"En la mira": No solo las sanciones han frenado las inversiones en petróleo

Martes, 09/09/2025 12:31 AM

Para cualquier empresa petrolera transnacional, invertir en regiones con infraestructura desarrollada y recursos comprobados constituye la estrategia más eficaz para asegurar rentabilidad, mantener dividendos atractivos y garantizar el suministro energético a mediano plazo. Esta lógica económica, ampliamente conocida como "low hanging fruit" (la fruta al alcance de la mano), prioriza proyectos con un balance óptimo entre riesgo y retorno. Sin embargo, cuando aun bajo estas condiciones favorables y con empresas interesadas las inversiones no avanzan, surge inevitablemente la pregunta: ¿qué lo está impidiendo?

`RIESGO SOBERANO`: Washington y el freno a la industria petrolera

Desde 2019, las sanciones de EEUU sobre el petróleo de Venezuela han restringido su comercialización, transacciones bancarias y acceso a tecnología. Estas medidas han generado un temor generalizado a penalizaciones, disuadiendo a la mayoría de empresas e inversionistas. Como resultado, el gobierno de EEUU se ha convertido en parte como el regulador de facto de la industria, otorgando autorizaciones limitadas a operar a través de licencias a un reducido grupo de empresas. Esta incertidumbre y el alto riesgo regulatorio han paralizado las inversiones. El flujo de capital y tecnología se ha reducido aún goteo controlado afectando el desarrollo y la capacidad productiva de Venezuela, mientras el mundo se debate sobre la transición energética y las oportunidades Económicas de la energía fósil comienza a ceder ante está realidad.

`El "Efecto Irán"`: El Repunte Inesperado.

La pregunta de si un país bajo sanciones puede no solo eludirlas sino incluso incrementar su producción petrolera encuentra su respuesta en la fría y contundente realidad. Los ejemplos de Irán y Rusia son paradigmáticos; sus estrategias de triangulación y alianzas alternativas han demostrado una capacidad notable para mitigar el impacto de las medidas coercitivas.

Venezuela no solo ha continuado comercializando su crudo con sustanciales descuentos por su puesto, sino que ha tenido un repunte sostenido de su producción desde el año 2.023, claro, menor de lo que ocurriría si no estuviera sancionado. En la actualidad, el contexto energético global, acelerado por la transición energética y una caída estructural en los precios, ejerce una presión feroz por garantizar el suministro a bajo costo. Esto ha comenzado a provocar y con un mayor auge en el futuro cercano, una migración de inversiones desde regiones de alto costo, que devienen no rentables, hacia jurisdicciones con costos de extracción bajos, como las de Oriente Medio y, precisamente, la Faja Petrolífera del Orinoco en Venezuela. Cada barril que se deja de producir en aguas profundas o en arenas compactas, se producirá en el futuro cercano allí donde la ecuación económica aún cierre.

Ahora bien, existe algo revelador en Venezuela, y es la existencia de varios contratos de alianzas con la estatal PDVSA, desde yacimientos en el Zulia hasta los vastos proyectos de la Faja, cuyos detalles se protegen bajo acuerdos de confidencialidad que hace difícil el ascenso a información precisa, sin embargo, se pudo conocer la existencia de contratos con 18 meses o más de haber sido suscritos donde los inversionistas no han inyectado los capitales comprometidos. La pregunta que subyace, es ¿por qué?, pues está sería una causa de retardo en el incremento tan necesario de la producción con acento local y no extranjera.

`LA INCÓGNITA DE LOS USD$ INMOVILIZADOS`: Lastre Local Frena el Despegue.

Hasta el momento se desconoce con exactitud cuántos contratos de alianza han sido firmados con Pdvsa desde 2023 para incrementar la producción y a cuántos barriles ascienden los mismos, sin que las empresas firmantes hayan destinado los recursos acordados; no obstante, se sabe de la existencia de varios de ellos en esta situación y se estima que la cifra puede superar los 100.000 barriles al día.

Diversas hipótesis podrían explicar está parálisis. Por un lado, los escándalos de corrupción de la estatal petrolera, por otro, empresas que firmaron sus alianzas sin contar con capacidad financiera. De hecho, se pudo conocer que algunas empresas han tratado de conseguir fondos por medio de terceros para activar sus alianzas, estrategia que hasta ahora no ha prosperado; sobre esto último, uno de los puntos neurálgicos podría estar en su falta para estructurar presentación del proyecto para los inversores con información de las garantías de flujo de caja, así como las explicaciones en las cláusulas de recobro por compensación que de cuentas de tiempos atractivos y procedimientos con lapsos preestablecidos y verificables de la industria.

Mientras varios campos, con recursos probados e infraestructura ya desplegada, permanecen estancados y con alianzas firmadas en un momento de crítica necesidad para la economía nacional, ya se conoce de un número significativo de empresas extranjeras con fondos, tecnología y solvencia que se han asentado en la capital de Vzla. Su presencia es un termómetro de la oportunidad y de consciencia de que la coyuntura energética global posiciona a Venezuela como una oportunidad de negocio potencialmente rentable, de retorno rápido en el marco de la transición energética y en ella, la caída estructural de los precios del crudo, pero por el momento sus capitales no se han sido canalizado por razones mas locales que de otra indole.

untsucre@hotmail.com

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