"El imperio norteamericano es como una serpiente que envenena al mundo de odio, guerra, tragedia, desolación y murete". Hugo Chávez. (*)
COHERENCIA ANTE LAS AGRESIONES IMPERIALES. Debemos ser coherentes con lo que pensamos, decimos y actuamos. El antiimperialismo que nos ha caracterizado debe materializarse en situaciones de agresiones externas de cualquier tipo para modificar con injerencias foráneas, nuestra situación política, económica o social.
No es por defender a una persona o un grupo de personas, transitoriamente en funciones de gobierno, con las que podemos o no estar de acuerdo. Pero eso no es óbice para justificar anhelos de invasiones, sanciones o aventuras de otras naciones, mucho menos cuando se trata de imperios.
Invocamos así el espíritu de nuestras Constitución cuando expone radicalmente en su artículo 1: "La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador. Son derechos irrenunciables de la Nación la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional".
Así actuamos contra el imperio español durante el siglo XIX y contra la agresión de potencias imperiales a principios del siglo XX. Tal como lo plantea Eduardo Machado: "Los acontecimientos desarrollados entre 1903-1908, cuando nuestro país fue víctima de una expedición punitiva, sus costas bloqueadas por las escuadras de las grandes potencias —Inglaterra, Alemania, Holanda, etc. y posteriormente es cuando tiene lugar la intervención norteamericana que se tradujo en derrocamiento del presidente Cipriano Castro y la imposición de la sangrienta dictadura antinacional de Juan Vicente Gómez (1908). Tales hechos señalan el comienzo del nuevo período de conquista y colonización que sufre Venezuela". https://cenal.gob.ve/wp-content/uploads/2022/03/Coleccion-Bicentenario-Carabobo-32-Machado-Eduardo-Las-primeras-agresiones-del-imperialismo-contra-Venezuela.pdf.
En ese entonces, la reacción del pueblo venezolano, en su gran mayoría fue de acudir al llamado de la Patria a defender su integridad su soberanía de una agresión exterior.
Es decir, luego de que las grandes potencias imperialistas europeas fueron dando paso a una nueva forma de dominación expresada en el imperialismo norteamericano, éste ha intentado usando diversas formas dominar al mundo, sobre todo a las naciones poseedora de grandes recursos naturales, energéticos, minerales, y en particular, a lo que ellos denominan "su patio trasero", América Latina. En el caso de Venezuela han colocado y apoyado dictaduras, golpes de estado, democracias genuflexas, entreguistas, todo con el fin de seguir controlando nuestras grandes riquezas para mantener su modelo consumista, hedonista e individualista.
NO ES LO MISMO, EL PUEBLO QUE EL IMPERO ESTADOUNIDENSE. Por supuesto, como siempre lo planteó Chávez, hay que diferenciar al pueblo estadounidense, de su gobierno o de su concepto imperialista. El pueblo norteamericano es un noble pueblo que también ha luchado históricamente por su libertad y dentro de él hay múltiples contradicciones. El problema no es Trump, Busch, Obama o Biden como presidentes, o los partidos demócratas o republicanos (que, en esencia son lo mismo, como lo son o fueron en Venezuela, Acción Democrática y COPEI) sino una concepción e implementación de medidas impuestas por el denominado Complejo Militar-Industrial, las grandes corporaciones tecnológicas, mercantiles, petroleras, comunicacionales y del entretenimiento, que son las que en realidad ejercen el Poder Fáctico imperial.