimos algo, bien sea sed o por estar enfermo. Pues bien, sucede y  acontece que en estos próximos días, los humanos celebrarán el día del árbol  y bueno no está malo, pero ocurre que aún no se ha creado la conciencia  necesaria para que la gente quiera y respete a los árboles como debe ser; al  contrario, muchos son tan hipócritas que dicen creer y querer a Dios, pero no  le tienen el más mínimo cariño a las plantas, si no que no tienen piedad con  ellas, y a machete y a hacha las asesinan en cuestiones de minutos y así  muere una vida que tardó años y pasó trabajo para crecer. 

Pero no era esto a lo que iba, sino que ese día que celebran como nuestro, a  muchas personas se le ocurre hacerlo, sembrando árboles en cualquier  terreno, y ahí van funcionarios, maestros y niños, y al final creen que eso es  todo y más nunca riegan esas plantas, y estas se mueren y se cometen esos  horrendos arboricidios". 

Perro y hombre escucharon con atención a la mata de mango y le dieron la  razón, pero decidieron volver a casa, por ser ya la hora del mediodía. 25/05/2023

25

¿Por qué no hacen misa para que llueva en los  pueblos secos? 

El látigo de la sequía con sus azotes impíos, fue secando las ramas más altas  de la mata de aguacate y sus pequeños frutos caían inertes y secos en el  suelo por el castigo de la sequedad. "Es triste y doloroso ver una mata  muriéndose de ese tamaño, pues ha costado esfuerzo y sacrificio para llevarla  hasta esa edad, y ahora ya no puedas hacer nada por ella, pues la lluvia no  llega y no hay agua suficiente para alimentarla como debe ser. Es lamentable  y lastimoso", pensó el periodista Juancho Marcano, observando el árbol que  da uno de los frutos más exquisitos y nutritivos del mundo. 

El perro Pipo, que, como siempre, había recorrido el conuco para ver si había  alguna novedad, regresó a donde estaba el periodista y lo observó triste,  viendo al aguacatero, como el que está perdiendo un hijo muy querido y por  eso manifestó: "Tranquilo Juancho que dentro de poco va a llover y esa planta  se va a recuperar para alegría no solo tuya, sino mía, porque a mí también me  encantan los aguacates. Pero una cosa, ¿aquí siempre ha habido estas  sequías?" 

- Si, Pipo, eso es de larga data, fíjate que se cuenta que el primer milagro que  hizo la Virgen del Valle, fue por una gran sequía que hubo en la Isla por allá en  1608, era tanta esa falta de lluvia, que la sacaron del El Valle en procesión  hasta la Asunción con plegarias y rezos que pedían lluvia, y entrando a la que  es hoy capital del Estado, estando el cielo despejado, se tornó oscuro y  apareció el aguacero y estuvo lloviendo ese día y la noche, y los campos  florecieron y las cosechas fueron abundantes. 

- Impresionante, amigo Juancho, pero viendo esa historia tan bonita, en estos  pueblos agrícolas y secos que hay en Margarita, donde hay tantos santos y  hacen tanta misa, no hacen una para pedirle al arquitecto del universo, que  mande lluvia, para que a través de la madre tierra y los árboles, les dé el fruto  y el alimento a los hombres. 

- Que yo sepa, no, Pipo, pero es buena la idea, ojalá que alguien sea capaz de  tomarla y plantearla y que los encargados de hacer las misas, tomen en  cuenta de que la lluvia también merece una misa, pues de ella depende mucho  la vida del hombre en estos pueblos donde la sequía se convierte en un  demonio. 

Como ya la hora estaba avanzada, perro y hombre decidieron regresar en  silencio para su hogar. 

31/05/2023

26

¿Por qué las ondas tropicales no ayudan a Margarita? El periodista Juancho Marcano llegó al conuco acompañado, como siempre,  de su perro Pipo, apenas entró, observó el sembradío y luego le dijo al can:  "Quédate aquí un momento, que voy a buscar un asunto en el conuco del  señor Alejandro, que me prometió ayer". "Ok Juancho, respondió el perro,  mientras tú vas yo hago el recorrido de costumbre en el conuco y veo si hay  novedad y te informo, y al terminar converso un poco con la amiga la mata de  mango sobre esta sequía que produce un calor sofocante que debe ser muy  peligroso para toda aquella persona que sufra del corazón o que esté  padeciendo de hipertensión". 

Al pasar el rato, regresó el reportero y Pipo le observó la cara de tristeza que  traía, y por eso le preguntó: ¿Cómo si no te fue muy bien, Juancho? - Si supieras que no, Pipo, pues observé el conuco del señor Alejandro que es  uno de los más frescos que existen por aquí y el manto de la sequía con su  tristeza, lo cobija y aquello da un sentimiento que pareciera que se le clavara a  uno como una lanza en el corazón. 

- ¿Y cómo se siente el Señor Alejandro ante tal situación? Preguntó el perro. - Totalmente abatido, tanto es así que me dijo que, si se le llegan a secar las  matas de aguacate, de Guanábana y Cacao, entre otras, dice que no siembra  otras más, pues no quiere sentir este sufrimiento que está pasando ahorita, en  futuras ocasiones. 

- Pero Inameh, que es una cosa que pronostica el tiempo ha dicho que va a  llover por aquí Juancho, porque y que vienen unas ondas tropicales, manifestó  el perro. 

- De eso también hablé con el señor Alejandro de que este organismo a veces  dice que va a llover y lo que viene es una candela de sol, capaz de derretir la  carretera si el día fuera más largo, por eso me dijo el citado señor: "Mira  Juancho, esa gente que ciertos días anuncia lluvia para la región insular, ojalá  lo manden a pronosticar el día que yo me vaya a morir, pues voy a estar muy  seguro que no me va a pasar nada y si es posible voy a vivir unos cuantos  años más". 

07/06/2023

27

Cada pueblo con su santo

El periodista Juancho Marcano y su perro Pipo, se deleitaban con los  exquisitos frutos que le brindaba su amiga la mata de mango, de su propia  cosecha. Perro y hombre hablaban de la hazaña que hizo el perrito Wilson, al  descubrir a los niños desaparecidos en la selva colombiana después de haber  sufrido un accidente aéreo, lamentablemente el can salvador, se perdió y aún  no se sabe de su paradero, pero sea como sea, ambos concluyeron, que  Wilson demostró que los perros son capaces de salvar vida porque su fidelidad  y lealtad da para eso y muchas buenas acciones más. 

En eso estaban cuando oyeron el ruido de una caravana con música alusiva al  santo patrón de la Tacarigua de Margarita, El Corazón de Jesús, y Pipo al oír  la algarabía, manifestó: ¿Qué eso Juancho? ¿A qué se debe esa gira de  carros y esa música? Y de paso he visto vecinos limpiando la calle porque  viene para acá el Santo en procesión. 

El periodista se extrañó con tantas preguntas juntas de Pipo, que por lo  general va preguntando una sola interrogante, sin embargo, buscó la manera  de responder y tratar de abarcar todas: "Mira, Pipo, aquí sucede que cada  pueblo tiene su santo, o su patrón, aquí mismo en donde estamos, que es la  parroquia Guevara, y que esta compuesta por Tacarigua, que tiene al Corazón  de Jesús como patrón; San Sebastián, tiene como su patrono al mártir del  mismo nombre; y Tacarigüita, el sector más pequeño de dicha parroquia, tiene  dos copatronos; La Virgen de Papaché y el Divino Niño. Eso es para que te  des una idea de que los demás pueblos de Margarita tienen sus santos y por  eso en esta Isla todos los meses hay fiestas patronales y todo es una  algarabía con el fervor que tienen y sienten por sus patrones, los habitantes de  determinados poblados. De ahí esa alegría, ruido y música que acabas de oír  y que pasó muy cerca de aquí". 

- ¿Y cuándo son esas festividades del Patrón de este pueblo? - Este viernes 16, y ahí hacen actos religiosos, culturales y sociales, y los  devotos le ruegan al Santo que ayude al pueblo y a su gente. El perro se dio por entendido y tomó otro mango para saborearlo, mientras  Juancho, agarró una bolsa con dichos frutos, para llevarle a su esposa, y luego  agradecieron a su amiga la mata de mango por su regalo, se despidieron y  tomaron rumbo a la casa. 

