En sociología y la geografía tienen temas de estudio muy interesantes. Por ejemplo; Hay muchas y muchos escritos sobre la formación y educación de los hijos. Sin embargo, para saber de educación y formación de un muchacho tiene que existir la práctica, es decir primero ser padre y maestro a la vez.
Que voy a estar inventando en hablar de los muchachos si jamás, hablo de aquellos que jamás tuvieron hijos, sobre la conducta y comportamiento de los chicos. Recuerdo de aquel lema que dice la primera escuela fue la casa. Por tal motivo el individuo tiene que dejar descendencia, no lo digo yo lo dice las sagradas escrituras.
Un hijo es una gracia, es algo que bien o mal es algo que nació de mi. Dice un poema "el que tiene un hijo tiene todos los hijos del mundo". Me refiero a los hijos biológicos.
Ahora también existen hijos que no son biológicos y que los llamamos "criados" pero son también nuestros hijos.
Jesús llamado hijo de Dios, sus hijos era la humanidad completa. Pero el los acepto fueran como fueran.
La palabra "hermano" el revolucionario la utiliza a referirse al camarada. Porque digo esto, porque el comandante nos decía que la revolución para que se mantenga tiene que haber hermandad y camaradería porque somos hijos de esta revolución.
Y decía también que está revolución debe parir muchos hijos para que haya una descendencia en el futuro…sin descendencia revolucionaria no hay futuro…
Ahora bien la formación, (aptitudes y actitudes) , "El hijo que no lava ni su plato termina viviendo como si todo el mundo le debiera algo. No se trata del plato, se trata de la actitud.
De esa mentalidad cómoda que dice: alguien lo hará por mí. Ese hijo que deja todo tirado, que espera que mamá le sirva, le lave, le recoja, está aprendiendo a depender, no a crecer y ser útil.
Porque quien no ayuda en casa, mañana será el adulto que culpa al gobierno, a la suerte o a los demás por lo que no logra. Será el que dice "la vida es injusta" sin recordar que nunca movió un dedo por mejorarla.
El carácter no se forma con discursos, se forma en los pequeños actos diarios: lavando un plato, barriendo el suelo, escuchando límites. Ahí nace el respeto, la gratitud y la responsabilidad.
El que no aprende a servir, tampoco sabrá sostener una familia, ni agradecer lo que tiene.
Criar hijos responsables cansa, pero criar hijos cómodos destruye. Si estás criando, enseña a colaborar, y si tú eres ese hijo, entiende que tu madre no es tu empleada, ni tu casa es un hotel.
Eres parte del hogar y eso también implica aportar, y recordar que vivimos en una sociedad de la cual no somos unos extraños.