Algunas buenas amistades y dinámicas nos exigen realizar un análisis sobre los pasados comicios municipales del domingo 27 de julio. Y creo que con este caso que quiero aprovechar para denunciar y señalar será el mejor resumen y mejor balance sobre ello.
Importante es de destacar que el pasado 25 de mayo, fecha en que se celebraron los comicios para elegir gobernadores, gobernadoras y legisladores y legisladoras tanto a los Consejos Legislativos estadales como de la Asamblea Nacional que asumirá el próximo 5 de enero de 2026, el chavismo obtuvo 23 de 24 gobernaciones (solamente perdimos en el estado Cojedes) y 256 de 285 parlamentarios y parlamentarias (89,82% de las curules, es decir mayoría calificada más que cómoda para legislar sin mayores inconvenientes) dentro del parlamento. Además de mayoría en los Consejos Legislativos.
Como efecto dominó, y 62 días después, ese triunfo de mayo se replicó hace 96 horas para el momento en que escribo estas líneas, en las que el PSUV y aliados del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar obtuvimos 285 de 335 alcaldías (85,07% del total) mientras que los sectores de las oposiciones obtuvieron apenas 50 (14,92% y perdiendo 55,36% con respecto a las que tenían hace 4 años).
Pues bien, quiero permitirme narrar esta denuncia sobre una situación que en lo personal me tocó afrontar hace menos de 24 horas por un trámite que debí realizar sobre una apostilla de dos documentos en la sede de Ipostel de Carmelitas en la avenida Urdaneta de la ciudad de Caracas. Esperando que estas reflexiones y denuncias puedan llegar a quien pueda interesar.
En fecha de ayer miércoles 30 de julio de 2025 me correspondía de acuerdo al sistema SLAE de Cancillería y como indiqué en el párrafo precedente, la cita de apostilla de dos documentos en la sede de Ipostel en Carmelitas, que además está literalmente pegado del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, rector de esta materia. Llegué a eso de las 7:30 am para hacer mi cola, ya que la cita de acuerdo al correo electrónico que recibí para el trámite indicaba que tenía desde las 8 am hasta las 12 m para la realización del trámite in comento.
Ya a eso de las 8:15 am se permite el acceso de los que íbamos a realizar el trámite y entramos. Lo primero que encontramos fue a un funcionario muy parecido al presidente de Guyana, Mohamed Irfaan Alí, pero este detalle del parecido físico del funcionario de Ipostel con el mandatario guyanés no es lo más importante, sino la manera como éste maltrata a los usuarios y usuarias que no se encuentran desde las 6 am o antes por caridad haciendo una cola para ese trámite que muchos y muchas realizamos. La manera como éste "funcionario" le explica a la gente, que muchas veces por falta de información le faltan recaudos para el trámite (de eso volveremos unos párrafos más adelante) hace que este se demore más.
Cabe destacar como parte de una pequeña disgreción, que en la referida sede del Ipostel de Carmelitas, posee un museo telegráfico, donde vemos hasta un stencil (disculpen que con este dato se me haya caído la cédula y más o menos vislumbren mi edad) el cual producto de las penurias que pasé por este trámite, no pude disfrutar.
Pero volviendo al tema que nos ocupa, el Mohamed Alí venezolano con su maltrato (como si uno tuviera la culpa de esa especie de "castigo" que le hubiesen impuesto) empieza a enumerar a la gente y a señalarles que deben pagar los aranceles del trámite en el Banco de Venezuela (en la avenida Urdaneta hay unos cuantos), sacar copia al depósito de ese pago y volver a la cola en el mismo orden en el que estábamos ubicados al momento de llegar.
Si aplicásemos la Ley de Costos y Precios Justos, por hacer un símil lo más claro para que los lectores y lectoras puedan comprender lo que aquí quiero transmitir, a nuestra Cancillería por ese trámite y ese detalle la podrían denunciar por realizar una oferta engañosa, ya que al momento de buscar por internet, te indican que el trámite lo cancelas ahí mismo bien con pagomóvil, transferencia bancaria o punto de venta. Totalmente falso, debes acudir al banco, depositar y luego sacar la copia (en un establecimiento cerca del Ipostel. Será que los funcionarios tienen su "negocio" con los dueños de ese local) y volver. Nada más que por ese detalle te puedes tardar entre 20 a 30 minutos que en una ciudad tan convulsa como Caracas, puede impactar en la planificación de tus actividades diarias.
Luego de haber hecho el pago y volver, nuevamente sale el Alí venezolano ahora a recoger el original del boucher bancario con una de las copias del correo de la cita recibido y te indica que estés atento porque iría llamando uno a uno por su nombre (cabe destacar que al llegar y antes de pagar, el mencionado funcionario te coloca en la copia de la cita de apostilla que te queda el número en el que vas a ser atendido).