14/06/2023

28

Cuando un perro honra a su padre

- Juancho, en vista de que usted está ocupado ahí, yo voy a ir al conuco para  adelantar y nos vemos allá, cuando termine su labor aquí en el jardín. Así le dijo el perro Pipo a Juancho y éste estuvo de acuerdo, pues el periodista  estaba regando unas matas de bromelias con un envasecito de agua para  cada una y al ritmo que llevaba no iba a terminar rápido, porque las plantas  son varias y necesitan tener el copo lleno del imprescindible líquido para poder  sobrevivir ante los disparos que le envía el fusil de la sequía. El periodista hacía su labor con paciencia y paró su actividad para observar  como un Colibrí buscaba embriagarse con el néctar de una flor de ixora que ya  se estaba poniendo marchita ante la mirada candente del sol. Pero luego  siguió su labor, porque le interesaba llegar hasta el conuco y ver como había  amanecido y si había sucedido alguna novedad, en esta situación de hoy que  el irrespeto a lo privado es un viento malo que sopla por los sembradíos. Pero al fin Juancho terminó con su tarea, dejó lista algunas cosas en la casa, y  tomó rumbo hacia el conuco y ahí dio una vuelta por el terreno y viendo que  todo estaba tranquilo y que las plantas lucían mustias, buscó refugio bajo la  sombra fresca y acogedora de la mata de mango, que estaba conversando  con Pipo, y cuando lo vieron llegar, el mencionado árbol tomó la palabra:  "Amigo Juancho, como ustedes celebraron el día del padre y usted no es  padre mío, pero como si lo fuera, pero si de muchas plantas que ha sembrado,  y, sobre todo, de nuestro amigo Pipo, a quien adoptó y le dio cobijo en su  casa, él junto conmigo, ha planificado un pequeño homenaje a ti, por ser usted  su progenitor, por eso lo dejo en la palabra". Y dijo Pipo: "Gracias padre mío,  porque usted Juancho es mi padre y así yo lo considero y por eso lo quiero y lo  respeto y más aún por todo el cuido y el amor que me has dado durante los  años que he vivido contigo, y eso hay que reconocerlo, admitirlo y decirlo, y  porque además, padres como tú, son muy pocos, pues saben querer tanto a  los animales como a las plantas, así como debe ser y como manda Dios. Por  eso hoy vaya para ti este sencillo, pero significativo homenaje de parte de la  mata de mango y mío por el día del padre". 

El periodista quedó mudo de la emoción y una vez que salió de ese estado de  ánimo, abrazó al perro y a la mata de mango y le dió las gracias, y después de  celebrar con frutos del conuco, tomaron el camino rumbo a casa. 21/06/2023

29

La mata de mango celebra el día del periodista El calor era un ejército que hacía sudar los cuerpos humanos y estos  buscaban refugio en las casas con equipos de aire acondicionado y otros se  refugiaban bajo la sombra fresca de los árboles. El periodista Juancho  Marcano también sentía fuerte la subida de la temperatura cuando se  encontraba recorriendo su conuco en compañía de su perro Pipo, que jadeaba  constantemente por lo sofocante del clima. "Y decir que la visita de los  aguaceros no se presenta y ni tienen fecha para hacerlo, ojalá lleguen pronto,  pero que vengan moderados, porque a veces sucede que en esta tierra  cuando no es esta sequía que tuesta árboles y tierra, es un torrencial aguacero  que amenaza con acabar con todo a través de inundaciones y la aparición de  quebradas que ponen en peligro las vetustas viviendas de la Tacarigua de  Margarita", señaló el periodista. 

El reportero y el perro una vez de recorrer y hacer ciertas tareas en el  sembradío, se dirigieron a buscar refugio en la sombra fresca y acogedora de  la mata de mango, que al ver a Juancho, le dijo: "Te estaba esperando, pues  como en días pasados se celebró el día del periodista y usted para mí, es uno  de los periodistas más honestos y cabales que tiene no sólo este pueblo de  Tacarigua, sino toda Margarita, pues usted, aparte de darle voz a través de  sus escritos a las personas para que plantean sus problemas, también es  capaz de entender y darle la oportunidad de hablar tanto a Pipo como a mí,  para que cada cual hable de sus hermanos y planteen los problemas que  padecemos tantos las plantas como los animales, los cuales nos encontramos  indefensos ante tanta indolencia y personas crueles, que dicen creer y querer  a Dios, pero que no son capaces de amar a los otros seres vivos que hacen  vida en la tierra, lo cual permite que se mantenga el medio ambiente para que  todos podamos vivir o sobrevivir, pues lo que queremos es vivir en paz y en  armonía y eso se hace cuando los humanos entiendan que deben respetarnos  y entender que si ellos son importantes, nosotros también. 

Por eso Juancho te felicitamos por el día del periodista y por ser un servidor  público íntegro, con moral y ética como debe tener todo periodista. He dicho". Juancho en verdad no se esperaba tal celebración de su amiga la mata de  mango y aplaudió, al igual que Pipo, sus palabras, la felicitó y les dio las  gracias, y luego perro y hombre, decidieron el regreso. 

28/06/2023

30

Cuando hallas la alegría de la muerte

El periodista Juancho Marcano, desde su balcón, y acostado en su hamaca,  observaba como la luna parecía una torta de zanahoria brillante sobre el  mantel negro con que la noche había cubierto las mesas de los cerros  aledaños a la vivienda. La noche oscura prometía lluvia, la cual ha huido de La  Tacarigua de Margarita desde hace varios meses. 

En ese descanso donde se encontraba el reportero, recordó que en el día  había asistido a dos velorios de personas amigas que habían fallecidos. Una  fue Guillermina Mata, madre del gran amigo y profesor de matemáticas Freddy  Lárez, y el otro fue Tomás Salazar, quien vivía en la población de Altagracia y  que fuera su compañero de trabajo por varios años en un reconocido ente  oficial. Ahí en ambos hechos se reencontró con varios amigos que tenía  tiempo sin verlos y de verdad fue placentero encontrarlos y conversar y  recordar episodios vividos que no volverán, pero que causan alegría, y lo más  cumbre es que al parecer tienen que pasar estos acontecimientos para  encontrarse con mucha gente y conversar y abrazar al amigo sincero. Esto lo  describió un sicólogo y poeta llamado Jesús Malaver, como la alegría de la  muerte, o sea el fallecimiento de ciertas personas amigas te permite ver  amigos y conocidos que se tenían años sin verse y mucho más en épocas  pasadas, donde muchos familiares podían viajar de tierra firme hasta la Isla y  darles el último adiós a sus parientes. 

El periodista también pensó que cuando él habló con su esposa sobre esos  momentos de alegría que consiguen los asistentes a un velorio, Pipo, que  siempre está alerta de lo que dice Juancho, comentó: "Me parece como  contradictorio que en un velorio donde debe haber tristeza, tú hables que  consigues alegría". 

Juancho observó al perro detenidamente y como le pareció que ya había  hablado claro del tema, quiso ser breve en su explicación para Pipo y acotó:  "Sucede que hay tristeza de lógica entre los familiares y no es para menos  porque la muerte causa pesar, pero para los asistentes que van a cumplir,  aparte del dolor que les pueda causar el difunto, pueden conseguir alegría  porque ahí se consiguen con amigos de infancia, de trabajo y de tragos, y ahí  está la contentura de la que yo hablo Pipo". 

El periodista dejó de pensar, observó otra vez la luna y busco la cama para  descansar de ese día de velorio. 

05/07/2023

31

Cuando te dan tres semanas de vida

La floración de las trinitarias, de las ixoras y de la Flor de la reina, parecían  arreglos florares para serle obsequiados a la sequía, como respuesta de que  estas plantas no le temen a la sequedad que por largos periodos se da en la  Tacarigua de Margarita. 

El periodista Juancho Marcano, observando las bellezas de las flores y viendo  que Pipo ya había defendido una lagartija que el gato Rocky, se empeñó en  perseguir bajo la hojarasca del jardín, le dijo: "Pipo, definitivamente, aquí lo  que hay que sembrar en los jardines, son esas plantas que antes mencioné,  pues tener bromelias, helechos, orquídeas y calas, es tener una dedicación  extrema y, de paso, hay que regarlas con el agua racionada, porque tú sabes  que no hay lo suficiente". 

El perro oyó callado al reportero y sabiendo el trabajo que tiene para conservar  el jardín de la casa, después, manifestó: "Me parece razonable tu opinión,  Juancho, pues con esta sequía y la falta del servicio del agua, hace la labor  difícil de mantener las plantas ornamentales, mucha gente opta, por hacer ese  esfuerzo y en vez de cultivar flores, cultiva ají, berenjena y pimentón". 

Juancho lo escuchó y no emitió palabras y por eso el perro, comentó:  "Juancho y hablando de otra cosa, pues escuché a un vecino que estaba  señalando que a Fulanito el médico le dio poco tiempo de vida, pues su  enfermedad es muy grave. ¿Tú crees que un médico es capaz, de saber  cuánta vida le puede quedar a un humano en su cuerpo? 

El periodista, se rascó la cabeza y observando a su perro, le indicó: "En  verdad, Pipo, no creo que sea fácil, estimar cuánto puede vivir un ser humano  que sufre una enfermedad. Pero hablando de eso, me hace recordar el cuento  de una persona que estaba muy enferma y fue al médico y después que éste  lo examinó, le dijo: "Amigo, lo siento, mucho, pero a usted yo le doy tres  semanas de vida y tiene que resignarse". Y el paciente, señaló: "Esta bien,  Doctor, si no queda otra, lo acepto, pero yo quiero que usted me dé esas tres  semanas de vida, repartidas, es decir, me da la semana de semana santa, la  semana de carnaval y la semana del 31 de diciembre". 

