"Las ideas dominantes de una época son las ideas de la clase dominante" señala Marx. La nueva jerarquía religiosa, se aliara y servirá a la nueva clase gobernante: la burguesía, pero, "la raíz del hombre es el hombre mismo... el ser social determina su consciencia", las nuevas religiones con todo adentro, pasan a ser sumisos instrumentos del nuevo poder, su labor de anestesiar la consciencia de sus creyentes, repetirá el papel histórico medieval: el dominio de clase.
Los humanos producimos nuestras representaciones, y luego quedamos sujetos a ellas; las religiones tienen estructuras materiales.
Casi todos los pensadores del renacimiento y la modernidad, fueron reformistas también en lo religioso. Hubo algunos que fueron más a fondo y hasta llegaron a ser ateos; sacaron a dios de sus creencias: Jean Meslier (1729), un sacerdote católico francés, fue uno de ellos. Spinoza "trae" a dios y lo coloca dentro de la naturaleza; con nosotros dentro. Nietzsche, enfrenta la entrega sumisa a la fe. Es falsedad y decadencia. Schopenhauer alimenta al pensamiento de Nietzsche. Hegel hace de dios, la idea absoluta, esto es, la idea central de convivencia social dentro del capitalismo. Será Marx, el verdadero radical: los humanos crean sus dioses y luego se alienan frente a ellos.
Las diferencias entre clases es un asunto estructural. El análisis histórico debe penetrar y hacer visibles estas contradicciones sociales dialécticas. Esto ni lo entiende ni lo resuelve la fe.
El derecho natural, dota al individuo de su derecho al libre pensar. La fe ciega es obsoleta. En el S. XVII, aún hay miedos, pero el S. XVIII, abre puertas al libre pensar. Fe y revelación son puestas en duda. La naturaleza no obedece a oscurantismos, tiene sus propias explicaciones; ignorarlas, da origen a los milagros. Fe y revelaciones son ideologías.
A la izquierda hegeliana, Marx los increpa: más que entender al mundo, hay que transformarlo. Esto es acción consciente, pero consciencia en Marx, es praxis, esto es conocer conociéndose como clase social. Consciencia ya no es maniqueísmo, es lucha de clases.
Lo racional y lo vivido se topan. La experiencia es movimiento real. Método es "camino" en griego, aquí está Marx. Lo concreto es lo real. La razón desplaza a la fe. Las ciencias abren horizontes, aún así, las religiones sigue con su trabajo alienante, pues son ideologías.
Con la modernidad, la filosofía se apresta con sus armas de la razón. Los perjuicios son estorbos. La fe es solo una quimera. D'holbach señala que las religiones son constructos humanos en el aire; en sus deseos e ignorancia.
En fin, fueron muchos los ateos armados con la razón. Feuerbach termina aplastado por Marx: tesis XI. El sistema capitalista, desde el estado y fuera de él tiene colosales instrumentos de control social. La miseria económica del capitalismo, alimenta fe conservadoras y fe revolucionaria. Los más creyentes repiten que el reino de dios no está en la tierra. ¿La justicia divina es con la muerte?
Juana de Arco pago con su vida su atrevimiento. Galileo, se retracto, pero: eppur si muove. Spinoza es condenado y expulsado del judaísmo. Darwin lo sabe: su libro prohibido. Voltaire y Rousseau, se cuidan. Estado y nuevas religiones son verdugos unidos. El mercado es el centro del sistema y a su competencia la llaman democracia. Religiones y estado, estado y religiones son represores. "El capitalismo vino al mundo chorreando sangre por todos sus poros".
Nietzsche, alude a su maestro Schopenhauer, cómo ateo. Éste, advierte, que solemos captar el mundo como representaciones, pero si miramos a nuestro interior, debemos ser voluntades. El súper hombre de su alumno estaba en camino.
La voluntad para Marx, es más que entendimiento: es consciencia, esto es: praxis. Se trata de reconstruir la realidad, con nosotros conscientemente dentro de ella. No es solo comprensión es vivencia concreta. La vía inductiva o deductiva, nos llama para comprender la realidad, desde nuestra clase social. Esto es: lucha de clases.
Spinoza no tiene dos reinos separados: naturaleza y dios, tiene uno solo; los dos están dentro. La modernidad es el raciocinio del capitalismo, es superación dialéctica del Medioevo. Los cambios no los trae la fe ortodoxa religiosa, lo hace la razón, como lógica discursiva y demostración científica. Epistemología en marcha.
René Descartes, el de la incertidumbre a la certeza, se quedó en lo primero, con su dios en lo segundo, pero su fragmentación y autonomía de sus contenidos, le dio un importante impulso al episteme de la modernidad.
Continuará.