Solo en todo en ese interín sin contar cuando empecé a hacer mi cola para ingresar a Ipostel, perdí hora y media. A las 9:30 am empiezo mi cola para esperar mi turno para ser atendido.
Uno de los elementos que pude conocer y que hace que el tiempo de atención demore en este tipo de trámite es el número de documentos que cada persona lleva para apostillar. El sistema SLAE, creo que así se llama, permite que cada persona pueda apostillar hasta un máximo de 15 documentos por cita. De ahí una de las razones, por lo menos la que alegó una funcionaria que después de casi 4 horas que teníamos en cola salió a tratar de explicar, y dio la cara ante las no menos de 100 personas que estábamos en la cola.
Lo cierto del caso es que, hubo un momento en que pese a todas estas situaciones, la cosa iba avanzando con cierta "rapidez", pero cosa tremenda fue que siendo las 10:30 am, estando este servidor quien esto escribe de tercero en la cola, no solo que la misma se detuvo, sino que el Mohamed Alí venezolano agarró y se perdió de la taquilla donde estaba atendiendo. Se me había pasado que además la cantidad de funcionarios que atienden por taquilla son pocos para el volumen de personas o de usuarios y usuarias que diariamente acuden a ese lugar para realizar este importante trámite.
Colocó esto de ejemplo, porque cuando me correspondió legalizar los documentos en el Registro Principal en Petare más tiempo perdí agarrando la camionetica para llegarme allá y esperar a que el Registro abriera. Las veces que fui mis diligencias no tardaban más de media hora desde el momento en que llegaba, y entendiendo que buscaban la información que les pedía en un sistema que muchas veces falla. Vaya mi reconocimiento desde aquí a la Registradora o Registrador Principal que presta sus servicios en Petare por ello.
Pero volviendo al caso de Ipostel de Carmelitas, estando de tercero en la cola, en el momento en que la misma se detuvo, con ganas de usar un baño, que también le falta a Ipostel en la sede Carmelitas, por lo que tuve que dirigirme hacia Metro Center para poder solventar mi necesidad fisiológica, observábamos que gente que había estado en la cola antes que nosotros volvía y ya los ánimos estaban comenzando a caldearse. Luego estos mismos compañeros y compañeras explicaban que al momento de hacer el trámite y estar en taquilla era que los funcionarios le indicaban que le faltaban recaudos, por lo que tenían que imprimirlos y volver, y eso hace que la demora se prolongue aun más, porque estos entraban directamente en las taquillas sin hacer cola y detuvieron por espacio de hora y media calculo yo, el avance de la cola que venía fluido, amén de que de tres funcionarios que estaban atendiendo (El Mohamed Alí venezolano se perdió por casi dos o tres horas sin decir nada y otro también) dejando a un solo funcionario atendiendo.
Pero luego avanzo, y al llegar yo de tercero al primero solamente a esperar ser atendido, es cuando sale la funcionaria además de recoger Boucher a señalar que en mi caso, como uno de los documentos a apostillar era la sentencia de divorcio de mis padres, debía esperar porque la verificación tarda un poco más, por lo que de mi puesto 21 fui atendido como de 56 porque además de este detalle (En el Registro para la legalización también presenté problemas) había una usuaria que estaba apostillando 7 documentos y además el sistema SLAE estaba lento y para cargar entre un documento y otro tardaba, y además tenía una colega abogada delante de mí.
Eso sin contar la inmensa cantidad de apoderados y apoderadas (que no era mi caso porque el tramite lo realizaría personalmente) y si había detalles en el poder o faltaba el número de cédula del usuario o usuaria y del representante, eso hacía retrasar también el proceso. Otro detalle a tener en cuenta.
Ya cuando iba a ser atendido, como a eso de las 12:20 m y viendo como muchos usuarios y usuarias que estaban después de mí pasaban y pasaban, llega el Mohamed Alí venezolano (imagino que almorzado). Cabe destacar que aún conservo el cansancio producto del trabajo que me tocó realizar como testigo del PSUV GPP Simón Bolívar en mi centro electoral y física y mentalmente con esta otra jornada de más de cinco horas de tensión, de malestar de la gente por la demora, la lentitud del trámite, del sistema, estaba agotado. Al momento cuando finalmente este "funcionario" me llama, me levanté. Al revisar mis documentos, éste me indica una hoja para firmar el control que ellos llevan allí. Producto del agotamiento que mencioné, no me di cuenta, y sin querer coloqué dos veces mi número de celular, pero en uno de los ítems era para colocar el número de control de la cita. El referido funcionario me metió un regaño, el cual no me aguanté y respondí enérgicamente, y casi termina en agresiones físicas, porque si bien el podía tener la razón en el error que cometí, le falta mucho para aprender a atender a público, además de inmoral y sinvergüenza porque después de casi dos horas y media que había abandonado su puesto de trabajo y en buena medida nos hizo perder el día de trabajo y otras diligencias, se iba a poner "exquisito" y con cómicas.
