Desde Venezuela las reuniones o convocatorias a oficialistas y opositores, nos incitan a defendernos de una invasión vilmente anunciada por un imperialismo, estamos en presencia permanente de las transmisiones oficiales, nos agrada si aplicamos la libertad de cultos establecida en nuestra Carta Magna, donde sin excepción hay asistencia de representantes de las corrientes ideológicas del país, imbuidos sus dirigentes en la mejor buena voluntad, tirios y troyanos con sus contadísimas excepciones se pronuncian públicamente por unirnos no importa la ideología, porque un mundo sin guerra sea posible.
Soy católico, aunque no he sido nunca fanático ni obtuso ni critico de quienes no lo sean, en Venezuela –repito- desde hace pocos años y en aprobación formal de la Asamblea Nacional o Poder Legislativo, se aprobó legalmente el derecho a pertenecer a cualquier religión. Justo cuando redacto la presente en la mañana del miércoles 17 de septiembre 2025, atiendo la puerta de mi apartamento familiar, eran los Testigos de Jehova", hablamos cordialmente y me dejaron su publicación "Atalaya" titulada "Un mundo sin guerra es posible", subrayando sin y colocaron mayúsculas en las palabras ES POSIBLE-
Tengo bastantes años leyendo "Atalaya" e igualmente atiendo invitaciones a los actos de "Cristianos Evangélicos", soy un católico sin complejos y he criticado cuando en Venezuela antes de Hugo Chávez, existía una disposición oficial de acatar la católica como religión oficial, nunca me pareció una disposición demócrata sino muy hipócrita entre los acuerdos cardenalicios, obispales o de simples sacerdotes, con los gobernantes social cristianos y social demócratas de doble rasero y muy bien descritos en aquella novela de la TV venezolana, donde uno de los personajes popularizó la frase "como vaya viniendo vamos viendo".
Creo estamos todas y todos los venezolanos, algunos aterrorizados ex profeso por el imperialismo norteño americano, otros cumpliendo la psicósis ideada por gringolandia, para asaltar pequeñas embarcaciones atuneras nacionales, asesinar venezolanos acusándolos de actos no cometidos contra sus militares en alta mar, porque los gringos desgraciados mundiales como políticos, buscan tener justificación para asaltar a Venezuela, si no lo ha hecho no solo es porque no todos aceptan a un magnate orate electo y difuso, sino que, tenemos aliados diplomáticos y comerciales, encabezados por Rusia y China grandes potencias y el afecto de los integrantes BRICS a nuestra razón bolivariana antiimperialista defensora de los derechos humanos.
Leo con fruición la "Atalaya" que, trae conceptos tales como "los horrores de la guerra", "las guerras y los conflictos armados nos afectan a todos", "puede el ser humano acabar con las guerras y los conflictos armados", "por qué todavía hay guerras", o esta tajante afirmación bíblica "un mundo sin guerras y sin conflictos armados es posible" finalizando dicha "Atalaya" con este título, "¿Cómo sentir paz a pesar de las guerras y los conflictos armados?
A esta altura de nuestra ácida pero constructiva me parece pertinente aclarar lo siguiente, soy católico como lo manifesté líneas atrás, por eso no pueden decir estoy promocionando a las amigas y amigos vecinos integrantes de los Testigos de Jehová, se trata de aprovechar su permiso para utilizar el material y lo hago a fin de exaltar conceptos realmente valiosos, en los temas escogidos para estas opiniones publicadas sin cortapisas ni condiciones de censura alguna, por APORREA, insistiendo en que, pensar en un mundo sin guerra es posible venga de donde venga la excelente intención de paz.