“Ni siquiera durante el sabotaje petrolero en el año 2002 el pueblo de Venezuela pudo ser privado de gasolina”, recalcó.
Añadió que Maduro “desvió a su conveniencia personal desde el año 2014, los recursos requeridos por el circuito refinador”.
Aseguró que la escasez de combustible, afecta la distribución de alimentos y medicinas para combatir el COVID-19.
Respecto a la producción actual de crudo en Venezuela, destacó que hubo “una caída del -84% en comparación al año 2014”.
Alega que durante su gestión como ministro de Energía y Petroleo, se sostuvo un promedio de refinación nacional de 1.100 millones de barriles diarios de combustible y se invirtieron más de 28 mil millones de dólares en el sistema de refinación nacional para atender la demanda interna con capacidad de exportar productos al Caribe , Estados Unidos y otros mercados.