El perro oyó, no dijo nada, pero Juancho soltó la risa, y luego siguió dándole  mantenimiento al jardín. 

12/07/2023

32

La muerte es un regalo de Dios

La lluvia en días pasados en la Tacarigua de Margarita, repartió besos y  caricias, y las plantas cantaron y bailaron al compás de la música que producía  la regadera que caía del cielo. Pero, al parecer, algo le hicieron al aguacero  porque así como llegó se fue y no ha vuelto con ese morral de alegría que  siempre trae consigo. 

El periodista Juancho Marcano y su perro Pipo recorrían el conuco y  observaban que todavía la sonrisa por el agua refrescante del chubasco, no se  había borrado de las plantas, aunque el sol, estaba disparando sus secas  flechas para tratar de entristecer a los seres vegetales, los cuales muchos se  despojaron de sus vestidos mustios, y estrenaron sus trajes de color verde  tierno. 

El hombre y el perro, luego de recorrer el sembradío y degustar unos mangos  y unas pomalacas, se llegaron a la sombra acogedora y refrescante de la mata  de mango, que lo esperaba para saludarlos y hasta conversar con ellos, si en  verdad querían entablar conversa, aunque el árbol a diferencia de Pipo, era  más bien callado y le gustaba mejor escuchar al perro, por ser éste más  curioso e indagador, y de hecho una vez ya debajo del mencionado árbol, Pipo  tomó la palabra, y le manifestó al periodista: "Juancho he oído por ahí que  muchos de ustedes le tienen miedo a la muerte, sin pensar que nacimos para  morir y que como dicen: "El que no quiere morir que no nazca", o "uno anda  vivo pero hediondo a muerto". ¿Cuál es tu parecer Juancho?" 

El periodista en verdad, se sintió como acorralado porque hablar sobre tal  tema no es fácil y más aún con un perro, que a pesar de que viven menos que  los humanos, no piensan en eso ni le tienen miedo a la muerte. Sin embargo,  trató de aclarar sin oscurecer: "Para serte sincero, Pipo, yo ahora he estudiado  a la muerte y en verdad no le temo, por que la veo de lo más natural. Sin  embargo, hay personas que le tienen tanto pavor, que apenas se la nombran,  se atemorizan. No obstante, en estos días, hablaba con una amiga al respecto,  y me dijo una frase que me dejó conmovido, como lo es: "La muerte es un  regalo que Dios les da a las personas, pues pasan a otro plano y ahí está la  felicidad eterna que se empeñan en conseguir en la tierra, y no la van a  encontrar porque no está aquí, sino en el más allá". 

El periodista dijo esto y calló, y Pipo escuchó e hizo como si entendió, y  después de hablar de otras cosas, regresaron a casa. 

19/07/2023

33

Querían hablar de la Décima Malaver

- Mira amigo Juancho, a estas alturas, que ya el año va entrando en agosto,  aún en la Tacarigua de Margarita, ningún agricultor ha sembrado un hoyo de  maíz, pues la sequía ha sido larga y severa. 

- Si ya veo, amigo Alejandro, y con mucha razón en tiempos pasados, cuando  la gente dependía de un conuco para sostener a su familia, tenía que salir con  la diáspora, bien a los campos petroleros o si no hasta el Delta, que lo  llamaban Los Caños, donde había bastante agua para sembrar. 

- Si supieras, Juancho, que yo estuve en Los Caños y ahí hay agua de verdad,  y en realidad provoca sembrar, lo que a mí me ha gustado siempre, y te digo  que no me quería venir, pero me consiguieron un trabajo aquí en Margarita en  un organismo público y me vine para la isla, y empecé a trabajar, pero nunca  dejé de sembrar. 

El periodista Juancho como pasó cerca del conuco del Sr. Alejandro, un viejo  agricultor del lugar, aprovechó para saludarlo y hablar un poco del mal tiempo  que se le ha presentado a los pocos campesinos que aún le sacan provecho a  la lluvia y a la tierra. Pero como ya eran horas de mediodía, decidió regresar a  casa y ahí encontró al perro Pipo, esperándolo y con un recado que darle, por  eso cuando vio la oportunidad, lo abordó: "Juancho por ahí estuvieron Evaristo  y Emigdio Malaver, buscándote, querían hablar contigo". 

El periodista observó a Pipo calladamente y luego manifestó: "Y ¿De que  querían hablar esos dos amigos? ¿Te dijeron? 

- Querían hablar sobre un asunto llamado La Décima Malaver, que, de paso,  ¿Qué es eso Juancho? 

- Eso es una décima, o sea una estrofa de diez versos que a Emigdio Malaver  se le ocurrió cambiarle la estructura de la rima a otra estrofa que por allá en  1591 había creado un poeta español llamado Vicente Espinel, y tiene bastante  lógica, y, de paso, hay quienes se han preguntado, cómo es posible que  después de tantos años, a nadie se le había ocurrido un cambio a esa estrofa  y así romper paradigmas como dicen ahorita, aunque alguien dice que esa  clase de décima existió en la décima antigua, pero no demuestra ninguna  prueba. Pero con respecto a eso hay mucha mezquindad, envidia e  hipocresía". 

El perro escuchó al periodista y también oyó a la esposa de éste que llamaba  para degustar un rico almuerzo que había preparado, y hombre y perro, se  dirigieron contentos al comedor. 

26/07/2023

34

¿Por qué la gente se ofende si lo llaman perro? El tiempo se pone como para llover y hasta se oyen truenos, pero el aguacero  aún no encuentra el sendero que lo conduzca al pueblo de la Tacarigua de  Margarita, que, a pesar de todo, aún conserva unos agricultores que en forma  romántica cultivan la tierra y se benefician de su benevolencia. El periodista Juancho Marcano, no quiso ir a su pequeño conuco porque el  látigo del estío que castiga a las plantas, es el mismo que a él lo azota y no  quiere sufrir y entristecer por las actitudes sedientas que muestran esos seres  vegetales. 

Por eso el reportero se quedó regando y limpiando las matas de helechos y las  calas que, a pesar de todo, aguantan con cualquier poquito de agua que se le  puede suministrar a través de un pequeño envase. Mientras tanto el perro  Pipo, vigilaba al gato Rocky que, en una actitud sospechosa, miraba fijamente  a unos Potocos (Palomitas maraqueras), que caminaban por el jardín, a lo  mejor comiendo cualquier semilla de esas que a ellos les gusta. 

El periodista mientras regaba las matas iba sumido en sus pensamientos y en  esos instantes, Pipo lo observó y dejó que terminara dicha tarea para  abordarlo y conversar con él, como en efecto así fue. Por eso, señaló:  "Juancho, no sé, porqué ustedes los humanos se enrollan por cualquier  tontería y hasta discuten y no se ponen de acuerdo y hasta se llaman de todo,  e incluso, y lo cual no sé, se llaman perro, y se molestan, y eso ¿por qué  Juancho? ¿Tú que piensas al respecto?" 

El reportero que aún le faltaba una mata de Cala por regar, paró el proceso y  observó detenidamente a su perro, y después de haber pensado, apunto:  "Mira, Pipo, en verdad no entiendo, pues un perro es un ser fiel y leal, no es  traicionero, no es embustero, no es hipócrita, no es jactancioso, no es grosero,  no es chismoso, no es envidioso, es querendón y perdona. Por eso más bien  creo, que no debiera ser ofensa llamar así a una persona, porque ojalá que  muchas personas se comportaran así como ustedes, pues el mundo sería  mejor. Pero en verdad no sé el por qué la gente agarró la costumbre de  ofender a otros, llamándolos perros". 

El perro Pipo escuchó atentamente la explicación y no se pudo ampliar, porque  el amigo Evaristo, llegó buscando a Juancho para que le prestara un azadón,  porque el de él se había roto, por la dureza de la tierra que ha dejado la  sequía. 

03/08/2023

35

Los humoristas tienen que llegar al cielo

El periodista Juancho Marcano junto a su esposa había llegado de visitar a  una amiga, quien estaba muy contenta porque su bella gatica, había dado a  luz cuatro gaticos del color de la penumbra y de paso su padre era, el mínimo  de dichos esposos, llamado Rocky, que en una descuidada, de la bella hembra  gatuna, aprovechó el momento y, sin pensarlo dos veces, con su instinto  animal, ambos se entregaron a ese amor salvaje que es común en los felinos. 

El perro Pipo al verlos que se acercaban, la cola se le iba a salir y cuando ya  estaban en el portón del garaje, les dio la bienvenida y les preguntó cómo les  había ido en su visita, e igualmente le informó al periodista que su amigo  Evaristo había estado por ahí y había hablado con un vecino que se acercó, de  la muerte de un señor llamado Roberto Hernández Montoya, sobre quien,  Pipo, le preguntó: ¿Juancho quién era ese personaje? 

