¡Soldado Tuyo, Pueblo Mío!
¡Saludos, pueblo invicto de Bolívar!
I
Sé de la ansiedad que se generó esperando mi pronunciamiento al respecto; sin embargo, en la estrategia política, siempre es necesario observar los post-eventos. He dedicado estos días a analizar la realidad bajo el rigor de herramientas científicas sobre el sentir del sujeto social -el soberano, el constituyente- para luego aplicar la objetividad social producto de la conciencia y la opinión pública. Como decía nuestro Comandante Chávez: "Ya yo no soy yo, ¡yo soy un pueblo, carajo!".
Como su ayudante y edecán, no solo cargué con la digna e histórica responsabilidad de su seguridad, sino que tuve el privilegio de ser testigo excepcional de su pensamiento revolucionario, su amor por el pueblo y su visión estratégica de largo alcance.
El Comandante Chávez nos enseñó que los servicios públicos no pueden ser vistos como una mercancía para el enriquecimiento de unos pocos, sino como un derecho humano y una responsabilidad del Estado junto al Poder Popular.
Como edecán del Comandante, aprendí a leer las intenciones detrás de las acciones. Estas imposiciones y acciones abusivas por parte de FOSPUCA tenían un objetivo político claro: generar malestar contra el proceso revolucionario. Al asfixiar al ciudadano, la derecha (y los infiltrados) buscaban que el pueblo culpara al Proceso Revolucionario, cuando en realidad era un modelo extractivista capitalista privado el que estaba operando.
La defensa al "Poder Popular" y la batalla contra el "viejo estado liberal asistencialista burgués" y a las estructuras burocráticas/clientelares que obstaculizan el socialismo, no es juego, no es para oportunistas buscadores de tesoros mercantiles, es para REVOLUCIONARIOS Y REVOLUCIONARIAS.
II
¡La batalla no se abandona!
Quiero expresar mi más profundo agradecimiento al pueblo de base, a los voceros y voceras del estado Bolívar y a nivel nacional, y a los camaradas de distintos sectores que se han comunicado conmigo y a su vez me han hecho llegar sus expresiones de afecto y alegría por esta firme lucha. Gracias, pero quiero atribuir todo este acto de justicia a Dios Todopoderoso y Eterno, a quien mansamente me apego a su voluntad, y al Gloria al Bravo Pueblo por su sabiduría, su fe y su lucha incansable.
La victoria que hoy celebramos en Guayana no es un evento del azar, es el resultado de la valentía y la resistencia ética.
Escribo estas líneas con la serenidad que otorga la victoria de la verdad, pero con la indignación de quien ha sido testigo junto al pueblo de las bases revolucionarias del Estado Bolívar de una de las traiciones más descaradas. Durante éstos años, nuestra lucha fué como navegar en un océano de incertidumbre entre archipiélagos de certeza. Fuimos una voz solitaria, pero junto al pueblo sosteniendo y defendiendo la verdad sin miedo, mientras otros por interés o cobardía, prefirieron callar.
Mi crítica a FOSPUCA no fué solo porque era una empresa privada al frente de una función pública, fue una crítica doctrinaria y estratégica para mantener en alto y defender los postulados de la Revolución POPULAR BOLIVARIANA. Por años lo advertimos, la CONTRARREVOLUCIÓN no solo se esconde en trincheras políticas; anida, cual cáncer, en las estructuras internas.
Hoy celebramos la decisión de la Gobernadora Yulisbeth García y del Alcalde Yanny Alonzo de prescindir de este contrato y poner punto final a esa pesadilla corporativa. Esta acción no es un mero acto administrativo; es un acto de soberanía, es un acto en donde se trae de vuelta una función pública que había sido privatizada, es un acto de justicia y declaración de principios revolucionarios. Pero la justicia no termina con el cierre de sus oficinas y la salida de los camiones. Ahora Fospuca debe ser intervenida y sometida a una investigación profunda que descubra su modus operandi, sus vinculaciones y sus redes de complicidad, opresión y despojo. ¡No a la impunidad! Todos a cumplir con la línea ordenada por el Comandante Presidente Nicolás Maduro, HACER JUSTICIA ¡CAIGA QUIEN CAIGA, VENGA DE DONDE VENGA, SE VISTA COMO SE VISTA! Debemos hablar de los daños ocasionados por Fospuca que actuaba como un "Estado dentro del Estado", donde la empresa privada tenía más poder que el poder público municipal. Fuimos testigos: Fospuca tenía el PODER de habilitar o no la portal de la alcaldía del Municipio de Caroní para cancelar los tributos, si no se cancelaba Fospuca, no desbloqueaban el portal por lo tanto se activaban las penalidades municipales, ¡Una atrocidad! Un acto inconstitucional; entre otros rémoles que se pueden enumerar. Los responsables entendieron mal, era transferencia del poder al pueblo, NO la transferencia de poder a la burguesía. Fospuca no fué solo un contrato abominable con una empresa privada, fue la pérdida temporal de la soberanía popular.
