"La hegemonía es la dirección moral e intelectual de la clase dominante sobre las clases subalternas, ejercida principalmente a través de la sociedad civil (cultura, educación, medios), logrando su consentimiento espontáneo." Granchi
RESUMEN
Este primer texto sienta las bases para una serie de artículos, enfocados en la carga de significado inherente a la presencia física de los buques y su impacto en la percepción de "cohesión" o "amenaza".
INTRODUCCIÓN
La geopolítica moderna ha trascendido la mera negociación en despachos o la confrontación militar abierta; es, fundamentalmente, una batalla por el significado y la hegemonía narrativa.
En este contexto, la simple movilización o colocación de buques de guerra en zonas de tensión se convierte en un acto de comunicación profundamente simbólico. Su análisis es clave para desvelar las intenciones que subyacen a la narrativa oficial.
Este primer acercamiento desglosa la simbología dual de estas estructuras de acero: son, al mismo tiempo, un símbolo de cohesión interna para la nación que los despliega y una amenaza silenciosa para el adversario.
LA ESCENOGRAFÍA DE LA SOBERANÍA
Un buque de guerra, independientemente de su arsenal, es una extensión flotante del territorio y la soberanía de un Estado. Su presencia activa una serie de símbolos que van más allá de su función operativa:
(i). Símbolo de Potencia Material: Su escala, tecnología y robustez son un signo material de la capacidad económica y militar de la nación. El acero, la forma y el desplazamiento se codifican como poder tangible en acción, enviando un mensaje primario de fuerza disponible.
(ii). Ritual de Afirmación: El acto de mover un buque a una zona sensible no es solo una táctica, sino un acto performativo y ritual. Simbólicamente, representa una declaración no verbal de límites, una reafirmación pública de que el Estado está dispuesto a ejercer su jurisdicción y proteger lo que considera "propio".
(iii). La Bandera como Corazón de la Patria Flotante: El símbolo más potente es la bandera que ondea en el mástil. Esta tela, cargada de historia e identidad, convierte la embarcación en un segmento de la patria en movimiento. Este signo cataliza la cohesión interna, pues para el público nacional, el buque simboliza la presencia protectora del Estado ante una amenaza externa, movilizando el orgullo y el sentimiento unitario.
LA SEMIÓTICA DE LA AMENAZA
En contraste, para la nación adversaria, el mismo símbolo se invierte:
(i). Símbolo de Invasión Psicológica: El buque es la manifestación de un poder intrusivo latente. Simboliza la violación de la tranquilidad y la negación de la soberanía propia, incluso si permanece en aguas internacionales, generando un efecto psicológico inmediato de alarma y vulnerabilidad.
(ii). La Tensión del "No-Contacto": El verdadero poder simbólico no reside en el ataque, sino en la disuasión. La nave se posiciona como un símbolo de la violencia contenida, un signo que promete un potencial destructivo sin necesidad de disparar. Esta amenaza silenciosa y constante es lo que impulsa la narrativa de victimización en el bando contrario.
CONCLUSIÓN
La presencia de un buque de guerra es la cristalización de una disputa: Es un objeto polisémico que dos audiencias interpretan de manera antagónica. Para el intelectual orgánico, la tarea es desvelar cómo esta geometría del poder se utiliza para manipular la cohesión interna y justificar la escalada geopolítica externa. La próxima vez que un buque se desplace, no veremos solo una nave; veremos la puesta en escena de una ideología.
VIDEO REFERENCIA:
http://www.youtube.com/watch?v=kYYXSB9fogM
TITULO:
"Gramsci y el intelectual orgánico"
AUTOR:
Ivan Linares
El Símbolo de Acero en la Frontera Marítima: Buques de Guerra como Ritual de Cohesión Nacional y Amenaza Silenciosa (I/V)
Por: Servando Marín Lista
Lunes, 29/09/2025 11:48 AM