El reportero mirando al cielo al cual la noche le había pintado nubarrones  oscuros, aprovechando que ya la tarde estaba moribunda, le contestó:  "Roberto Hernández Montoya, Pipo, era un licenciado en Letras, fue profesor  universitario, escritor, comunicador, columnista y sobre todo humorista, de  esos que tienen el ingenio de tener la mejor ocurrencia, cuando las  condiciones están dadas. Esta cualidad y hasta lo hizo muy conocido, la  desarrolló por cierto en un programa de televisión, el cual conducía con un hijo  de este pueblo llamado Roberto Malaver, hermano del colega y amigo Emigdio  Malaver. Ahí ellos en ese programa que se llamaba "Como ustedes pueden  ver", y que se conoció más que todo como "Los Robertos", por el nombre de  sus conductores, hacían y deshacían con esas frases ingeniosas que se les  ocurría y por eso se ganaron una gran cantidad de audiencia tanto de  partidarios del gobierno como de la oposición". 

- ¿Juancho y esa gente así llega al cielo?

- Claro, Pipo; bueno, a mi modo de ver si, pues son personas predestinadas  que son capaces de tener esa respuesta rápida, inteligente y jocosa ante  cualquier situación, sea triste o alegre, y para hacer eso es que deben ser  escogidos por Dios y después vuelven al reino celestial. 

Pipo entendió que ya Juancho estaba por darle fin al día, y por eso el can se  dirigió a su dormitorio a esperar ahí la cena para luego buscar el sueño y rogar  que lloviera. 

16/08/2023

36

Cuando te prorrogan un mes de vida

"Tal vez a la lluvia le hicieron algo en la Tacarigua de Margarita, y decidió no  venir por sus predios hasta que el ofensivo le pida perdón, pues no puede ser  que después de varios meses y luego de varias ondas tropicales, no haya  caído lo que se llama un aguacero en esta tierra del amigo Emigdio Malaver",  le dijo a Juancho Marcano a Pipo, que se encontraban sentado frente al garaje  viendo la luna a aparecer, luego que el sol muriera en el horizonte con sus  lágrimas destellantes de siempre. 

El periodista y el perro de día habían ido al conuco e hicieron ciertas tareas,  pero no provocaba porque el sol estaba tan fuerte, que lanzaba ráfagas de  calor al sitio donde se encontraban Juancho y Pipo, quienes decidieron no  seguir las labores y se refugiaron bajo la sombra refrescante de su amiga la  mata de mango y luego tomaron rumbo a la casa, y ahora cuando el sol se  ahogó allá en el horizonte, decidieron salir de la vivienda para tomar un poco  de fresco por la brisa que jugueteaba con los árboles a esa hora. 

Pipo que miraba a Juancho más que preocupado, triste por la situación, lo  abordó: No sé Juancho, pero te noto triste. ¿Qué tienes? 

El periodista, guardó silencio y sin ganas de responder, pero entendió que  sería de muy mala educación dejar a Pipo, sin contesta, por eso manifestó: "Tú  sabes, Pipo, que a mí la falta de lluvia me pone triste por las matas que uno  tiene en el conuco, pues uno siente que, si ellas están tristes, también reflejan  esa tristeza. Además, ha habido muchas muertes en el pueblo y fuera de él, de  gente conocida, que también son latigazos que le dan a la amistad y ésta se  resiente, por todos aquellos momentos y recuerdos vividos". 

"Ahora, que hablas de muerte, dijo el perro, la otra vez vino un señor aquí y  contó que una persona fue al médico y éste lo examinó bastante y después le  dijo: "A usted le doy un mes de vida". Y ¿Cuánto es, doctor?. "500 dólares",  dijo el galeno. Entonces, el paciente le respondió: "Pero este mes no se los  voy a pagar, porque no tengo, se lo pagaré el mes que viene". En ese  momento el doctor, dijo: "Entonces, si es así, le doy otro mes de vida más". 

Juancho soltó la risa y abrazó a su perro, y éste se sintió contento al ver al  periodista contento, pues con su chiste le había borrado la tristeza del rostro. 24/08/2023

37

Ni se alienta ni se muere

El periodista Juancho Marcano, llegó en su viejo malibú, abrió el portón, y ahí  como siempre, estaba su perro Pipo esperándolo, para preguntarle cómo le  fue y sentirse ya seguro que Juancho había llegado sano y salvo. Una vez que  acomodó el carro en el garaje, cerró la puerta y tomó asiento en una silla que  estaba debajo de los helechos buscando las frescuras de dichas matas, ahí,  cuando ya se miraba que había pasado el calor de la calle, el perro empezó a  conversar con él y después, le preguntó: ¿A quién visitaste Juancho? 

El periodista que observaba como las mariposas amarillas de la sequía,  revoloteaban sobre las flores de las ixoras, como embriagándose con su  néctar, le respondió: "Estuve en un sitio, donde está el proyecto del Cerro  Pelón, que lleva adelante el amigo Enrique Rivero, quien ahorita con tanta  sequía, se dedicó a poner bebederos en los árboles para que los pájaros que  hacen vida en el lugar, puedan tomar agua, y como yo sabía que necesitaba  taparos, les regalé varios para que fabrique dichos bebederos y comederos  para esas aves que deben andar sedientas en el nombrado cerro". 

- Ah ok, entiendo, dijo Pipo, y agregó: "Por aquí cerca estuvieron unos vecinos  hablando de un señor que tiene días enfermos y no se mejora, al parecer los  medicamentos no le hacen nada y tampoco se sabe a ciencia cierta de que  enfermedad padece dicha persona, por tal motivo y ahí está acostado en una  cama sin que la pobre gente lo pueda llevar a una clínica, pues en los centros  de salud pública, no pudieron controlar dicha enfermedad y lo enviaron a su  casa". 

- Qué problema, Pipo, cuando la gente se enferma y uno no le ve mejoría. Eso  me hace recordar un cuento de un echador de broma, que narraba que había  un señor que vivía con la suegra, pero no se la llevaba bien con élla, un día  ésta se enfermó y cayó en cama y pasaban los días y no mejoraba, y vino  alguien y le preguntó un día al yerno, qué como estaba la señora, y éste le  respondió: "Ahí está esa diabla, que ni se alienta ni se muere". 

Pipo observó al periodista que medió asomó una sonrisa por la anécdota que  contó, sin embargo, él no le pareció pertinente dicho comentario. 30/08/2023

38

¿Fue Pablo Neruda un plagiario?

El conuco era un cuadro pintado por el pincel triste de la sequía. El calor  penetraba y desbordaba el río de la desesperación de las personas. Las  plantas con sus hojas mustias y arrugadas, trataban de esconderse del puñal  inclemente del sol. La sequedad ha sido larga y tendida, como un largo y  ardiente verano. Aunque no es raro que esta falta de lluvia, se presente en la  Tacarigua de Margarita, pues esa fue una de las causas de las grandes  diásporas que se dieron en el siglo pasado, donde los pobladores huyeron a  tierra firme buscando la fiebre del petróleo. 

El periodista Juancho Marcano, junto a su perro Pipo, se guarecían bajo la  sombra frondosa y siempre fresca de la mata de mango, que les obsequió  unos frutos con la mejor sazón, y ellos los disfrutaban, porque el mango en  sequía, aunque parezca extraño, es más dulce y exquisito que el que se da en  época de lluvia. 

El perro Pipo, observó a Juancho y como lo notó un poco triste por lo mustio  del paisaje, le buscó conversa para alejarlo del tema, y le comentó: "Juancho,  por ahí cerca de la casa estuvieron unos vecinos, cuestionando de como se  enamora ahorita, sin ningún romanticismo, pues basta y sobra con un mensaje  por el celular, muy directo, sin muchas flores, y eso basta y sobra para  comenzar una relación sentimental. ¿Qué dice tú a eso? 

- Mira, Pipo, antes la forma de enamorar era otra, había lo que llamaban  serenatas, piropos, visita a la casa de la muchacha, y hasta le componían  poesía y si no agarraban un libro de un buen poeta, y de ahí tomaban unas  frases bien bonitas y se la decían a la muchacha que procuraban, y si la joven,  preguntaba que si esos versos eran del pretendiente, él decía que lo habías  hecho inspirado en su belleza y en el amor que sentía por ella, y tú te puede  imaginar, cómo se impresionaba aquella muchacha. 

Y hablando de esto, me hace recordar un cuento que narraban por ahí que  dice: Que una mujer estaba leyendo un libro y le dice al marido: "¡Qué  descaro¡ ¿Te puedes creer, Miguel, que un tal Pablo Neruda ha publicado un  libro con las poesías que me escribías cuando éramos novio?." 

