Cuento o razón

¿Cómo comenzar de nuevo con más inteligencia?

Miércoles, 20/08/2025 12:36 PM

El perro Pipo corría de un lado a otro y escuchaba la algarabía que brotaba en la parte de arriba del sector Tacarigüita de la Tacarigua de Margarita y para donde se había ido. Juancho Marcano, con su esposa temprano, y regresaron después de un tiempo considerable. Sin embargo, el peludo no dejó de esperarlo caminando desde el garaje hasta el portón y cuando llegaron, no esperó muchos minutos para preguntar: "¿Cuéntame, Juancho, qué celebraban más arriba de aquí, que el pueblo parecía cubierto todo con un mantel de alegría?".

El periodista que venía pensando pasar directo a la casa, echarse un baño y descansar, detuvo esas intenciones y manifestó: "Sucede, Pipo, que aquí en Tacarigüita comenzó una devoción por allá por el año 1890 por la Virgen El Dulce Corazón de María, la cual la empezó el señor José Núñez, a quien le decía Papaché, quien le hacía misas y cantos de velorios a la citada "Santica", que al final el pueblo se fue uniendo a esa devoción y llamaba a la Virgen, la Virgen de Papaché. Pero una vez muerto Papaché los velorios y los cantos se hicieron esporádicos hasta que se fueron perdiendo y la Virgen al final quedó como custodia casa de una nieta del Señor José Núñez.

Pero en la década de los setenta, el profesor Francisco Romero, conocido con el nombre artístico "El Ñiquiñiqui" en el galerón, buscó la imagen y empezó a revivir a aquella tradición hasta más allá de la mitad del los años 80 del siglo pasado, hasta que la situación económica le fue trancando el paso y otra vez, la tradición de la Virgen El Dulce Corazón de María o Virgen de Papaché, volvió a caer y a detenerse y la nueva imagen que había adquirido el profesor y folklorista Francisco Romero, también llamado Chendo, se dejó bajo custodia en la casa de la lugareña Eugenia Velásquez de Malaver.

Ahora una nueva Junta Organizadora, después de más de 40 años, tomó las riendas y organizó un galerón de reencuentro en honor a Francisco Romero y a la Virgen de Papaché y para no entrar en detalles, te digo que estuvo excelente y extraordinario, Pipo.

El can oyó entusiasmado y aplaudió las palabras de Juancho y antes de que se fuera, le comentó: "Juancho, hoy escuché algo que dijo Henry Ford: "El fracaso es la oportunidad de comenzar de nuevo con más inteligencia". ¿Qué te parece?

- Bien, Pipo, pero te dejo porque estoy agotado y quiere descansar, mañana hablamos de eso, dijo el periodista.

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