No nos podemos caer, pongámonos, pónganse mosca
Cuenta hasta diez o hasta veinte
Por: Luis Enrique Sánchez P.
Viernes, 17/10/2025 06:19 AM
Tengo un amigo que ya pasó la raya de los setenta, hace rato que la pasó y está más cerca de los ochenta, cerquita, está.
Le gusta salir, de hecho, sale casi todos los días, tiene, todavía, un espíritu joven entusiasta, no le gusta quedarse en su casa, ya los hijos y la hija se casaron y tienen su vida aparte, ley de vida, ustedes dirán y así es.
Y, es así.
Vive solo, aunque le gusta, le encanta andar con la gente, yo nunca he estado sin gente Luis E, tiene años diciéndome, me gusta tanto la gente que nací acompañado, añade, riéndose.
A este amigo, mister E, podemos llamarlo, como a muchos de nosotros, que ya pasamos ese límite inicial de la séptima década, le encantan los animales, en sus caso son los perros, como a mi hijo Daniel, que a mi también me gustan, aunque yo soy más de gatos.
Tiene tres hermosa perras, que son su adoración, pero por las cuales puede ser que se encuentre en cierto peligro de sufrir un accidente.
Últimamente, se ha caído tres veces, tres o cuatro veces, por ahí va y me dice, mister E, que es por culpa de las perras, sobre todo de la más joven, Manchita se llama, briosa y aguerrida, dueña de una extraordinaria energía y siempre dispuesta a jugar y a correr, todo un caso esa joven.
El asunto es que nuestro personaje, que culpa a las perritas, de sus caídas, ellas son las culpables, según él y a mi me parece y así se lo he hecho saber, que está enfocando todo el asunto, desde una perspectiva errada.
Son perras, no tiene la culpa de nada.
Las caídas no son culpa de las niñas que lo acompañan sino de su reacción, la de él, cuando se presenta una situación que amerita actuar con rapidez, se para violentamente y se golpea y a veces, también, se tropieza y se cae, eso pasa por lo que llamamos, aquí en esta, nuestra tierra querida: el atore.
Y no te atores, piensa, cuenta hasta diez y si puedes hasta veinte y piensa y luego actúas.
Si hay ladridos o manifestaciones de peleas entre ellas, se levanta violentamente y zas, se golpea, se tropieza y se cae.
Quédate tranquilo, piensa antes de reaccionar y cuenta hasta diez o hasta veinte, si puedes, y piensa en lo que es vas a hacer.
Ya lleva tres o quizá cuatro caídas y todas últimamente.
No te puedes caer más mi pana y se lo digo a este amigo y a muchos de ustedes, que puedan estar pasando por una situación similar o parecida, hay que mirar para el piso, como me dice mi hermano Pedro, cercano también a los ochenta y quien tiene mucho cuidado de no caerse, sigue operativo y no para de trabajar y se cuida y no se cae, que así sea.
Imagínense que un personaje, como de quien les hablo, se caiga y tenga una fractura de cadera o de fémur, que a esta edad, me lo han dicho amigos médicos, no se pegan, nada, silla de ruedas y para el hueco, antes de tiempo.
Por atorao o atoraa, atorado o atorada, quise decir y digo.
En resumen: no nos podemos caer, pongámonos, pónganse mosca.
No te atores, cuenta hasta diez y si puedes, hasta veinte y piensa, como dice doña Fru: hay que pensar y luego reacciona, actúa tranquilo y seguro de lo que estás haciendo.
Ah y eso va con todos ustedes , a los que le caiga la locha, no se atoren, cuenten hasta diez y si pueden hasta veinte y piensen antes de actuar, en todos los órdenes y en cualquier circunstancia.
Prevenir es mejor que lamentar.
Se te quiere Venezuela y permanezcamos unidos, en estos tiempos extraños que nos ha tocado vivir.
No nos caigamos y sigamos adelante.