14 de diciembre de 2025.- El National Trust for Historic Preservation argumenta que la administración Trump debe buscar la aprobación del Congreso y consultar a las comisiones federales. Un grupo conservacionista ha demandado al presidente Donald Trump por la construcción del salón de baile del Ala Este. Argumentan en una demanda presentada el viernes que la demolición del ala no se sometió a las revisiones adecuadas y exigen el cese inmediato de la reconstrucción, informó Politico.com.
El National Trust for Historic Preservation, una organización sin fines de lucro creada por el Congreso para apoyar la preservación de edificios y barrios históricos de Estados Unidos, solicita al Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Columbia que bloquee la construcción en curso hasta que el gobierno solicite la aprobación del Congreso y consulte a las comisiones federales y al público.
“Ningún presidente tiene legalmente permitido demoler partes de la Casa Blanca sin revisión alguna; ni el presidente Trump, ni el presidente Biden, ni nadie más”, escribió el grupo en la demanda. “Y ningún presidente tiene legalmente permitido construir un salón de baile en propiedad pública sin dar al público la oportunidad de opinar”.
El grupo argumentó en múltiples ocasiones que la construcción violaba la Ley de Procedimiento Administrativo y la Ley Nacional de Política Ambiental, incluyendo la omisión de consultar a la Comisión Nacional de Planificación de la Capital —una agencia federal designada para brindar orientación sobre planificación urbana— sobre el proyecto a gran escala.
Una pareja de Virginia presentó una demanda similar en octubre intentando bloquear la demolición, pero el caso fue desestimado voluntariamente días después.
Sin embargo, la demanda del viernes presentada por el destacado grupo de preservación representa el mayor avance hasta la fecha para detener efectivamente las renovaciones. La Casa Blanca se negó a comentar si detendría la construcción en respuesta al litigio pendiente, pero continuó defendiendo la legalidad del proyecto de Trump. “El presidente Trump tiene plena autoridad legal para modernizar, renovar y embellecer la Casa Blanca, al igual que todos sus predecesores”, declaró el portavoz de la Casa Blanca, Davis Ingle, en un comunicado.
El salón de baile de 90,000 pies cuadrados, cuya demolición comenzó la administración en septiembre, provocó una ola de protestas por parte de grupos conservacionistas, activistas y residentes de Washington, quienes condenaron los cambios por considerarlos una destrucción del edificio histórico. Se espera que la Casa Blanca presente los planos a una comisión federal de planificación este mes, y la administración ha anunciado que ha contratado a más arquitectos para supervisar la renovación.