Juancho al decir esto, asomó una sonrisa, pero al parecer Pipo, no entendió  bien el cuento y se dio a la tarea de seguir comiendo mangos, hasta que  Juancho, consideró que ya era hora de regresar al hogar. 

06/09/2023

39

El único que no ha entendido que hay que salvar al  planeta 

El periodista Juancho Marcano observaba hacia el horizonte. Eran las seis de  la tarde. Y el sol era una llamarada que a lo lejos quemaba la pradera del cielo,  en esa tarde, que ya estaba moribunda. Sin embargo, el astro rey, lanzaba aún  llamas, las cuales durante el día disparan misiles de calor entre casa, calles y  vericuetos. "Este calor, por muy caluroso que haya sido siempre el mes de  septiembre, en la Tacarigua de Margarita, jamás se había visto y por lo cual  las plantas no hallan donde esconder sus hojas para que no se calcinen", se  dijo el reportero. 

El pero Pipo, a pesar de que la esposa de Juancho, le había echado un baño  para refrescarlo, andaba como mostrando que aún así sentía el calor  calcinante que entraba en el garaje y se arrinconaba cerca de la pared donde  están los datileros del jardín, y por lo cual pensó: "Este planeta si sigue así, se  va a quemar y todo porque hay muchos irresponsables que no han entendido  que hay que defender el medio ambiente como factor de vida para los seres  vivientes que habitamos en él". 

Juancho Marcano, sintiendo el calor que a su paso dejó el sol durante el día,  se acercó al perro y le comentó: "Pipo, demasiado calor, esto si sigue así no lo  va a aguantar nadie". 

- Es verdad Juancho, pero aquí hay un culpable, ¿tú sabes quién es? "¿Quién  es?", preguntó el periodista. 

- ¿Quién más?, dijo el perro, y agregó: "El hombre, que es el único animal que  no ha entendido que debe cuidar el planeta. Él ha entendido lo contrario". El periodista observó con admiración a su perro y después le manifestó:  "Tienes toda la razón, Pipo, el hombre es el ser más inhumano que ha nacido  en este mundo". Después ambos decidieron que cuando bajara el sol iban a  comer y buscar luego sus respectivos dormitorios y a esperar que el día  siguiente el calor no encontrara el camino que conduce al clima de la  Tacarigua de Margarita. 

13/09/2023

40

Monólogo antes de que se acabe el mundo Yo, la mata de mango que vive en el conuco del periodista Juancho Marcano,  hoy tengo que elevar mi palabra de protesta al mundo, pues no es posible que  aún ciertos hombres no entiendan que con sus viles acciones destruyen al  medio ambiente y por ende el planeta sucumbirá ante tanto daño que se le  hace, a través de ciertos comportamientos de los humanos que en realidad  son los seres vivos más destructores de la tierra, capaz de erradicar especies  de animales en cuestiones de días y destruir árboles centenarios en pocas  horas. 

Hoy en día se habla de un cambio climático o calentamiento global, que ha  dado paso a grandes sequías y torrenciales aguaceros, y quién tiene la culpa  de las consecuencias de estos fenómenos: el hombre. Pero lo más grave es  que quienes sufren o mueren ahí son los más inocentes que no tienen nada  que ver con el asunto y ni saben quiénes son los causantes de la tragedia, que  no son más que las personas que con un afán de lucro, no les importa arrasar  con un bosque, con el fin de instalar una industria que le genere bastante  dinero, pero que a cambio va contaminando el ambiente y hace que altas  temperaturas se produzcan en lugares donde vive gente pobre, que tienen que  morir deshidratados por el calor y la falta de agua. 

¿Pero quién le pone un parao a tal desastre o tragedia? Al parecer nadie, pues  las voces que se levantan en contra de tales ecocidios, son calladas o  maltratadas por los intereses económicos, apoyados por gobiernos que sólo  les importa el bienestar particular, mientras tanto el pueblo que sufra las  consecuencias, total, qué les importa a ellos los habitantes de los pueblos:  nada. Pero no piensan que ese pueblo es el que le hace el trabajo para que  exploten los grandes yacimientos minerales que están bajo los bosques  devastados o bajo los ríos o mares contaminados. 

Hoy, repito, la mata de mango que está viviendo en el pequeño conuco de  Juancho Marcano, quien, como pocos, ha dado muestras de querer a los seres  vegetales y animales, quiso hablar públicamente, antes de que este mundo se  acabe, y después no digan que no se le advirtieron. De paso cuando vengan  por mí, me voy a sentir satisfecha de haber dicho una verdad que me picaba  en el alma, en pro del medio ambiente y de la armonía entre los seres vivos.  He dicho". 

21/09/2023

41 

Cuando la sequía era la causante de la diáspora El señor Agapito llegó al conuco del periodista Juancho Marcano y lanzó la  vista al copo de una mata de aguacate y observó las ramas secas que se  venían secando por el producto de la sequía. También vio otras plantas  frutales y éstas eran un cuadro desolador plasmado por el pincel del sol y la  sequedad que le ha caído a latigazo limpio al pueblo de la Tacarigua de  Margarita. 

"Por eso, en la Margarita de otrora, las personas jóvenes abandonaban estos  pueblos y se iban para tierra firme", dijo el Señor Agapito, con una edad de 90  años, con propiedad para hablar de aquella diáspora que antes sufrían los  pueblos isleños y sobre todo los que sobrevivían de la agricultura. 

El periodista con la mirada triste por el paisaje mustio de su conuco, escuchó  la voz del personaje citado, y preguntó: 

- ¿Usted formó parte de esa diáspora que dejó a estos pueblos abandonados,  pues las mujeres quedaron solas con sus hijos? 

- Claro, yo era muy joven y aquí no había posibilidades de estudio y trabajaba  con mi papá en el conuco que ya no existe, pues lo vendieron y ahí ahorita es  pura casa, porque es increíble, mucho terreno fértil de este poblado lo  agarraron para construir. Pero bueno. Sucedió una sequía como ésta y mi  papá optó por aconsejarme que saliera a buscar mi futuro en otras tierras,  pues con un conuco en Tacarigua no iba a salir de abajo, y así fue que, con el  entusiasmo de varios, tomamos camino a tierra firme. Aquello fue una odisea,  en el mismo comienzo, pues lo que había era lancha y aquella echaba  demasiadas horas para llegar a tierra firme, y luego una vez ahí había que  buscar un familiar que te diera aposento mientras tanto, te empleabas bien en  las petroleras u otras empresas, yo tuve la suerte de emplearme con una  empresa petrolera y ahí me jubilé. Ahí trabajé duro, porque los gringos te  explotaban hasta el cansancio. 

¿Y qué pasó con tus otros compañeros?

- Unos llegaron hasta los caños de Tucupita y ahí se quedaron y otros hacia  otras partes del país y no volvieron más a esta tierra. Yo me quedé en El Tigre  (Edo. Anzoategui) hasta que me vine para acá. Pero fueron épocas terribles. Juancho escuchó el testimonio del señor y optó por venirse porque ya era hora  de almuerzo. En el camino venía pensando: "Que terrible sequía, Dios mío". 27/09/2023

42

¿Usted cree que el poder cambia a las personas? El periodista Juancho Marcano salió rumbo a Juangriego a comprar un  medicamento para su propio consumo, es decir para esas enfermedades que  son propias de cierta edad de los hombres. Su perro Pipo lo despidió y se  quedó mirando como el reportero se alejaba en su viejo malibú. Antes de llegar a la ciudad crepuscular de Margarita, Juancho pasó por la Villa  de Santa Ana y se dijo: "A esta ciudad no le han dado la importancia que tiene  en la historia y en la independencia de Venezuela. Aquí nació la Tercera  República comandada por el libertador Simón Bolívar y otros notables, un 6 de  mayo de 1816, y desde ahí fue una batalla frontal contra el enemigo, que  conllevó a triunfar en la contienda de Carabobo que sella la independencia de  Venezuela. Aquí también nació el general Francisco Esteban Gómez, el héroe  de la batalla de Matasiete que le da la independencia a la provincia de  Margarita. Con todo y eso, la ciudad yace ahí tranquila, bajo la sombra de sus  guayacanes, sin recibir el reconocimiento que se merece". 

El periodista siguió su ruta y llegó hasta Juangriego, ubicó la farmacia, compró  las pastillas y se devolvió rápidamente a su pueblo de la Tacarigua de Margarita, donde lo esperaba su perro en el portón moviendo la cola. Una vez  que ya había estacionado el carro, acarició a Pipo y se sentó en la silla del  garaje, y ahí el perro, después que le había preguntado cómo le había ido y  recibir la respectiva respuesta, lo interrogó: 

- ¿Juancho usted cree que el poder enferma a las personas? - El periodista, observó a su perro y luego de salir del asombro por tal  pregunta, manifestó: "Por lo que he visto y leído, Pipo, yo creo que sí, pues he  conocido personajes que por el sólo hecho de tener un pequeño cargo de Jefe,  cambian su forma de ser y hasta se ponen soberbios, e incluso, atropellan a  sus subordinados, sin importarle que antes éstos fueron sus compañeros  comunes. Por eso creo que el poder enferma a la gente". 

