Para la soberanía nacional y el respeto al estado de derecho de la ciudadanía venezolana, hay una fecha clave: cuando el día viernes en horas de la noche (18 de julio del 2025) aterrizaron dos aviones en el aeropuerto internacional de Maiquetía que traían a 252 pasajeros venezolanos, que acaban de vivir durante varios meses, una terrible experiencia como secuestrados en las tenebrosas cárceles salvadoreñas, como producto de un macabro plan entre dos figuras de la ultraderecha internacional: Bukele y Trump.
Una lamentable situación que parecía casi imposible de resolver, ya que la tiranía que gobierna en El Salvador, se burlaban de todas las solicitudes del envío inmediato a Venezuela de sus 252 connacionales, así como todos los petitorios sobre tener evidencias públicas, de que estuvieran vivos y sanos en ese recinto carcelario, que hasta fueron familiares y no les permitieron visitarlo, como tampoco pudieron ver las condiciones físicas y emocionales, de un grupo de venezolanos que han sido víctimas de la nefasta persecución anti migrantes desarrolladas por la policía estadounidense.
Ha sido descaradamente antijurídica, la inadecuada conducta pública y notoria del dueto Bukele – Trump, con la injustificable violación de los derechos humanos a la migración venezolana, desde unas inexistentes deportaciones, sin el debido proceso por parte de los tribunales estadounidenses y que sean detenidos, secuestrados y llevados a un tercer país (El Salvador), lo cual genera una interrogante ingenua: ¿Por qué no son expulsados y enviados directamente a Venezuela?
Y parte de la respuesta (la moneda tienes dos caras) es que para Nayib Bukele mantener a los 252 venezolanos bajo su custodia en la cárcel para terrorista, significaba un gran negocio, ya que recibía por lo menos 6 millones de dólares mensuales y para Donald Trump, se convirtió en la posibilidad de poder intercambiar la entrega de ciudadanos estadounidenses, detenidos en cárceles venezolanas por cometer delitos en contra de la paz y estabilidad del sistema político nacional. (Terrorismo y sicariato)
La nota desagradable de todo esto, es la molestia evidenciada en las redes sociales por parte de la ultraderecha "nacional" con Nayib Bukele por haber liberado a sus "particulares detenidos".