El sol bajó el interruptor y la noche cubrió el día con su cobija oscurana. La luna inefable y poética, sin miedo a la tiniebla siguió por el camino oscuro y alumbrándose con su linterna de luz tenue. Los luceros se escondieron y la sabana de cielo se notaba despejada.
El periodista Juancho Marcano reposando la cena en su hamaca, observaba el panorama, recordó a su abuelo cuando en las noches se iba a acostar con la esperanza de que la lluvia entonara su refrescante canción.
El reportero como estaba entre recuerdos, leyó en el celular un texto que lo impresionó y hasta lo estremeció por las verdades que ahí se mostraban. La nota decía lo siguiente:
"No vuelvas donde un dia fuiste feliz, es una trampa de la melancolía, todo habrá cambiado y ya nada será igual, ni tan siquiera tú.
No intentes buscar los mismos paisajes, ni a las mismas personas, no estarán, el tiempo juega sucio, y se habrá encargado de destrozar todo aquello que un dia te hizo feliz.
No regreses al lugar donde un dia fuiste feliz, retenlo siempre en tu memoria, tal como era, pero no regreses.
No vuelvas al pasado, ya lo conoces, la vida sigue y hay nuevos caminos que recorrer, nuevos lugares que visitar y otras personas que nos esperan".
"Cuántos no han vivido eso y hasta uno mismo y ahora se da cuenta que todo es diferente y que aquellos amigos con quienes tanto nos divertimos ya no están: unos porque ya están en otra dimensión y otros porque están en otros lugares del país y hasta en el exterior", pensó el periodista que ha visto muchas veces brotar la flor de la nostalgia en el jardín de su vida.
La luna seguía avanzando por aquel sendero oscuro que había dejado el sol al apagar su reflector, mientras el periodista trataba de alejarse del camino de la nostalgia que producía alegría, pero también lo enrollaba en la red de la melancolía y recordaba aquella frase que le decía un amigo: "Hay recuerdos que no son tristes, pero que dan tristeza".
Por eso quiso ver hacia adelante y pasarle la llave a la puerta del pasado. En eso estaba cuando escuchó a Pipo ladrar y recordó que hoy en el jardín su perro le había hecho referencia a un pensamiento de Cesare Pavese: "Ese placer que surge al recordar un pasado feliz, se llama nostalgia, y sirve para recordarnos que, por suerte, también somos frágiles."
Juancho Marcano para alejarse de esas añoranzas, se levantó de la hamaca y se dispuso para ver un noticiero en la televisión.