Pipo, observó al reportero, mostró como una sonrisa y dijo: "Pues se equivoca,  periodista ilustrado, pues yo escuché un programa de radio, donde un señor  dijo que el poder no enferma, sino que lo que hace es revelar, quién es  realmente la persona". 

Juancho estuvo de acuerdo con su perro, se levantó y pasó para la casa. 04/10/2023

43 

¿Cuál es el defecto que tiene este bello mundo? El periodista Juancho Marcano y su perro Pipo, salieron rumbo al conuco,  aunque las ganas no eran muchas de llegar hasta el sembradío, pues las  lluvias asomaron sus caricias y se retiraron, y las plantas en vista del látigo del  sol, apagaron sus sonrisas por la ausencia de la lluvia, y estaban buscando  como guarecerse. "Esta sequía, dijo Juancho, no ha tenido comparación,  prácticamente ha sido todo el año, pues no llueve fuerte desde el mes de  marzo, de ahí hacia adelante, ha sido pura lloviznas que no son capaces de  mojar el suelo". 

Llegaron al conuco y hombre y perro, se dedicaron sólo a dar una vuelta de  reconocimiento bajo la mirada triste de las plantas que, al parecer, tampoco se  explicaban este ardiente y largo estío. Una vez terminado dicho recorrido,  ambos se llegaron a la siempre fresca y acogedora sombra de la mata de  mango, que los saludó y ahí bajo el frondoso árbol el hombre y canino  empezaron a conversar, y Pipo, le preguntó a Juancho por dónde andaba el  día anterior y el periodista le respondió y agregó: "El mundo, Pipo, anda  congestionado, la guerra vuelve a ser la noticia del día y los reportes dicen que  mueren niños, hombres, mujeres y ancianos, los cuales son inocentes, y eso  de verdad es un asunto que los hombres deben enfrentar y tratar de terminar  con esas contiendas donde la muerte es el pan de cada día. Es triste y  lamentable". 

- Por eso no entiendo este mundo, Juancho, dijo el perro, pues ustedes los  hombres buscan matarse ustedes mismos y se llaman racional y no es verdad,  pues qué racionalidad puede haber en unos tipos capaces de matar a unos  niños que están totalmente indefensos, ninguna. Y no sólo eso, sino que  realizan grandes tragedias y acaban con especies animales y vegetales, sin  importarles el dolor que puedan sentir estos seres vivos. Son unos  degenerados y me perdonas. 

El periodista escuchaba atentamente la exposición de su perro, sin poder  agregar nada, y por eso Pipo preguntó: "Este mundo hermoso y bello, tiene un  defecto, Juancho, y ¿sabes tú cuál es?" 

-No lo sé, Pipo, y no tengo razones para rebatir tus argumentos, ni ganas de  contestar, por eso quiero que me respondas cuál es ese defecto que tiene el  mundo. 

- Muy fácil, periodista ilustrado, es nada más y nada menos, que el hombre. Juancho, lo acarició y le dijo: "Tienes toda la razón, Pipo". 

11/10/2023

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¿Conoce usted al hombre que no se equivoca? - Así como te lo estoy diciendo, Juancho. 

El periodista Juancho Marcano había llegado del pueblo de realizar ciertas  diligencias y aprovechó de visitar a unos amigos para conversar con ellos,  sobre los últimos hechos en el poblado. Cuando llegó su perro, Pipo, lo  esperaba, como siempre en el portón, y luego de entrar y estacionar el viejo  malibú, el can empezó a conversar con él. 

- Bueno Juancho como te iba diciendo que por aquí pasó tu amigo Evaristo y  llegó más triste que novia plantada en la iglesia, y todo, sin que me lo  pregunte, es porque venía del conuco y como el nuestro es vecino con el de él,  te dejo dicho que es preferible no ir a veces por ahí, pues las plantas lo que  dan es lástima, porque cada una tiene en su tierno corazón, clavada la flecha  de la sequía, que la pone triste y a derramar lágrimas por estar sedientas. 

- Lo entiendo, Pipo, pues vengo de visitar a unos amigos que también tienen  matas sembradas, bien sea en sus patios o conucos, y la impresión es la  misma: No provoca ver las pobres plantas, porque ese dolor que reflejan es  también nuestro y por tanto lo sentimos como si fueran ellas. 

- Así mismo dijo Evaristo, de ahí que iba cargando con una tristeza que, al  parecer, no podía con ella, porque ya muchas de sus plantas se han secado,  incluyendo las de aguacates, que la vez pasada estuvieron cargadas de tan  exquisito fruto. 

El periodista guardó silencio como tragándose una lágrima de impotencia  producida por el largo y ardiente estío, y por eso, Pipo, al notar su mudez y  dolor, optó por cambiar la conversa y por eso le comentó: "Sabes, Juancho,  que por la emisora comunitaria estaba oyendo un programa y el conductor  estaba hablando de las personas que no se equivocan nunca, ¿las conoce tú,  acaso? 

Juancho Marcano, escuchó a su perro, lo observó que esperaba la respuesta,  y por eso señaló: "El que no se equivoca debe ser un genio, aunque creo que  no deben existir esas personas". 

El canino asomó los dientes como sonriendo y manifestó: "Claro que existen,  periodista ilustrado, y aquí hay muchas, pues aquellas personas que no se  equivocan nunca, son las que no hacen absolutamente nada". El periodista sonrió, abrazó a su perro y ambos pasaron hacia la casa. 18/10/2023

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¿Cuáles son nuestras primeras necesidades? El perro Pipo corría desde el portón hasta donde estaban guindados los  helechos y viceversa. Se mostraba alegre y contento. Y todo era debido a que  el periodista Juancho Marcano, le había echado un baño, por el calor que no  sólo agobiaba al canino sino al hombre y a su esposa. Por eso la alegría de  Pipo, que llegaba donde estaba sentado el reportero, le montaba las patas en  sus rodillas y volvía a correr como un mismo niño travieso. 

El periodista, lo miraba y se alegraba por la contentura de Pipo, que en verdad  se merecía que lo bañaran, pues a diferencia de los humanos, no se puede  quitar la camisa de pelos que cubre su piel y que debe darle bastante calor por  este clima que ha producido esta sequía y de paso vinieron unas lloviznas que  alborotaron la temperatura y la subieron para desdicha de los habitantes de la  Tacarigua de Margarita. 

Juancho Marcano dejó de ver correr a su perro y se dedicó a leer su celular, y  por cierto leía una sección llamada: Cabalgando con la décima, que dirige  Evaristo Marcano Marín y que varias personas componen décimas por temas,  entre ellas, se encuentra su colega y amigo Emigdio Malaver, a quien por  cierto tiene tiempo que no ve. "Esta gente que día a día compone décimas, de  verdad que merecen un reconocimiento, pues ellos con ese aporte, buscan  revivir la décima que es una tradición margariteña que no debe morir nunca,  pues nuestros antepasados la usaron no solamente para cantar galerón y  gaitas, si no como crónicas que relataban en esos diez versos, los hechos que  sucedían en las comunidades", se dijo el periodista, mientras leía unas  décimas sobre la mujer margariteña. 

En eso estaba, cuando Pipo se acercó con ganas de conversar y por eso  rápidamente, comentó: "En vista de este calor que hemos venido sufriendo y  otras cosas, Juancho, ¿Cuáles crees tú que son nuestras primeras  necesidades? 

- Moral y luces, como dijo Bolívar, respondió el periodista velozmente, para  salirle al paso a su perro. 

- Si es verdad, pero falta una, pues yo oí en la radio que por el calor que un día  lo agobiaba, el escritor Francisco Herrera Luque, exclamó: "Moral y luces, y  aire acondicionado, son nuestras primeras necesidades". 

Juancho soltó la risa y abrazó cariñosamente a su perro.

25/10/2023

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¿Cuál es la mejor manera de influir?

- San Sebastián es un pueblo privilegiado, Pipo.

El periodista Juancho Marcano había estado haciendo unas diligencias por el  pueblo de San Sebastián, que es una parte de la parroquia Guevara del  municipio Gómez del estado Nueva Esparta, cuya capital es Tacarigua, y  ahora conversaba con su perro, una vez que el canino le había preguntado  cómo le había ido y por dónde andaba. 

- Como te iba diciendo, Pipo, San Sebastián, aparte de lo bonito del poblado,  está el calor y el cariño de su gente y además es cobijado por la montaña de la  Palma Real, de la cual brota un riachuelo que viene serpenteando entre  piedras y regando la tierra fértil del lugar, la cual es capaz de producir,  cualquier cantidad de rubros agrícolas, porque su gente es muy laboriosa y  tratándose de cultivar la tierra, es mucho más porque se entregan a esta  actividad con mucha pasión y esfuerzo. 

