Celso Amorin que funge como asesor especial de la presidencia del Brasil: volvió a arremeter contra Venezuela; señalando que el Brasil "no reconoce al régimen comunista de Nicolás Maduro"; reiterando que solo reconoce a Estados; pero no gobiernos. Hace esta declaración, para satanizar al presidente Maduro, según él, pertenece al trillado "cartel de los soles". Con esto podemos observar, que Lula cuando pretende agradar a los gringos, en este caso a Trump, prende el ventilador y para no salir embardunado se vale de su asesor especial para que haga el trabajo sucio quien no guarda ningún recato para salir a lanzar improperios. Según lo ha señalado el mismo Amorin; el veto hecho a Venezuela para que no ingresara a los BRICS, había sido por un quiebre de confianza; "la confianza se ha roto"; había dicho con mucha ligereza. Hubo promesas incumplidas tras los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio pasado donde salio electo Maduro. Haciendo remembranza de la reunión en Kazán (Moscu) donde se discutiría el ingreso de Venezuela a ese organismo y Lula no asistió por "razones de salud".
Lula en estos momentos mantiene un boxeo de sombra con Donald Trump, por imponer aranceles del 50% al Brasil, en rechazo al juicio contra Javier Bolsonaro, que tiene la justicia brasilera, por estar acusado de un golpe de Estado en el 2022, una vez que perdía las elecciones. En medio del fragor del conflicto ha hecho su aparición Eduardo Bolsonaro, residenciado en EEUU, quien es hijo del ex presidente Bolsonaro, y ahora hace el mismo papel de María Corina Machado en EEUU, al avalar y pedir más sanciones contra Brasil, convirtiéndolo en traidor a su patria.
Estos cambios repentinos y vulnerables de Lula, no es de ahora; en la campaña electoral; sus discursos se adecuaban de acuerdo al escenario; si estaba frente a los evangélicos; expresaba: "yo no soy comunista". Otras veces repetía: "yo no soy ni de derecha, ni de izquierda"; ahora si el público que tenía por delante era de jóvenes y trabajadores con conciencia clasista, era de izquierda.. Aunque últimamente se las ha dado por refugiarse dentro de una tendencia que llaman el "progresismo"; donde se ubican individualidades que no tienen una forma de activar con posiciones que sean comunes.
Lo último ha sido el discurso de Lula, que ha causado expectativa, es un discurso lanzado a buscar cobijo y el abrazo fraternal de Trump; apela a los viejos acercamientos y coqueteos, que permitían una comunicación fluida, sin obstáculos. Recordó que Brasil tuvo excelentes relaciones con Clipton, Obama, Hilaty Clinton y Biden. Practicamente lanza un SOS para reunirse con Trump y de ahí saldrán aflorar condiciones a cumplir: como es el de arremeter contra Venezuela y por supuesto están en la mira Venezuela, Nicaragua y Cuba. Lula ´por conseguir sus objetivos es capaz de venderle el alma al diablo. Como hemos mencionado y lo expreso Amorin, con aquello que Brasil "que reconoce a Estados, pero no a gobiernos".