Pero pese a ello, como lo que iba a apostillar eran dos documentos, y tenía todo ordenado, afortunadamente y más allá del error ya comentado, los documentos pasaron. Solamente quedó la sentencia de divorcio para una segunda revisión, que por no implicar niños, niñas ni adolescentes menores de 18 años, podría salir rápido, por lo que me recomendó acudir a dicha sede el viernes 1 de agosto entre las 3 y 4 de la tarde a ver si ya estaba lista.
Luego de haber hecho esta narrativa, es aquí donde quiero realizar algunas reflexiones necesarias.
En primer lugar, y creo que Chávez no lo hubiese expresado de mejor manera, ahora que tenemos 23 de las 24 gobernaciones del país, 256 de 285 curules en la AN, mayoría en 23 de los 24 Consejos Legislativos, 285 de 335 alcaldías y Cámaras Municipales y ni hablar de Ministerios, Institutos y Empresas públicas, los niveles de exigencia de nuestro pueblo se incremental y por ende, debe incrementarse los niveles de eficiencia, de eficacia y de efectividad de la gestión gubernamental. Ya no tenemos ni podemos refugiarnos en excusas.
Para el compañero canciller Yvan Gil y su equipo, así como a la Ministra y Vicepresidenta Sectorial de Ciencia, Tecnología y Salud, Gabriela Jiménez, puesto que Ipostel es una institución que depende de sus áreas de trabajo, hay que tomar debida nota de cómo el sistema SLAE se retrasa tanto. En lo personal me llamó poderosamente la atención que la funcionaria que salió como lo indique (no indico su nombre porque en ningún momento se identificó, pero hacía las veces como de encargada) señaló que este sistema tiene más de un mes presentando fallas, por lo que esto estaba retrasando el trabajo de la referida oficina.
Así como Ipostel tuvo la iniciativa de colocar en su entrada la cuenta, RIF y montos de los aranceles que hay que pagar por documento para la apostilla, deberían hacer lo mismo para los recaudos que se deben consignar al momento de apostillar, para así también agilizar los trámites de estas características por parte de los usuarios y usuarias.
No sé si también bajar el número de documentos por usuarios y usuarias por cita. En lo personal me parece que el máximo de 15 documentos por persona por cita para apostillar es demasiado. Ahí fue cuando entendí el por qué los gestores y gestoras cobran tan caro por hacer este tipo de trámites. El tiempo que se invierte en hacerlo es un trabajo pocas veces reconocido.
Tal vez se debe facilitar y simplificar el trámite en el caso de aquellos que sean apoderados y apoderadas. Hay que propugnar a la simplificación de trámites que a su vez es un antídoto para el combate a la corrupción y el burocratismo como lo señala Ernesto "Ché" Guevara.
Fundamental no solo dotar de más personal al Ipostel de Carmelitas para el trámite de la apostilla para dar más celeridad sino capacitación en el manejo de público, ya que funcionarios como el Mohamed Alí venezolano como he denominado yo, dejan muy poco que desear y hacen que los usuarios y usuarias se desencanten y pongan en contra del Gobierno Bolivariano.
Los lugares en los que este tipo de trámites se realicen deben estar acondicionados para atender en la medida de lo posible a los usuarios y usuarias que allí acuden (por lo menos contar con baños al menos). Son seres humanos que van a realizar trámites, no animales.
La Revolución no debe estar reñida de la calidad ni de la eficiencia. Y cada vez se debe prestar mejor servicio y atender con amor y paciencia a nuestro pueblo.
Muchos y muchas de los allí presentes señalaban: "¿Con quién uno pelea aquí?" entendiendo la frase como a quien uno reclama por el mal servicio que se presta. Pues bien yo no pierdo las esperanzas de que esto pueda ser debidamente canalizado y atendido, porque quiero las mejoras en las atenciones que da la Revolución a nuestro pueblo.
Yo salí relativamente temprano porque acudí temprano (7:30 am y saliendo a las 12:40 m) pero me preguntó cuanta gente que estaba detrás de mí no habrá salido a las 3 o 4 pm.
Ahí se las dejo.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!