Pipo escuchaba con bastante atención al reportero y después, comentó: "He  oído por la emisora comunitaria que es una tierra que tiene como patrón al  mártir San Sebastián y que ha parido muchos músicos y cantores, ¿es verdad  eso?" 

- Claro, Pipo, es un pueblo muy alegre y será por eso mismo que tiene tantos  músicos y cantores, como Chilo Guerra, Lico Lárez, Simón Guerra, Jennifer  Moya, Dalmirito Malaver, entre otros, quienes han puesto en posición elevada  a su pueblo. 

- Está muy bien, dijo el perro, y agregó: "Hablando de otra cosa, Juancho, te  quería comentar una cosa sobre la cual estuve oyendo en la emisora, que trata  sobre el asunto de cómo influir positivamente sobre las personas, o sea te  pregunto: Para ti, ¿cuál es la mejor manera de influir? 

Juancho Marcano, antes de responder, pensó bien la respuesta, en vista de  que su perro últimamente lo dejaba mal parado y hasta se reía por no acertar  al responder la pregunta, por eso, pausadamente, dijo: "Pipo, por lo que he  leído y por mi experiencia laboral, yo llegué a la conclusión de que la mejor  manera de influir sobre las personas, es dando el ejemplo y para mí es la  única forma, porque después así también tienes la moral para exigir". 

El perro, lo miró, quedó callado y después gritó: "Bravo, Juancho, esa es la  respuesta", dijo Pipo, y se abalanzó sobre el periodista y lo abrazó. 01/11/2023

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¿Cuál es el argumento que no se puede rebatir? El periodista Juancho Marcano salió a dar una vuelta por casa de unos  vecinos, pues supo que uno de los perros desde la noche anterior había salido  y no había regresado a casa, por tanto, estuvo preguntando qué había pasado  y qué se había hecho el can que siempre estaba cuando más en la puerta de  la vivienda vigilando las niñas del vecino. 

Después que conversó y que caminaron por ahí para ver si miraban al peludo,  se regresó a su hogar, porque ya era hora no sólo de cenar sino de tomarse  las respectivas pastillas que la gran mayoría de los adultos mayores exigen a  su edad, para controlar ciertas cosas y tratar de mantener la salud que a  medida que pasa el tiempo va perdiendo condiciones y la agilidad, la visión y  otras funciones que hacía el cuerpo humano, que ya no son las mismas. 

Cuando llegó a la vivienda, su perro Pipo, como siempre, lo esperaba en el  portón moviendo la cola y buscando como hacerle cariño y abrazarlo, pues  para los canes un tiempo humano para ellos, es mucho más largo, lo cual  entendía el periodista y por eso lo abrazó y después le explicó que el perro  Yey, se encontraba extraviado y no había regresado a casa y no lo habían  visto desde la noche anterior. "Es bien extraño, dijo el perro, porque nosotros  si estamos de parranda con una hembra, vamos y regresamos, a diferencia del  gato que puede pasar hasta tres o más días, procurando y peleando por una  gata en celos y no regresa a casa, sino después de los mencionados días. Por  eso, Juancho, nos debe preocupar la desaparición de Yey". 

- Pero lo preocupante, Pipo, es que no lo han visto y se buscó por la orilla de la  carretera principal y tampoco está por ahí, o sea se deduce que no fue  atropellado por un automóvil, dijo el periodista. 

Pipo calló y quiso cambiar la conversa y le comentó a Juancho, algo que había  escuchado en la emisora Comunitaria: "Sucede, Juancho, que hoy oí que hay  un argumento que no se puede rebatir, aunque usted no lo crea, y no te voy a  preguntar, sino que te lo voy a decir, porque sé que lo vas a contestar, por eso  te digo que el único argumento que no se puede rebatir es el silencio, y es así  porque cuando tus palabras no sean mejores que el silencio, es mejor callar". 

El periodista no le quedó más remedio que callar y darle la razón a su perro. 08/11/2023

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¿Dónde está la verdadera sabiduría?

El periodista Juancho Marcano salió temprano hacia el conuco, pero no se  llevó a su perro Pipo, pues de ahí iba a visitar a su amigo Lencho, que le había  dicho que fuera por su sembradío y conversar un rato. Y así lo hizo el  reportero, pasó dándole una vuelta a su siembra y vio que aún la tierra no se  ha mojado del todo con las débiles lluvias que han caído, pero que las plantas  lucen con el traje alegre, esperando diciembre, donde los aguaceros son como  el niño Jesús que les trae sus regalos a través de las caricias refrescantes del  agua que el cielo reparte. 

De su conuco el periodista se dirigió al terreno de su amigo Lencho, y éste con  las pocas lluvias que ha caído había sembrado unos cuantos granos de maíz y  ya el malojito había brotado a la vida como sonriendo y con la esperanza de  llegar a crecer y darle frutos a su amo. Allí conversaron un buen rato y sobre  todo de como los aguaceros no han querido caer con fuerza para mojar la  tierra para que la gente siembre y que las matas de maíz tengan ánimo para  crecer, espigar y dar mazorcas. 

Después de la mencionada visita, Juancho Marcano tomó rumbo a su casa y  se encontró con la alegría de los vecinos, porque el perro Yey que se había  perdido la semana pasada, había regresado y de verdad que se alegró  bastante y los citados vecinos le contaron por donde había andado el peludo, y  todo por el amor de una perrita en celos. 

Al llegar a la puerta de la casa, lo recibió, como siempre, Pipo, a quien  después de saludarlo y contarle como le había ido, le señaló que Yey había  regresado y le contó que solo se trató de un largo enamoramiento que tuvo y  en donde tenía esos amoríos también le daban comida. "Con razón, tardó  tanto, pues aparte que tenía placer, le daban de comer, si no, hubiese  regresado antes", dijo el can y agregó: "Sabes, Juancho, que hoy estuvo una  señora aquí amiga de la señora María y se pusieron a conversar sobre la  sabiduría, sobre la cual decían que era muy importante saber, es decir tener  conocimientos para enfrentar la vida. Pero cuando agotaron el tema,  concluyeron que la verdadera sabiduría estaba, ¿tú sabes dónde? En  reconocer nuestra propia ignorancia. ¿Qué te parece?" 

- De acuerdo, y eso lo dijo el filósofo Sócrates, manifestó Juancho e invitó a su  perro a almorzar, porque ya era a punto de mediodía. 

15/11/2023

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Yo tuve ahí un amigo

El sol era una puñalada que se clavaba en el corazón verde del paisaje y lo  hacía sangrar. "Es casi diciembre, y los rayos del astro rey no quieren  doblegarse ante la proximidad del frio del clima propio de esta época", se dijo  el periodista Juancho Marcano, quien venía de Pampatar a punto de mediodía  subiendo el portachuelo de la Tacarigua de Margarita, que está rodeado de  cerros que muestran reflejos mustios, producto de la sequía. 

El reportero llegó hasta su casa, junto a su esposa que lo acompañaba, y ahí,  como siempre, estaba su perro Pipo, con la cola que se le quería salir por la  contentura y de ver entrar al garaje el viejo malibú del periodista, que  estacionó su automóvil, se bajo del mismo y abrazó a su fiel canino y le dijo  que le había ido muy bien, pues tenía tiempo que no iba a bañarse a la playa. 

Pipo lo escuchó y luego preguntó: ¿Y cómo es ese pueblo de Pampatar? - Es uno de los pueblos costeros más bellos que tiene el estado Nueva  Esparta, Pipo, y aparte de eso tiene una hermosa bahía, que provoca ir todos  los días y quedarse un largo rato y así relajarse y olvidarse de ciertos  problemas que de una u otra forma sufrimos los humanos en esta tierra. - ¿Y cómo es bañarse en la playa? 

- Mira, Pipo, eso, aparte que es un placer, tú sientes que el agua del mar te  inyecta energía y hay ahí una vitalidad, como si la fuerza de ese anchuroso  océano, estuviera en tu cuerpo. Algún día, voy a tener que llevarte y tú mismo  compruebes qué se siente en un baño de mar. 

También quería contarte que en ese pueblo cerquita de la playa, yo tuve ahí  un amigo llamado Eladio Marcano, quien siempre me demostró afecto y en  tiempos de la pesca de sardinas, me llamaba y yo me llegaba hasta allá y me  daba tantos pescados de esos, que yo venía para el pueblo y empezaba a  repartir entre los conocidos; lamentablemente ya no está entre nosotros, y hoy  me recordé mucho de él, pues estuve cerca de donde colocaba su piragua,  pues ahí tuve la oportunidad de compartir unos tragos con él. 

El perro escuchó a Juancho y como lo vio melancólico y cansado, optó por no  preguntar más, y el periodista pasó hacia la casa para darse un baño y  sacarse el agua salada. 

22/11/2023

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¿Cuál es la madre de la invención?

