Mire por la ventana y vi al auto color azul profundo estacionarse allí, diagonal a la casa.. Unos perros ladraban sin cesar, eran las 10:32 pm..Ya acostado en la cama, fijo mi mirada en el techo de la habitación, esperando rendirme al sueño, pero mi mente me ametrallaban con conjuntos de imágenes que me tenían tenso y aturdido, el cadáver a la orilla de la quebrada, el cuerpo mutilado del gendarme, las palabras de los presentes de que era un acto satánico….Mis manos se agarran contra las sábanas fría…los perros continuaban ladrando incesantemente… y, de pronto, me vino ese recuerdo: aquella voz que en la jefatura escuché, firmemente, diciéndome: “Di la verdad. Cuenta la verdad”…Pero cuál verdad, musite…¡Por Dios, déjenme en paz! ¡Déjenme tranquilo! –susurre apretando los dientes…Pero ya con mi mente cansada de tanto revuelos, mis ojos parpadeaban, vencidos por el sueño…pero de nuevo, escuche esa vos , sutilmente, como un susurro que divaga entre los velos del sueño: “Aquí estoy de nuevo” ...
-Tu ... .no existes…Eres solo mi imaginación- dije.
-No, no soy tu imaginación. Soy real.
-¿Real ¿ ¿Cómo? ¡Eres solo una voz en mi cabeza! Repliqué de inmediato…
-Soy más que eso..Soy tu verdad. Tú no eres tú sin mí. Yo soy tu..
-¿Qué desfachatez es eso, de que tu eres yo- Ya lo dije; Tu no existes, es mi imaginación y nada más..
Y entonces la voz bajó el tono, se hizo más suave, y comenzó a enumerar un montón de cosas ocurridas en mi niñez y adolescencia…
Esto me dejó helado, ya que esas cosas solo yo las sabía..¿Cómo sabes todo eso? Responde..
-Lo sé, porque yo soy tú, y ahora qué me dices, replicó la voz, ¿Entonces, soy solo tu Imaginación?…
Quede divagando y una corriente fría recorrió mi cuerpo erizando toda mi piel…
Y de repente, la voz tajantemente me dijo: “Mentiste”..
-¿Queee? ¿Qué dices? ¿Mentí..?¿En qué? –salió de mi en un solo aliento…
-No eran dos las personas, afirma la voz, las que arrastraban algo, personas estas, las cuales no pudiste identificar por la densa neblina y de ese grito aterrador que escuchaste a lo lejos…-No, no, era solo tú, quien arrastraba a ese algo, que no era sino un cuerpo sin vida, y siguió la voz: y ese grito aterrador fue el de esa persona que tu vilmente asesinaste…
-Con mi voz temblorosa, respondí: “Asesine” Yo no asesiné a nadie, no soy un asesino…
Los ladridos cesaron y entonces un silencio hermético inundó la habitación, la voz de mi interior se apagó, como el fuego de una vela consumida, y ante de darme cuenta, me vi arrastrado por el sueño, sumiéndome en una intranquilidad profunda y aterradora…