Bolívar, territorio sagrado, se libera de una privatización que convirtió una función municipal esencial en una máquina de opresión y despojo. Mi posición es irreductible: Fospuca tiene que ser intervenida. No basta con que se vayan. Es la hora de calcular los daños ocasionados y activar políticas para resarcirlos. ¡Fospuca tiene que pagar y devolverle al pueblo lo que le arrebató durante estos años de sufrimiento e indignación! Que más nunca una situación similar se repita en nuestro estado. La recolección de desechos, la limpieza de nuestras calles, la vida de nuestro pueblo, NO PUEDE SER UN NEGOCIO. Debe ser una MISIÓN SOCIAL, una tarea de la Comuna, del Consejo Comunal, del PUEBLO GOBERNADOR.
III
Es repugnante y terrible ver hoy a una cantidad de dirigentes que se plegaron al adefesio del contrato con FOSPUCA, que fueron parte del "festín de Balsasar" sobre las finanzas del pueblo de Caroní, buscando ahora sacudirse el polvo del desastre o pasar desapercibidos para eludir sus responsabilidades políticas y legales. Los que asumieron un silencio cómplice y vieron al pueblo reclamar con indiferencia, mientras en otros casos respondieron con represalias. ¡Dios le conceda su misericordia! Los que hasta ayer daban las gracias a FOSPUCA, hoy no pueden pretender ser los héroes de una batalla que nunca dieron. Tiene que haber coherencia.
Fospuca dejó un mal sabor y un daño político, económico y social de dimensiones incalculables. Pero peor fué la traición perpetrada por quienes, teniendo la responsabilidad de la administración pública, dieron un nefasto ejemplo de entrega a la ambición personal. Fospuca permitió poner al desnudo a una cantidad de dirigentes oportunistas serviles al interés capitalista, que buscan el poder por el poder y no para empoderar al pueblo; que se ponen al lado del capital y no del lado de la justicia, la igualdad y la inclusión.
IV
¿Qué nos enseñó el Comandante Chávez? Que el poder debe ser transferido al pueblo organizado.
Se avanza en la construcción del Socialismo cuando la justicia se aplica en todos los niveles, sin importar jerarquía.
La REVOLUCIÓN debe ser el fin de la estructura de poder del viejo estado liberal burgués que ve al pueblo como cliente y no como propietario.
Debemos avanzar hacia un Estado Comunal, donde la gestión sea pública, transparente y bajo control obrero y popular.
Nuestra fortaleza es la conciencia colectiva y nuestra meta es el Estado Comunal.
Cero tolerancia al imperialismo, al saboteo, a la ambición burgués, a la burocracia y a la corrupción. Quien intente boicotear el enfoque de llevar al más alto nivel de gobierno en el estado al poder popular y la necesaria transferencia de competencias de gobierno a los consejos comunales y comunas, está traicionando la memoria de Bolívar y Chávez, y debe ser señalado y enfrentado por el PUEBLO ORGANIZADO.
El Poder Popular exige que quienes jugaron a favor de los intereses burgueses rindan cuentas.
¡Al que se entregó a los intereses de fospuca, que lo juzgue la historia; al que luchó, ¡que lo acompañe la victoria!
¡La verdad nos hará libres!
¡LA PATRIA EXIGE CONCIENCIA, DIGNIDAD Y JUSTICIA!
¡VENCEREMOS!
¡Chávez vive, la lucha sigue! ¡Independencia o Nada!
¡HACIA EL ESTADO COMUNAL, HACIA EL SOCIALISMO, HACIA LA VICTORIA SIEMPRE!
¡Comuna o nada!
#DeVueltaChavez