Es reconfortante recorrer el pueblo que nos vio nacer y que fue testigo de  nuestras correrías infantiles. Volver al propio centro, o sea a la plaza del lugar,  es regresar a una película que nos apunta con la nostalgia y los recuerdos que  no fueron tristes, pero que dan tristeza, porque a cierta edad la persona en vez 

de ver hacia adelante, tiene la costumbre de observar al pasado, donde  estuvieron sus primeros pasos, sus querencias y añoranzas. Esto fue lo que hizo el periodista Juancho Marcano el fin de semana pasado,  que a pesar de que vive en la misma Tacarigua de Margarita, vive en la  afueras del pueblo, un poco alejado de donde vivió sus etapas infantiles, que  por ser muy bonitas, por más que pretenda de que no le den nostalgia, ésta lo  atrapa en sus redes de bellos recuerdos, pero lamentablemente, se aconseja,  que no se debe vivir de las evocaciones, sino del presente y del futuro que se  puede tener por delante. 

. Al llegar a su hogar, ahí estaba su perro Pipo, como siempre, esperándole  contento y meneando la cola, como si se le fuera a salir, a quien le contó su  ida al pueblo que aparte de hacer unas diligencias, se dedicó a dar una vuelta  a la plaza y por otras calles y encontró amigos, a quienes les gusta sembrar y  están esperando las lluvias, pues tienen dudas de echar el maíz dentro de los  surcos, con las pocas lloviznas que han caído en el lugar, porque es muy  probable que se pierda la semilla al no nacer la plántula o secarse el malojito a  mitad de camino por falta de agua. 

Pipo escuchó con mucho detenimiento al periodista y una vez que meditó un  poco, manifestó: "Si supieras Juancho, que hoy un señor en la emisora  comunitaria estaba hablando de la duda y dentro de un montón de cosas que  dijo, explicó que era beneficiosa".Juancho Marcano oyó a su perro y no quiso  responderle el comentario, sino más bien señalarle: "Ah, sí, dijo que la duda  trae beneficios. ¿Y qué dijo? 

- El señor indicó que una persona llamada Galileo, había afirmado que la  madre de la invención es la duda, pues sin ésta nadie es capaz de crear, dijo  el perro. 

Juancho sin soltar palabras, movió la cabeza en señal de aprobación, acarició  su perro y pasó hacia la casa. 

29/11/2023

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Tres amigos conversan de diciembre

- Cómo te decía Pipo, en este año se puede decir que la lluvia no quiso visitar  esta tierra, la cual la adora, por los beneficios que les trae a los agricultores y  por ende a la población, dijo el periodista Juancho Marcano. - Yo por mi parte te digo, Juancho, que como pertenezco al reino vegetal, he  sufrido esos embates de la falta de aguaceros, afortunadamente, el tipo de  árbol como yo, tiene las raíces profundas y ahí nos aprovechamos de la  humedad, que este año ha estado siendo honda por la poca agua caída del  cielo, dijo la mata de mango. 

- Y a pesar de ser diciembre, un mes lluvioso por tradición, el aguacero ha sido  reacio en venir por esta tierra y por eso los agricultores aún no han podido  sembrar el maíz y de paso este año nadie pudo cultivar dicho grano para  comerse una cachapa, dijo el perro Pipo. 

El periodista Juancho Marcano viendo que su perro asomó el tema de  diciembre, buscó la manera de cambiar la conversa y hablar de dicho mes, el  cual aparte de ser esperado, es el mes más alegre del año y por eso preguntó:  ¿Ustedes qué opinan de diciembre? 

"Por mi parte opino, dijo la mata de mango, que no se ve la algarabía de otros  años, al parecer los humanos van perdiendo el entusiasmo a medida que pasa  el tiempo". 

- A mi más bien me conviene que luzca apagado, sin bulla ni alboroto y mucho  menos que lancen fuegos artificiales que podrán alegrar a los hombres, pero a  nosotros los animales y sobre todo a los perros, nos perturban, nos asustan y  hasta nos hacen correr despavoridos, buscando un sitio para refugiarnos y así  evitar que sufran nuestros sensibles oídos, manifestó Pipo. 

El reportero escuchó a sus amigos opinar y luego señaló: "Bueno amigos, yo  les digo que este mes la gente lo celebra de una u otra manera, claro hay  quien no puede hacerlo; pero la idea es festejarlo porque hay la creencia de  que se va una época y viene otra, cargada de esperanza y llena de paz, amor 

y prosperidad, lo cual a veces no pasa, pero ha sido la tradición". La mata de mango y Pipo, oyeron la opinión de Juancho y como éste vio que  ya era hora de mediodía, le hizo señas al can, y hombre y perro regresaron al  hogar, una vez que se despidieron de su amiga la mata de mango. 06/12/2023

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Perro, mata y hombre dan su mensaje navideño La inefable canción de unas goteras de un chubasco madrugador, despertó al  periodista Juancho Marcano, quien se dispuso a oír la placentera caída del  agua de los tejados y hasta se recordó cuando era niño que dormía en una  hamaca y cuando se aparecía la lluvia, se acurrucaba y dormía cobijado con  una sábana que tenía pintado un pavo real. 

Oyendo el caer de las lloviznas, se llegó la mañana y una vez preparado,  convidó a su perro Pipo a llegar hasta el conuco para disfrutar de la sonrisa  verde tierno de las plantas, las cuales este año han mostrado el rostro triste  por los flechazos encendidos que le ha lanzado la sequía. 

Ya en el sembradío, hombre y perro, fueron viendo una a una las plantas que  viven en el lugar y de verdad que sus caras mostraban alegría por los besos  tiernos y acariciadores que le dio el chubasco mañanero, el cual no entiende  que tiene que venir más frecuente para que las plantas nos mueran de tristeza  y sequedad por el candente estío. 

Cumplido con el recorrido rutinario de sus visitas en el conuco, hombre y  peludo, se llegaron a conversar con la mata de mango, que también estaba  contenta y tomó la palabra: "Antes que se me adelanten, quiero decir que en  esta navidad y en el año próximo, solo deseo que los hombres tomen  conciencia de nuestra importancia en el medio ambiente y en vez de  destruirnos, se dediquen a sembrar bastante árboles, pues ellos al final serán  la salvación del planeta y por ende de las especies vivientes". 

"Ya que tú hablas de eso, dijo Pipo, yo también quiero pedir que los hombres  de una vez por todas respeten los animales y más aún los domésticos que son  los que más sufren el maltrato y la tortura de los humanos. Es necesario que  se entienda la importancia de nosotros para vivir en armonía, paz y amor, y de  paso en fidelidad y lealtad. Eso espero de la navidad y el año nuevo". 

El periodista escuchó emocionado a sus amigos y luego manifestó. "En esta  navidad y año nuevo, pido por ustedes y por todos los seres de sus reinos, e  igual solicito que los hombres entiendan que ya se llegó el momento de  comportarse como civilizados, y así poder vivir en perfecta armonía: plantas,  animales y humanos". 

13/12/2023

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MINIBIOGRAFÍA 

Emigdio Malaver G. 

Hijo de la Tacarigua de Margarita. Es Economista (Universidad de Los Andes).  Lic. en Comunicación Social (Universidad Católica Cecilio Acosta). Post grado  en Derecho Tributario (Universidad Santa María). 

Trabajó en Sidor, en El Seniat y director de Mundial Margarita. Actualmente es jubilado del Seniat. 

Ha colaborado con periódicos y revistas regionales y nacionales. En la  actualidad sigue su producción periodística en varias publicaciones digitales. 

Por su labor periodística tanto en prensa escrita como en radio, ha obtenido  premios municipales y regionales de periodismo. También fue merecedor del  premio nacional de periodismo Aníbal Nazoa. 

Tiene dos libros publicados: El día que Víctor Davalillo firmó con Los Sapos de  Tacarigua (Imprenta del Estado, 1996), Crónicas: Venezuela en su salsa  (Editado en el año 2014 por una editorial alemana) y Epónimos y árboles  emblemáticos de los municipios del estado Nueva Esparta (Formato  digitalizado por la Fundación Identidad- Año 2020). Igualmente tiene otros  folletos en formato digital: La maldición de la mata de mango (2019), La perra  Cegueta y sus denuncias (2020), La Vida entre crónicas y cuentos (2025), La  mata de mango, el perro y el periodista(2025), Las preguntas de un perro a un  periodista(2025), Historia breve de la Virgen de Papaché (2025) y La mata de  mango se interesa por la guerra (2025). 

Ha sido fundador de periódicos culturales e institucionales.

FINAL DE DIGITALIZACIÓN 

Este libro se terminó de digitalizar en septiembre del 2025 en Tacarigua,  estado Nueva Esparta. 

Los textos los pueden publicar en cualquier medio radial, televisivo, impreso y  digital, siempre y cuando le den al crédito al autor, que de paso se lo agradece  de antemano.

 

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